Sueña conmigo esta noche, viajemos a un mundo de fantasías, no importa donde estés yo te encontraré.
Porque te amo y vamos a estar juntos para la eternidad. Te buscaré en sueños y te encontraré en la realidad. No importa donde estés porque yo te amo...
–No no NO ¡NO! – gritaba él héroe Suneater mientras corría lo más rápido posible para llegar al rescate de su familia.
Un villano apareció cerca de un parque de diversiones en el cual estaba su familia, estaba viendo las noticias hasta que se topó con aquel horrible escenario. El parque estaba envuelto en llamas y había personas como rehenes.
– Estén a salvo – solo podía pensar en sus pequeños y su amada esposa – ...por favor... – si algo les pasaba jamás se lo perdonaría, por no estar con ellos, por no cuidarlos, por no protegerlos.
Estaba cerca de aquel establecimiento, el humo y las personas que huían despavoridas lo confirmaban.
El fuego crecía a cada segundo y los policías rodeaban el perímetro impidiendo de que civiles entren.
– ¡POR FAVOR! ¡MI HIJO ESTÁ AHÍ! – gritaba una señora con desesperación mientras intentaba entrar al establecimiento – ¡se donde esta! ¡Por favor déjenme ir con el! ¡POR FAVOR! – su rostro estaba lleno de lágrimas y desesperación.
Él héroe azabache intento tranquilizarse y se acercó a ella – no se preocupe señora, traeré a su hijo sano y salvo – dicho esto se acerco a los policías.
– Buenas noches, soy el héroe Suneater – al no estar con su traje dudaron un segundo, pero lo dejaron pasar.
Tu esposo se adentró al parque de diversiones y empezó a gritar sus nombres. No importaba lo mucho que gritase ni por donde los buscase no los encontrar por ningún lado.
– ¡T/N! – Cada vez minuto que estaba sin ustedes se angustiaba mas.
¿Dónde están...?
Una pregunta recurrente en la mete del azabache. Corrió hacia un dónde el fuego era menor y te vio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sus ojos se llenaron de alivio a ver que tu y sus dos pequeños estaban bien.
– ¿Eh...? – la sorpresa que se llevó fue enorme. Habías atrapado a 3 villanos, estaban atados y casi inconscientes.
– ¡eso mamá! ¡se lo merece! ¡arruino nuestro día de paseo! – grito uno de tus hijos.
– ¡SI! ¡Aparte perdí el osito que gané por su culpa! – protesto otro de tus pequeños.
Ambos estaban completamente a salvo dentro de una burbuja que creaste. No tenían ningún rasguño.
– tranquilos niños, no es bueno abuzar de los indefensos... Aunque ellos si se los merecen – cuando te lo proponías espantabas hasta el mismo diablo. Nadie se metía con tu familia. NADIE – ¿No crees que mis pequeños se merecen una disculpa? – dijiste mirando hacia abajo aplastando un poco más al villano que tenias atado – hiciste que perdiera su premio – tu sonrisa era siniestra, intentabas calmar tu enojo, no querías dar un mal ejemplo a tus hijos.
