~ 𝓢𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓭𝓻𝓮𝓪𝓶𝓼 ~

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No eres de esas personas que tienen el sueño ligero, la verdad, es todo lo contrario. ¡Ni un terremoto te despierta! Pero hoy un maldito mosquito estuvo rondando y ese molesto zumbido no te había dejado conciliar tu amado sueño. Te hubieses levantado hace mucho, pero tu novio estaba durmiendo y no querías despertarlo, mañana tenía que levantarse temprano para ir a trabajar como héroe y necesitaba energía.

¿Qué hora era? Ni idea, solo sabias que debía ser MUY tarde ya que no escuchaba ni una sola alama por la calle. ¿Tu celular? había desaparecido por arte de magia y el aburrimiento, el cansancio, pero sobretodo ese maldito mosquito con su molesto zumbido estaban agotando a poca paciencia que te quedaba.

Sentiste que tu chico se acomodó a tu lado y esperabas no haberlo despertado al haber estado dando vueltas como pollo a la brasa intentando encontrar una posición cómoda. Te giraste para comprobarlo y casi te mures del susto al encontrar unos lindos ojos azabaches mirándote con atención – ¿es-estas despierto? – Aunque sabias que era Tamaki te puso los pelos de punta al encontrarlo mirándote.

– Si-si... no pude dormir por un mosquito... lo siento si te desperté – no pudiste evitar soltar una risita por la ironía de la situación ¡ambos habían estado despiertos todo este tiempo! pero no se habían movido para no despertar al otro.

El azabache no parecía entender de qué te reías así que le explicaste – yo tampoco podía dormir por culpa de ese mosquito. Vaya coincidencia ¿No? – tu tímido novio soltar una pequeña risita al oír tu explicación.

– Jeje... ti-tienes razón – su voz era un poco ronca y adormilada, lo cual te hacia querer comerlo a besos por la ternura que te provocaba – ¿Sabes qué hora es? – pregunto frotándose los ojos como un niño pequeño. Si morías por un ataque de ternura morirías feliz.

– Eres demasiado tierno ¿lo sabias? – decir aquello causo un gran sonrojo por parte del azabache.

– tu-tu e-eres mucho ma-mas tierna... y mu-muy lin-da – definitivamente de esta noche no pasabas. La ternura de tu chico no tenía límites. Su tierna voz hacia que las mariposas en tu estomago revoloteasen sin parar. Sin duda alguna, estabas enamorada.

– Gracias Tamaki – te acercaste un poco y depositaste un pequeño beso en sus labios.

– so-solo di-digo la verdad... re-realmente e-eres muy hermosa... Te quiero – al decirte aquello mirándote a los ojos hizo que ambos se sonrojaran, sobretodo el, ya que Inmediatamente escondió su cara en tu cuello y te abrazó por la cintura.

– te quiero – respondiste en un susurro.

Empezaste a jugar con su cabello, la verdad era bastante suave, aunque era bastante difícil que se quedara en un lugar. Por mucho que intentabas colocar un mechón de su flequillo detrás de su oreja unos cabellos rebeldes se salían de su lugar – creo que lo único rebelde de ti es tu cabello –

– respondió con una pequeña risilla causa dote cosquillas – puede ser – intentaste un rato más, pero al no lograrlo cambiaste de peinado por una pequeña trencita.

Te separaste de él y miraste que tal había te había quedado – da igual que peinado tengas, siempre te vez perfecto – le regalaste una sonrisa – ¿Cómo lo haces? Casi no te peinas en las mañanas y aun así siempre te vez genial – cada palabra que decías hacia que se sonrojara más.

– No-no es ver-verdad – dijo en apenas un susurro. La verdad te gustaba molestarlo con halagos, aun no podías creer que él no viese lo mismo que tu.

– ¡Claro que sí! Tu ropa, por ejemplo. Casi ni prestas atención a que te pones, pero todo te queda bien – se aferraba más fuerte a tu cintura mientras hablabas.

– No-no lo es...por favor linda...para... me da mucha vergüenza... –

– Pero es verdad pulpito, solo quiero que veas lo mismo que yo – al decir esto se despegó de tu cuello y te miró.

– ¿De-de ver-verdad pi-piensas e-eso de mí? – sus ojos se iluminaron, aunque había cierto temor en su voz por tu respuesta.

No importaba cuantas veces tuvieses que repetírselo, la respuesta siempre era ma misma – Sip, de verdad pienso eso de ti Tamaki y la verdad es que mucho mas, pero no quiero que te desmayes – tu respuesta produjo una tierna sonrisa por parte de tu chico y deposito un tierno beso en tus labios. Era cálido y dulce, sus labios apenas rozaban los tuyos y sus mejillas se sentían calientitas.

– Gracias linda, te amo – te abrazó y te acurrucaste junto a él.

– Te amo Tamaki – uno te tus brazos lo rodeo y acariciaste su espalda.

– Dulces sueños mi linda – beso tu frente yambos cayeron en brazos de Morfeo.


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𝐻𝑜𝓁𝒶... 𝓈𝑜𝓃 𝓁𝒶𝓈 𝟦 𝒶𝓂 ¡𝒴 𝒩𝒪 𝒫𝒰𝐸𝒟𝒪 𝒟𝒪𝑅𝑀𝐼𝑅!

𝒫𝑒𝓇𝑜 𝒹𝑒𝒿𝒶𝓃𝒹𝑜 𝑒𝓈𝑜 𝒹𝑒 𝓁𝒶𝒹𝑜, 𝓂𝑒 𝒾𝓃𝓈𝓅𝒾𝓇𝑒 𝑒𝓃 𝑒𝓈𝓉𝑒 𝓂𝑜𝓂𝑒𝓃𝓉𝑜 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝑒𝓈𝒸𝓇𝒾𝒷𝒾𝓇

𝐸𝓈 𝓆𝓊𝑒 𝓂𝒾 𝓅𝑒𝓇𝓇𝒾𝓉𝒶 𝑒𝓈𝓉á 𝒶 𝓂𝒾 𝓁𝒶𝒹𝑜 𝑒𝓃𝓉𝑜𝓃𝒸𝑒𝓈 

𝒽𝑒 𝑒𝓈𝓉𝒶𝒹𝑜 𝒸𝑜𝓂𝑜 𝟣 𝒽𝑜𝓇𝒶 𝓆𝓊𝒾𝑒𝓉𝒾𝓉𝒶 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝓃𝑜 𝒹𝑒𝓈𝓅𝑒𝓇𝓉𝒶𝓇𝓁𝒶 𝓍𝒹.

 𝒴 𝒷𝓊𝑒𝓃𝑜... 𝑒𝓈𝑜 𝑒𝓈 𝓉𝑜𝒹𝑜 𝑒𝓈𝓅𝑒𝓇𝑜 𝓁𝑒𝓈 𝑔𝓊𝓈𝓉𝑒

One Shorts / Escenarios // Tamaki Amajiki / SuneaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora