Extraño (Flexkato)

13. Te veo en el lugar de siempre.

Muzi soltó un largo suspiro antes de entrar a lo que era su antigua casa, sabía bien que sus padres trabajaban a esta hora y que a muy entradas de la noche iban a llegar.

Dejó su maleta en la entrada y miró detenidamente el lugar, miró los cuadros colgados, miró las figuras de cristal en los estantes, miró los sofás, miró las alfombras y pensó que todo estaba igual como en el día en el que se fue. En su corazón sintió una inmensa tristeza que lo hizo romper en llanto; Sebastián aún no podía creer que había vuelto, sintió unas inmensas ganas de abrazar a sus padres, tenía ganas de olvidar las heridas que dejaron su áspera actitud y estrecharlos entre sus brazos por un largo tiempo.

Limpió inútilmente sus lágrimas y subió a su habitación, está estaba ordenada, su ropa estaba doblada dentro de sus cajones y su cama estaba tendida, Astian recordó que no la había dejado de esa manera, recordaba que había sacado toda la ropa de su lugar y lo que pudo la guardó en sus maletas, recordaba que su cama estaba en un completo caos porque de abajo del colchón sacó sus ahorros para su viaje, recordó que tiró sus videojuegos y figuras al suelo en un momento de ira y ahora parecía que nunca se había ido; sintiendo aún que las lágrimas no cesaban se sentó en la cama pensando en como lo iban a recibir sus padres ¿Estarán enojados?- pensó inquieto -¿Estarán felices?.
Una llamada interrumpió sus pensamientos, sabía que no era de sus padres, ellos nunca llaman o atienden el teléfono a estas horas, al mirar la pantalla vio que era su roomie quien llamaba.

-¿Estás bien?- preguntó apurado -digo no te pregunto si llegaste bien porque me respondiste por Whats así que llegaste así que...

-Tranquilo, llegué bien- el castaño trataba de forzar la voz para que no sonará rota por tanto llorar.

-¿Estuviste llorando? ¿Seguro que está todo bien?- al parecer su intento fue en vano -No me basta que me digas si, enciende la cámara.

Y así lo hizo, a través de la pantalla le mostró su lado frágil, su lado que con la mirada le expresó que en verdad necesitaba un abrazo.

-Tranquilo, sé como se siente volver- Carlos le sonrió para calmar su inquietud -ahora ya que estás con la cámara, muéstrame tu habitación.

Pese a su cansancio emocional y físico la pasó hablando con Flex a través de la pantalla, esa llamada hizo que por un momento se olvidara de la inquietud que llenaba su alma.

[...]

Ya era hora, sentía la nariz helada, sus piernas temblaban, su corazón latía fuertemente y sus manos no podían estar quietas. De repente vio la puerta abrirse y a sus padres entrar.

-Hola, papá, mamá- Sebastián respiró hondo -he vuelto para hablar.

Los dos adultos corrieron a abrazarlo y lloraron sobre su ropa.

[...]

Hoy era su último día en su casa, la semana había pasado volando y ahora era momento de regresar al nuevo lugar al que llamó hogar.

-¿Piensas volver alguien día?- preguntó su madre sentada a los pies de la cama.

-Cuando vuelva a pedir vacaciones volveré a quedarme pero por el momento- Muzi se acercó y le besó la frente a la mujer -No puedo hacer eso.

-No te preocupes y recuerda que siempre tendrás aquí un lugar al que volver.

[...]

Sebastián junto con sus padres esperaban que lo llamen a su vuelo, en medio de su espera recibió la llamada del peliazul.

-Astian...- le gritó desde el otro lado de la línea alargando la última sílaba.

-No grites, me vas a dejar sordo- le reprendió el castaño.

-Sisi, quiero ver a tus padres- Sebastián sabía bien los gestos que la cara de si roomie tenía, probablemente no podía dejar de sonreír y sus ojos destellaban como un par de estrellas.

En seguida cedió a su petición y sentado entre sus padres encendió la cámara.

-Papá, mamá saluden a Carlos- les dijo -él es mi roomie.

Después de charlar así un rato era momento de marcharse, abrazó fuertemente a sus padres una última vez y caminó hacia el angar.

-Antes de colgar, mañana- le dijo a Flex -te veo en el lugar de siempre.

Y con esa frase emprendió camino de regreso a casa.