Vacaciones, dulces vacaciones.
-Astian, mátame- dijo Carlos alargando la última vocal de la palabra -estoy cansado de vivir.
El nombrado soltó una pequeña carcajada y le lanzó una almohada a la cara.
Habían pedido vacaciones después de ya haber trabajado por más de un año en ese lugar, un mes sin hacer nada sonaba bien para los dos y así lo decidieron.
Muzi no había tenido la oportunidad de recorrer la ciudad en la que estaban viviendo por lo que Flex hizo de guía para mostrarle las maravillas maravillosas de su tierra natal pasaron una semana explorando lo posible, la semana siguiente se sentaron frente al televisor de la casa de los padres del peliazul durante horas viendo series y películas, esa semana la pasaron entre carcajadas y uno que otro momento sentimental en donde Carlos posaba su cabeza en el hombro de Muzi. Ahora estamos en la actualidad, la verdad habían miles de cosas interesantes que hacer pero la semana que la pasaron en la casa de los padres de Flex fue algo... Incómoda, el padre los miraba desde el comedor como los hombres que tratan de sacarle la verdad a los acusados, con una mirada penetrante y de desaprobación, Muzi solo tragaba grueso e ignoraba el sentimiento de estar en una película de terror, pero igual no podía evitar mirar de reojo al señor que cada tarde, de manera puntual, se sentaba tras ellos a comer o leer el periódico. El castaño recuerda que hubo una vez en la que en la cena entablaron su primera conversación, este transpiraba como en su pubertad, su respiración era un poco agitada y sentía cada vez que le dirigía la palabra un escalofríos que le recorría la espina dorsal.
-¿Por qué quieres quedarte en casa? Podemos ir a la casa de mis padres a ver Netflix o jugar- cuestionó Flex que estaba tirado en el suelo.
Los flashbacks de la mirada penetrante del padre del contrario aparecieron en su mente y en seguida le tiró una almohada para que disimuladamente entendiera que no quería pisar ese lugar en un largo tiempo.
-Creo que molestamos mucho a tus padres esa semana- Muzi miró hacia la ventana -que tal si esta semana aprendemos a bailar, Becca se ofreció a enseñarnos si no teníamos nada que hacer.
-Me parece mejor plan que el pasar toda esta semana tirados en el suelo y además...- el peliazul le regresó las almohadas -lanzas como niña.
[...]
Bien, ahora sabía que tenía dos pies izquierdos por más que quería no podía seguir el paso de Zara, la chica con la que estaba bailando, cada vez que se confundía le sonreía tímidamente y esta le regalaba una pequeña risita seguido de un dulce "no importa". Por momentos levantaba la mirada de sus pies y miraba a Carlos riendo con el chico que tenía de pareja, en seguida Zara ponía su mano sobre su hombro para decirle que el baile era un medio para soltar sus sentimientos y que se relaje, ante eso Sebastián le sonreía ladino y con el rabillo del ojo seguía tratando de descifrar lo que era tan gracioso para Flex.
Al final del día Zara le dio su número seguido de un coqueto guiño, Sebastián le sonrió y no dijo nada, cuando ella se fue pensó como decirle que era Gay.
-Eh señor conquistador, nos pasó una situación similar mira- Habló Carlos mostrando el papel que le dejó el chico con el que había bailado -pero al final le dije que no es mi tipo.
-Entonces ¿Quién es tu tipo?-
Su roomie le dio la espalda y se dirigió a la salida, dejándolo ahí con la curiosidad de saber si de casualidad por obras de la vida calzaba en las características que buscaba aquel peculiar individuo.

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Extraño (Flexkato)
Fiksi PenggemarSebastián agobiado de su vida, huye de su país. Cansado de no tener un lugar donde sentir paz, llega a Colombia donde conoce a Flex, un chico bastante peculiar, su extraño optimismo hace que Muzi empiece a darse cuenta de muchas cosas. Carlos por o...