Extraño (Flexkato)

6.-Cábalas/Agüeros para año nuevo

Era tiempo de volver.

Las calles de la ciudad de Colombia se llenaron de parejas melosas, de grupos de amigos o de solitarios individuos que caminaban en la noche en para disfrutar la ciudad en los últimos momentos del año o esperando la hora para cumplir los extraños Agüeros o cábalas como lo es dar la vuelta a la manzana con una maleta, quemar papeles con todo lo malo que se quiere dejar atrás o quemar el año viejo.

-Lo mejor que puedes hacer aquí en fin de año es un incendio- bromeó Flex, el contrario lo miró confundido -lo entenderás después-

Muzi río y continuó observando con atención a cada persona, de repente en la otra acera vio a una señora parecida a su madre ante esa extraña coincidencia Sebastián sonrió ladino y volvió a preguntarse si debería llamarla.

[...]

Faltaba media hora para las doce y los chicos estaban sentados en el mesón con la cabeza llena de dudas.

-¿Crees que debería llamarla?- preguntó el castaño sin mirar a su roomie.

-En lo personal, creo que es lo mejor que puedes hacer, ella debe estar preocupada por ti-

Flex miró al suelo pensando en su familia ¿Por qué debía ser esto así? Astian al ver eso lo abrazó brevemente al contrario y le dedicó una dulce sonrisa.

-Cuando sea la hora ¿crees que deberíamos salir con maletas a recorrer la manzana mientras tenemos lentejas en el bolsillo o guardar dinero en los bolsillos?- Habló el peli azul.

-Yo tengo una cábala especial para hoy- habló el castaño -aunque creo que es una mejor idea comer las lentejas- a la mente del chileno llego un extraño pensamiento -¿Tus padres viven a unos diez minutos de aquí, verdad?- el chico asintió -Deberíamos ir a verlos-

-Ellos no qui...- Flex fue interrumpido por la alarma que anunciaba que había iniciado un año nuevo, cuando conectó su mirada con el contrario vio como este se sacó la camisa.

-Quítate la camisa Flex-

-Eh eh ni siquiera me invitaste a salir y ya me sales con esto-

-Es una cábala, así que quítatela- Carlos lo miró extrañado y se sacó la camisa - ahora ponte la mía y yo me pongo la tuya-

-¿Este extraño agüero no es nada malo, verdad?- Muzi solo soltó una carcajada.

-Ahora hay que ir a ver a tus padres-

Sin previo aviso el castaño tomó la mano del contrario y lo jaló para comenzar a correr.

[...]

Mientras que Sebastián se quedó arreglando las cosas por teléfono con su madre, Carlos se aproximó a su casa.

Con lentejas en sus bolsillos y con los nervios a flor de piel, Flex tocó la puerta de lo que era su antiguo hogar y quien abrió fue su madre. Esta lo abrazó y lloró sobre él pidiendo perdón.

-Feliz año nuevo mamá- el peli azul tenía una gran sonrisa sobre su rostro.

-¿Vas a volver?- preguntó su madre limpiando sus lágrimas.

Carlos miró hacia el castaño y respiró hondo.

-No mamá, pero prometo venir los domingos a charlar-

Tras decir eso el chico le dio un beso en la frente a la señora y regresó con el castaño, a pesar de querer con todo su corazón tener las cosas que dejó, prefirió mil veces quedarse con el chico del aeropuerto.