𝐆𝐑𝐀𝐕𝐈𝐒 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍 ☂️

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Estaba sorprendido

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Estaba sorprendido.

Fue algo inesperado, pero sus manos viajaron rápidamente a su cintura pequeña y se aferró fuertemente allí. Tenía tanto tiempo queriendo sostenerla y joder, eso era mucho mejor de lo que alguna vez se había imaginado. Ben no fue tan consciente del tiempo que se estuvieron besando. Ella era suave, con curvas delicadas, con ese calor intoxicante y un sabor a licor en los labios. Perfectamente equilibrada para su extraño gusto, aún rebasando sus expectativas de a qué sabrían los besos de Rey.

Su secretaria inclinó la cabeza y él aprovechó el movimiento para meterle la lengua en la boca. No se perdió del delicioso gemido que surcó su garganta, o la forma en la que la castaña suspiró extasiada cuando sus manos bajaron lentamente hacia su trasero. Fue como tenerlo todo de un solo golpe, como aferrarse a ese sueño loco donde su secretaria había sido su anhelo más disparatado y que desesperadamente había intentado sofocar.

Él era... un hombre indeciso. Con temores — como todos los seres humanos.— con un particular gusto por las cosas extrañas y, desde luego, siendo su empleada uno de sus deseos más morbosos.

Ella lo tenía anonadado. Como un niño recibiendo juguete en navidad, descubriendo que era mejor de lo que había pedido. Porque ella era noble, inteligente y perspicaz.

Y tenía un cuerpo de infarto.

Rey estaba tan imposiblemente fuera de su alcance, que incluso estaba firmemente convencido de que nunca lo vería como algo más que su jefe odioso y malcriado.

Bastante incorrecto era ya que todo hubiese terminado de esta manera. Bajo la luz opaca de su garaje o la fiesta aburrida de sus padres sobre su cabeza. En todos los sentidos, esto no había sido lo que él tenía en mente, pero bien, era mejor de lo que lo pudo haber planeado en su cabeza.

Rey llevó sus manos a su cuello, dejando que sus dientes mordieran suavemente su labio inferior. Kylo se sintió a endurecer cuando lo hizo y maldición, no podía dejarse llevar por este juego. No cuando algún curioso de sus invitados decidiera escabullirse en el garaje y exponer ante todo el mundo que se estaba follando a su secretaria.

Aunque no fuera así.

Tuvo que separarse, muy a su pesar, incluso si la chica gruñó ligeramente por ello y se negó con ferviente persistencia. Estaba tan enojada porque la soltara,  porque dejara de acariciar su delicioso trasero, que tuvo que sonreír extasiado por lo atrevida que era.

Se detuvo para admirarla durante segundos.

Al principio, cuando llegó a su cargo sólo quería follársela. Una aventura de una noche para quitarse la tentación, porque Rey era físicamente demasiado su tipo. Creyó que renunciaría rápidamente ya que nunca nadie había durado mucho en el puesto lo suficiente. Él era obstinado y complicado, demasiado demandante como director, porque le gustaba que todo fuese hecho a su manera y con resultados no menos que perfectos.

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