Yes Ma'am! | WANDANAT / SCARLETTWIDOW

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—¡¡¡Quien llegue a la banca primero GANA!!!— gritó Pietro con entusiasmo. Obviamente el menor ganó, no se podía esperar menos del campeón del equipo de atletismo y de 100 metros lisos del campus.

—Claramente te deje ganar— dijo el otro cuando al fin llegó a la meta.

—Quisieras que fuera así— ambos solo rieron.

Después de esa carrera se dispusieron a comer un churro que habían comprado antes (de un puesto de comida que Peter había recomendado[muy buena elección, por cierto]).

El rubio estaba contando una anécdota de su pasado, pero el menor dejó de prestar atención cuando se fijó en los labios bañados de azúcar del otro. Se inclinó y lamió los labios de mayor sin pensarlo. "¿Qué acabó de hacer?".

El peliplateado quería salir corriendo en ese momento, quería que se lo tragara la tierra. ¿Por qué había hecho eso? Claro que quería tocar sus labios, pero no de esa manera. Clint no lo quería, o ¿si?

Pietro solo esperaba lo peor. Cubrió su rostro con sus manos por la vergüenza que estaba pasando, pero Clint retiró sus manos lentamente —Siempre eres más veloz que yo, niño—

—¿Qué-?— y Pietro inesperadamente recibió un beso corto de Clint.

Como acto involuntario el menor tocó sus labios. "¿Clint acaba de hacer qué?". El rostro pálido de Pietro sufrió un sonrojo salvaje que no pudo ocultar, por lo Clint rió pensando "es tan tierno".

Pietro al escucharla risa del otro quería llorar, sus ojos se cristalizaron "¿acaso se está burlando de mi?".

El mayor cuando notó esto, por lo que se apresuró y explico —No me rio de ti, solo que... yo planeaba decirte esta noche que... tengo sentimientos por ti. Lo tenía todo planeado, mira...— y procedió a guiarlo por el parque hasta que llegaron a una parte un poco más alejada. Llegaron a un claro donde había un mantel, una cesta de comida y algunas velas artificiales —quería hacerte esta sorpresa, puedes decirme que soy muy cursi... pero tú lo vales—

Pietro estaba llorando, era un mar de lágrimas, y esto preocupó al rubio. Iba a abrazarlo para calmarlo pero el menor lo tumbó, haciendo que ambos cayeran al suelo abrazados —yo también te quiero vejestorio— susurró entre jadeos al oído de Clint, y así se quedaron abrazados en el césped un buen rato.

Era de mañana, un nuevo día para Wanda. Iba a tallar sus ojos como de costumbre después de despertar, pero un agarre detuvo su mano izquierda de realizar dicha acción —Debes de ser cuidadosa, linda, necesita sanar tu ojo— le dijo la rubia en el adormilada mientras acariciaba el brazo de la pelirroja.

—¿Desde hace cuánto estás despierta?— esperaba que Natasha siguiera dormida.

—No mucho, lo suficiente para evitar que te lastimaras— dijo con una sonrisa.

Wanda se volvió a recostar a un lado de Nat, y así estuvieron un buen rato abrazadas, disfrutando del silencio matutino, hasta que el estomago de la mayor rugió.  Nat miró apenada a Wanda y dijo —Voy a ir a prepararnos algo de comer—

La menor soltó una pequeña risa y se levantó de la cama diciendo —te acompaño—

—Oh no, no no no no, tú...— hizo una pausa y jaló a Wanda a la cama —...te quedas aquí. Debes descansar—

La otra con un tono de suplica dijo —Por favoooor, me quedo en la mesa, pero no me quiero quedar aquí sola— y terminó con un puchero el cual terminó de convencer a la rusa.