Capítulo 15

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Ramón Timberlake

Bajo las escaleras mientras acomodo mi corbata. Otro día más en el que hare algo que nunca quise hacer.

Nunca quise ser el CEO de una empresa, y mucho menos de la empresa de mi familia. Desde pequeño me fascinaba la pintura, bueno hasta ahora. Pero sobretodo amaba dibujar.

Soñaba con estudiar arquitectura construir edificios, hoteles, bares. Aunque ese sueño tuvo que convertirse en solo un sueño cuando crecí.

Luego de que mi padre descubrió la infidelidad de mi madre, todo se vino abajo. El padre sonriente y cariñoso con su familia que tenía murió y en su lugar apareció uno frio...Uno sin sentimientos. Me dolía ver a mi padre en ese estado, le costó meses "recuperarse", bebía muy seguido.

Las discusiones con mi madre se volvían muy seguidas. A veces tenía que llevar a Erick fuera de la casa para que no escuchara sus gritos.

Un día encontré a mi padre en un rincón de su escritorio con una pistola en su mano, pensé lo peor. Hice algo de lo que me arrepiento muchísimo ahora. Esa noche le prometí que haría todo lo que estuviera a mi alcance para que todo volviera a ser como antes. Lo que no pensé es que al hacer esa promesa tendría que olvidar mis sueños.

Aunque ciertamente me odio por pensar así, tenía que hacer algo para que mi familia ahora destruida volviera ser como antes. Tenía que cargar con ese peso...Soy un Timberlake después de todo.

Llego a la cocina de mi casa y me siento en uno de los bancos que están justo al frente de la repisa

—Buenos días Ramón —Me saluda Esmeralda

—Buenos días Esmeralda— Ella me sirve una taza de café y luego la veo cortar un poco de fruta.

Sin duda Poppy tiene un gran parecido a su madre. Por cierto ¿Dónde está?

—No eh visto a Poppy desde la mañana ¿Hoy fue temprano a clases?

—Si...Creo que si —Algo que aprendí de los Kendrick es el sonido de su voz cuando están tristes.

Observo mi reloj de mano. Definitivamente Poppy no es el tipo de chica que se levanta temprano, la conozco, siempre llegaba tarde la escuela. Ser puntual no es una de sus virtudes.

Reviso mi celular mientras bebo mi taza de café. Observo la fecha del día de hoy en la pantalla de inicio.

Mierda.

Hoy es...El día en el que ocurrió el accidente. Rápidamente bebo mi café y salgo a paso ligero de la casa.

Poppy no está en la universidad sin duda. Tengo idea de donde posiblemente debe estar ahora. Debo que asegurarme que está bien.

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Detengo el auto a un lado de la carretera. Suelto un suspiro de alivio cuando la veo.

Se ve tan frágil...

Lentamente me acerco a ella y cuando estoy a solo unos centímetros la abrazó.

—Cada lágrima que sueltas, una herida que se borra—Susurro

Eh hecho varias promesas, siempre las eh cumplido todas. Pero la que hice con ella es especial. Cuando éramos pequeños solíamos hacer varias travesuras y de muchas de ellas no salíamos ilesos, la mayor parte terminábamos con la cabeza rota o un brazo fracturado.

Pero curiosamente cuando nos hacíamos daño, no actuábamos como cualquier niño haría, no nos poníamos a llorar, nos echábamos a reír. Éramos un par de locos. Un par de locos inseparables. Cuando nos hacíamos un daño físico eran risas, pero cuando era una herida interna eran lágrimas. A ambos nos tocó familias complicadas y estas tenían algo en común

Intensamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora