¿Cuando aprendí a quererte tanto?

IX

Estaba pensando en hacer algo que jamás había hecho, intentaría nuevamente hacer que Lea me hiciera caso, claro que con una nueva técnica.

Y de paso esperaba poder ayudar a Ryan, porque después de lo que nos contó tampoco podía quedarme de brazos cruzados, el necesitaba ayuda y yo estaba dispuesto a brindársela, sin importar que terminara siendo o termináramos siendo la burla de la escuela durante meses.

Nadie olvidaría lo que haría, ni siquiera Lea, además de que claro estaba que yo no dejaría que lo olvidara.

Estaba pensando en cantarle una canción, no sabía bien cuál, pero sin duda sería una de Luis Fonsi, porque sé que es uno de sus cantantes favoritos, de hecho, había sacado una canción que a mi parecer estaba perfecta y estaba pensando en cantársela.

Estoy convencido de que con ello seguro me escuchará, no faltaba mucho para su cumpleaños, el 30 de junio, y después de eso, a lo mucho unos 15 días más y salíamos de vacaciones.

Tenía suerte pues aún estábamos a 11 de mayo, y disponía de tiempo suficiente para preparar todo para el día de su cumpleaños que por suerte caía en viernes.

Pero primero que nada necesitaba la ayuda de sus amigas, y para eso tenía que explicarles como estuvo todo y lo que realmente había pasado.

Y para ello necesitaba la ayuda de Emma, a quien seguramente le creerían, porque por la relación que tiene con el hermano de Lea es cercana a las chicas y se ha ganado su confianza y cariño.

Sin embargo, ahora que lo pienso y por lo que he observado parece ser que Alexander se ha interesado por Diane y eso tiene a Ryan que se trepa por las paredes, creo que finalmente se dio cuenta de la clase de amigo que tenía, sé que para mí debería de ser mejor que Alexander se interese por otra, sin embargo, por mucho que quisiera sentirme feliz no puedo.

Puesto que Ryan es mi primo y sé que aún siente algo fuerte por ella, así que como ya dije si puedo hacer algo para ayudarlo a que estén nuevamente juntos.

Pues lo haré.

Ha pasado ya una semana y hoy finalmente hablaré con las chicas, Emma las citó a todas en el Crown, ahí llegare yo y trataremos de convencerlas de ayudarnos.

De hecho, Ryan me dijo que igual iría, que tenía algo importante que decirme, y bueno realmente ya no podía esperar a que se llegara la hora, solo esperaba que las clases terminaran pronto.

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Cuando las clases finalizaron, me dirigí a la salida y pude ver que Emma ya estaba esperando a las chicas.

Me senté en una de las jardineras cercanas a la puerta de entrada/salida y esperé que se fueran todas, para poder irme yo también, además quería ver a Lea.

Unos 5 minutos después, vi como las chicas se despedían de Lea y se iban junto con Emma.

Lea se fue a sentar a una banca cercana a donde estaba yo, sin poder evitarlo, me acerque a ella para tratar de hablarle.

Estaba de suerte, pues su hermano tenía práctica y salía quizá dentro de 20 minutos, y eso para mí era tiempo suficiente.

Cuando me acerqué y me senté a su lado, no supe si noto mi presencia o no, o si prefirió ignorar que estaba ahí, me sentía muy nervioso y no sabía que decirle.

En momentos la miraba y podía sentir que ella igual me miraba, luego de un rato en silencio hablé.

- ¿Ya no sientes nada por mí? -

Ella me volteo a ver, pero no respondió, sólo me miraba y en ese momento, en el que ambos nos mirábamos me llegó el impulso de besarla, de juntar nuevamente nuestros labios y perderme con su dulce sabor.

...

Tomando valor me comencé a acercar, lentamente, buscando alguna señal que indicará que me detuviera, pero no la había, ella lo quería tanto como yo, estábamos a nada de besarnos, ella había cerrado sus ojos, esperando con ansias recibir el beso, estaba por acortar la poca distancia que quedaba, cuando de pronto sentí como alguien me jalo desde atrás, tirándome al suelo.

No me dio tiempo de reaccionar, porque enseguida se abalanzaron sobre mi propiciándome fuertes puñetazos en la cara, uno tras otro.

Sentí como la sangre comenzaba a escurrir por mi cara, solo escuchaba como Lea gritaba llorando que me soltara y se detuviera.

Dejé de sentir que me golpeaban, me dolía la cara y la espalda, seguía algo aturdido y con cuidado traté de ponerme de pie.

Vi como Lea me tendía una mano con la intención de ayudarme a levantarme, la acepté y con cuidado me ayudó a incorporarme, le sonreí brevemente, no me esperaba aquella golpiza, pero sin duda creo que valió la pena.

Con mucho cuidado Lea pasó su mano por mi cara herida, limpiando con sus dedos los rastros de sangre, ella seguía llorando, viendo mis heridas y negando con la cabeza.

Tomé su mano y le sonreí, a lo lejos pude ver a su hermano mirándome con odio, esperando muy enojado a Lea y por mucho que me encantara estar así con ella, no quería causarle más problemas.

-Creo que te están esperando, quizá sea mejor que te vayas, ya te he causado suficientes problemas como para que encima te pelees con tu hermano por mi culpa. -

-Yo...lo siento Steven, en verdad lo siento mucho-

-No te preocupes, no es tu culpa, yo solito me lo busqué-

La miré a los ojos y paso algo que no esperaba, me abrazó, aferrándose a mi como si su vida dependiera de ello, me sorprendí demasiado, pero la abracé igual, aferrándola a mí, disfrutando del momento, no queriendo dejarla ir.

Ella se separó un poco de mí, para verme a los ojos, se acercó y me besó rápidamente, se separó de mí y corrió hacía donde se encontraba su hermano.

Me quedé parado ahí, estupefacto, sin reaccionar, ella volteó y me sonrió, despidiéndose con la mano, como bobo agité la mano y le sonreí de regreso, despidiéndome de ella.

Su hermano la miraba asombrado, al igual que yo, pero parecía no darle importancia, comenzó a caminar hasta que la perdí de vista.

Este sin duda era el mejor día de mi vida en mucho tiempo, a pesar de la gran golpiza que me dio su hermano, no importaba lo que sucediera después, esto me había confirmado que no le soy indiferente, que aún tengo una oportunidad.