XIV

3 0 0
                                    

Hoy era un día muy especial, mi primera cita con Lea no es que antes no hayamos tenido citas o salido solo nosotros dos. Pero era la primera vez desde todo lo qué pasó que salíamos de verdad, una cita real, tal cual debe ser. Mentiría si dijera que fue sencillo planearla, me costó bastante encontrar el lugar perfecto y hacer que accediera a salir conmigo pues, aunque ya habíamos resuelto nuestros problemas y quedado en intentarlo de nuevo, aún se negaba en ciertas cosas.

Sin embargo, se lo mucho que el entusiasmaba la idea de tener una cita real, que superara las otras citas, dado que quería que todo fuera especial y crear nuevos recuerdos juntos decidí que almorzaríamos en su restaurante favorito, en el que sin querer nos habíamos topado más de una vez antes de siquiera enterarme de sus sentimientos hacía mí. El plan para hoy es pasar todo el día juntos, ir a lugares especiales y por la noche pedirle que salga conmigo formalmente frente a sus padres.

Así que la palabra nervioso se quedaba corto a como en verdad me sentía, dejando de perder más el tiempo salí de mi departamento rumbo a su casa, aún era algo temprano, pero si no me daba prisa podía hacerse verdaderamente tarde.

Al llegar a su casa me encontré con que su hermano y ella ya me estaban esperando afuera, baje del auto para saludar y abrirle la puerta a Lea, Gerald se acercó y se despidió de su hermana, antes de que diera la vuelta para subirme yo también, su hermano se me acerco y de la forma más amable posible me comentó que si volvía a lastimar a su hermana o a siquiera hacer que derramará una lagrima lo pagaría muy caro. Sonreí nerviosamente pues sabía que no bromeaba, asentí y le dije que no se preocupara que no volvería a suceder.

Que puedo decir la cita fue mejor de lo que esperaba, ambos la pasamos muy bien, nos divertimos mucho y si aún había alguna incomodidad entre nosotros, desapareció muy rápido; después de ir a almorzar caminamos un rato por el parque central, compramos un helado y platicamos durante buen rato sentados bajo la sombra de un gran cerezo, más tarde fuimos al parque de diversiones, hace mucho que no íbamos, así que aproveche que Matthew me había dado unos pases y fuimos a seguir pasándola bien.

El día estaba por acabar y puedo decir que sin lugar a dudas ha sido de los mejor que he vivido en lo que va de estos tres meses, muchas cosas pasaron desde lo ocurrido en la cafetería de la escuela, la graduación estaba cada vez más cerca, Lea y yo habíamos progresado mucho, ya hasta la acompañaba a su casa de regreso de la escuela, Diane y mi primo eran oficialmente novios llevaban ya dos meses saliendo y juro que no he visto a una pareja más extraña y feliz y es que la cosa es...Ryan se volvió muy popular entre las chicas de la escuela, quienes no dudaban en intentar acercarse a él, provocando que su novia se pusiera celosa, y en contra de todo pronóstico.

Diane no montaba ninguna escena, al principio le molestaba bastante, tanto que dejaba de hablarle a Ryan y comenzaba a ignorarlo y tardaba horas en volver a hablarle, era o que se le pasaba el enojo o que Ryan la asfixiaba con tantos mimos que para que la dejara en paz lo perdonaba, ahora el acoso que sufre su novio solo le causa gracia y no es hasta que él promete que hará lo que sea con tal de que lo ayude a librarse de aquellas mujeres locas, que Diane entra en acción a rescatarlo, se acerca muy sonriente abriéndose paso entre todas, lo toma de la camisa y lo besa, ante la atenta mirada de todos entrelaza sus manos y salen de ahí, voltea y le saca la lengua a las fanáticas de su novio.

Steven estaba tan sumido en sus pensamientos, recordando tantas cosas que no notó cuando llegaron a casa de Lea, parpadeó y sacudió su cabeza para despejar su mente, le sonrió a Lea y bajaron del auto, como no era tan tarde, Lea lo invitó a pasar, charlaron un rato y cuando fue hora de cenar Sara le pidió que se quedara, al principio se negó, no muy convencido de que aquello fuera una buena idea, pero tras dulce mirada que la mujer le lanzó, aceptó gustoso.

Al principio la cena transcurrió en completo silencio, nadie decía nada solo se miraban unos a otros o miraban su plato, hasta que la señora Sara cansada de tanto silencio decidió romperlo.

- Entonces Steven ¿Ya sabes que vas a hacer luego de graduarte?, recuerdo que Lea había comentado una vez que querías ser médico, ¿Aún piensas estudiar medicina? -

Se aclaro la garganta y disimulando lo mejor que pudo sus nervios habló.

-Bueno si, he estado viendo algunas opciones de universidades, también últimamente he estado estudiando bastante ya que los exámenes suelen ser muy largos y complicados, no muchos logran entrar, así que, pese a que confío en mí y en mis conocimientos, no quiero confiarme del todo

Lea no pudo evitar sonreír orgullosa de que su Steven fuera además de guapo, muy listo.

- Eso es muy interesante, y en cuanto a las cartas, ¿Ya tienes en mente a quienes les vas a pedir la recomendación? -

- Si, de hecho, un amigo de mis padres es quien me va a dar la carta, también sugirió que estudiara en su academia, pero no me gustaría entrar por influencias, prefiero ganarme el pase.

-Ya veo, escuche que Japón tiene un excelente programa, muy moderno y sofisticado-

- Si, es un gran programa, la mayoría de las Universidades son excelentes, sin embargo, aún no me decido, he estado viendo algunos programas fuera del país, que son excelentes también.

Por unos momentos la habitación se llenó de un tenso silencio, nadie sabía que decir y todos esperaban alguna reacción de parte de Lea, sin embargo ella estaba demasiado sumida en sus pensamientos como para poder hablar, ya sabía que Steven consideraba muchas opciones y no se cerraba a la posibilidades pero estaba un tanto en shock pues no esperaba que de verdad pensara irse del país, estaba un tanto contrariada pues si bien sabía que Steven triunfaría en cualquier universidad a la que fuera, una parte de ella deseaba que se quedara, sin embargo si su decisión era irse lo apoyaría igualmente.

Ya que nadie decía nada y el ambiente estaba tornándose más incómodo Scott decidió romperlo cambiando de tema, y así fue como transcurrió el resto de la noche, algunos momentos vergonzosos pero agradables, la incomodidad había desaparecido casi en su totalidad.

Al final del día y para cuando terminaron la cena Steven pidió formalmente salir con Lea quien sorprendida por aquello no pudo hacer más que emocionarse y sonrojarse bastante pues creyó que tardaría más en pedirle salir formalmente, tampoco imaginó que fuera a pedir permiso a sus padres y hermano. Al principio Scott se negó, sabía lo que le había hecho pasar a su hija y no quería que volviera a pasar por lo mismo, igual Gerald o eso aparento pues solo se rio, pero acepto, amenazándolo obviamente con molerlo a golpes de hacer sufrir de nueva cuenta a su hermanita, Sara se puso muy feliz aceptando inmediatamente, y bueno tras unas cuantas miradas y amenazas de parte de Sara, no le quedo de otra más que aceptar.

¤
¤
¤
¤
¤

¤

¤

¤
¤
¤
¤

¿Cuando aprendí a quererte tanto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora