Epílogo

1.9K 140 97
                                    

«Un año después»

El camión de mudanzas se dirigía al bosque, alejados de ambos pueblos, un punto intermedio donde no pertenecían a ningún lugar en específico, solo se pertenecían entre ellas.

Durante ese tiempo, Camila fue más libre en temas emocionales, vivía la infancia que nunca había vivido. Lauren disfrutaba todo con la castaña desde que la habían dado de alta, incluso la falta de sexo las primeras semanas por simples razones:

-Camila seguía lastimada físicamente, y Lauren se había negado de tocarla más íntimamente.

-La castaña había estado un poco traumada con el hecho de las penetraciones, había pensado que siempre dolería.

—¡Chancho!—Una voz grito entrando escandalosamente a la casa casi vacía.

Camila soltó un chillido y trato de cerrar las piernas pero Lauren le había gruñido mientras seguía disfrutando el manjar que tenía entre las piernas, sostuvo fuertemente las piernas de la castaña mientras deslizaba sus dedos por el interior de sus muslo y la abertura húmeda de la castaña.

—¡Lauren!—Se quejó en un gemido muy bajo tratando de llamarle la atención sin que abajo escucharan.

—Dj, ¿Por qué no mejor esperamos fuera?—Preguntó otra voz desde la planta baja, ella sabía lo que su mejor amiga estaba haciendo y estaba tratando de sacar a su rubia loca de ahí.

La castaña tuvo que taparse la boca para reprimir su gemido mientras Lauren le daba largas y firmes lamidas, disfrutando y saboreando su coño, deslizó dos dedos dentro de la morena, y los hizo el trabajar de adentro y afuera mientras ella chupaba su clítoris.

—¡Agh!, ¡¿Habrán salido?!—La voz de Dinah.

Lauren había sonreído burlonamente mientras veía las mejillas sonrojadas de su esposa, ella se había encargado de casarse lo más rápido que podían, la boca parcialmente abierta de la castaña mientras respiraba rápidamente para después exhalar. Lauren subió su  boca nuevamente hacia su clítoris pasando su lengua por aquel botón que reclamaba su atención, el aroma dulce de Camila le llenaba sus pulmones, y soltó un bajo gemido siguiendo disfrutando el manjar de su coño.

—Lau-Lauren, por Dios, nos pueden... Ahh, ahm, es-escuchar.

Lauren metió un tercer dedo viendo a su esposa taparse la boca para callar el grito por el orgasmo, seguía moviendo  dentro y fuera de su cuerpo con la velocidad perfecta. El coño de su castaña la apretaba aferrándose a ella, sentía las paredes de su coño, aún apretado después de meses, apretar deliciosamente sus dedos a la vez el clímax de la morena la golpeaba.

Lauren frotó su punto G con sus dedos, haciendo que su clímax se prolongara más tiempo mientras le daba suaves besos al clítoris intercalados con suaves lamidas.

—¡Bien, Chancho, se que estás en casa con una puerca Lauren!, ¡Así que me iré por unos minutos en lo que ustedes hacen sus cochinadas!—Gritó informándoles a la dos mujeres arriba.

—Amooor, Dj, vámonos por favor—Normani quería irse lo más rápido que ahí.

—Shhh Manibear, ¡Espero que terminen pronto, que la hija de nuestro señor vendrá a está casa!.

Ally siempre había apoyado a Camila, a pesar de que esta saliera huyendo siempre. Desde que Lauren había hecho oficial su compromiso, el rumor corrió por todo el pueblo, y no hay que decir que varios opinaron al respecto.

"De seguro le hizo un amarre"

"¿Qué le habrá visto para casarse con ella?"

"¿Siquiera sabe quiénes eran sus padres?"

Quien llegue al orgasmo pierdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora