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Anagapesis

Anagapesis: No sentir amor por algo que alguna vez amaste

Treinta y uno:

Le lance a Austin harina en la cara y reí-Debí saber que esto era mala idea-limpió su cara con un trapo.

-Oh vamos, sabes que esto siempre termina así-le saqué la lengua.

-Como digas cariño-sonreí y recargué mi cabeza en su hombro.

-No tengo muchas ganas de hornear Austin-admití-¿Podemos solamente, hablar?

-¿De qué quieres hablar?-respiré profundamente.

-Quiero ir a Nueva York, enserio quiero.

-Pues ve y hazlo.

-No es fácil-me separé y me senté en la barra de la cocina-No tengo dinero.

-Podrías tenerlo si quisieras-se sentó en la silla.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Vamos Kate, ¿Camisetas mojadas? ¿Un lavado de autos? ¿Vender droga? Podrías hacerlo todo y conseguir el maldito dinero-se encogió de hombros.

-¿Crees que solo eso? Maldita sea Austin, ahora recuerdo porque me aleje de ti en primer lugar-me baje de la barra y me saque su camisa-Eres un idiota-tire su camisa al suelo y camine con dirección a su habitación para tomar el vestido-Estúpido vestido rosa-las mangas se habían enredado, genial.

-Kate, ¿Qué paso? La estábamos pasando bien ¿Quieres un trago?-Austin se paro en el marco de la puerta.

-Quiero que por una maldita vez en tú vida te tomes algo enserio-deje de pelear con el vestido y lo lancé al suelo-Es de Ashley, creo que lo quiere de vuelta-tome la chaqueta que estaba en su cama.

-Lo estoy tomando enserio Kate-Austin me detuvo.

-Bien, entonces dime ¿Por qué demonios le hablaste a tu madre de mi beca en Nueva York? Olvide que tenías una gran boca Austin, eres imposible-lo empuje y comencé a caminar.

-Creí que mamá podía ayudarte ¿De acuerdo?-me detuve.

-No quiero tú ayuda.

-Eso no se lo dijiste a Jo cuando hiciste la apuesta-me gire lentamente, podía apostar a que había palidecido-¿Enamorarme? Vamos Kate, eres más buena que ese cliché de película.

-Soy mejor que eso, por eso abandoné la apuesta.

Austin sonrió, no era la sonrisa que me gustaba, era la que usaba con las chicas para obtener algo que quisiera-Ambos sabemos que sigues en la apuesta de alguna manera-se acercó lentamente, sus labios rozaron con los míos.

-¿Quieres ser parte de esa apuesta?-murmure.

-Me encanta ser el objetivo de las apuestas nena-sonreí levemente-La mayoría son sobre mí, la tuya no es la excepción.

-Entonces supongo que te encanta cuando ganan apuestas.

-¿Qué tienes en mente Kate?

Mordí mi labio-Austin Max, ¿Te enamorarías de mi?

Austin rió levemente-Creí que nunca lo preguntarías-y sin más, me besó-Prométeme que no romperás mi corazón-se separó levemente.

-¿De que hablas Max? Soy Katherine Poynter, me dedico a romper corazones-mantuve los ojos cerrados.

-Entonces supongo que debo arriesgarme-sonreí, aunque las palabras solo fueran parte de la actuación, una parte de mi quería que las sintiera de verdad y las dijera de manera sincera.

Querer a Austin Max era una tortura verdadera.

-¿Qué tal si tocas algo en la guitarra?-murmure.

-No quiero separarme de ti.

-Hagamos esto Austin-abrí los ojos y pude ver sus hermosos ojos azules-Durante estás dos semanas actuaremos como las personas más felices del mundo, una pareja de verdad y cuando volvamos a la escuela, romperé tú corazón.

-¿Cómo lo hiciste con Luke?-aparté la mirada.

-Es diferente.

-No es diferente Kate, él te quería-me separé bruscamente.

-¿Y eso qué? ¿Tú me quieres Austin?-esperaba escuchar un sí, pero sabía que eso no iba a pasar.

-Como a una hermana, eres mi mejor amiga. ¡Maldita sea Kate! ¿Por qué siempre tienes que complicar todo? Estábamos pasando un buen momento.

-¡Y tú sacaste el tema de Luke!

-¡Por qué no hemos hablado de eso!

-Bien, hablare de Luke y tú hablaras de Serena-me cruce de brazos.

-Ella ya no tiene importancia. Fue un pequeño capricho-paso las manos nerviosamente por su cabello.

-Mientes, ¿La sigues viendo?

-¿Y eso por qué te importa?-me miro sin entender.

-¡Por qué te estoy besando Austin! ¡Por eso me importa!-grite frustrada y pensé mis siguientes palabras por un momento-No seguiste a tu madre-negué con la cabeza-¿Pensabas que si tu madre abría la boca sobre lo de Nueva York y después tú venías a consolarme, volvería a acostarme contigo?-Austin se mantuvo en silencio-¡Maldita sea Austin! ¡Eres un maldito idiota! ¡Estás jodido!-lo empuje con todas las fuerzas que tenía, era una artista, no una deportista.

-No es así Kate, por favor déjame explicarte-atrapo mis muñecas con una mano y con la otra acarició mi mejilla.

-No quiero escucharlo Austin-hable rendida-Enserio no quiero escucharlo, necesitas madurar de una maldita vez y entender que no eres el centro del mundo.

-Ha sido un completo infierno sin ti Kate, dame la oportunidad de explicarme-negué.

-Quiero irme a casa Austin-sentí el nudo en mi garganta y Austin también se dio cuenta de que estaba a punto de llorar-Por favor-odiaba rogar, pero solo necesitaba eso y podía asegurar que Austin me llevaría a casa.

Me miro por un momento, como si quisiera encontrar algo-Este apartamento no es mi hogar si tú no estás aquí Kate. Se que sientes lo mismo si no estoy yo en ningún lugar contigo.

-No te queda nada Austin-murmure-Parece que las mesas se están girando.

Austin apretó la mandíbula y me soltó bruscamente, tanto que caí al suelo-Haz lo que quieras-hablo duramente-Toma todas tus cosas y lárgate a Nueva York si así lo deseas o a Inglaterra, solo asegúrate de estar en un lugar donde yo no te pueda ver.

-Si eso deseas-me puse de pie y limpie la lágrima que había salido-Vete al diablo Austin Max.