Sakura-Harem [One-Shot]🔞

Siempre seré tuya [ObiSaku]

Sakura 

Todos los días es lo mismo, nos levantamos, nos damos los buenos días, y nos marchamos cada quién a su trabajo; todo es rutina.

A veces, o mejor dicho muchas veces pienso que quizá ya encontró a alguien mejor que yo, pero mi amiga dice que no hay nadie mejor que yo. Me sube los ánimos a decir verdad, pero él me los baja con su indiferencia. 

Obito y yo nos conocimos por unos amigos en común; era muy distraído y un tanto gracioso, eso me enamoró, todos los días eran risas y diversión con él, hasta que por fin decidió hacerme su novia y luego de dos años siéndolo nos casamos. Él y yo jamás pensamos en sexo durante nuestra relacion, es mas, el día de nuestra luna de miel los nervios no lo dejaban desnudarme hasta que lo tuve que besar y excitar para que se atreviera.

Quiero que me vea como me miraba antes, con unas ganas tremendas. ¿Dónde no teníamos sexo? eso era en cualquier parte de la casa ¿pero ahora? solo me besa antes de dormir y me abraza. Quiero acción, quiero sus manos azotándome el culo, quiero su miembro dentro de mi, sus besos en mi piel y sus caricias por todo mi cuerpo. Pero eso solo se queda en una ilusión ahora.

No quiere hijos—aunque nunca me ha dicho que no—pero jamás me ha dicho que si, a diferencia de mí, yo si quiero pequeñas copias de él corriendo por toda la casa pero así como vamos con este rumbo, no lo veo a futuro, es mas, no lo veo muy posible.

Lo amo, mas que a nada pero solo está haciendo que mis sentimientos se entorpezcan por su culpa.

E intentado de todo, lo seduzco y a veces lo logro pero es todo automático. Y al final me toca encerrarme en el baño y aplicarme ayuda manual para poder sentirme un poco bien. 

Me estoy cansando y lo peor es que no lo nota. 

Solo espero tener mucha suerte ahora que llegue de trabajar.

Camino por las aceras de la ciudad de Shizuoka hasta llegar a nuestra casa, las luces están encendidas, creo ya está cocinando. Entro a casa y el olor a tempura me alegra el estomago. 

—Hola nena ¿Cómo te fue en el trabajo? —pregunta mientras mueve el sarten en la cocina.

—Creo que bien... —coloco mi cartera en la isla de la cocina —¿y a ti?.

—Estuvo pesado como todos los días —medio sonríe y me acerco a él para abrazarlo por la espalda —¿Qué sucede?.

—Solo quiero abrazar a mi esposo ¿hay algo de malo en eso? —susurro sobre su ancha espalda.

—N-no, para nada Sakura —sigue cocinando y noto lo tenso que esta, llevo mis manos abajo de su camisa y su piel se eriza, siento su piel sobre mis dedos y no hay duda que me sigue excitando.

—Quiero a mi marido esta noche conmigo —murmuro. —por favor.

—Nena, estoy cansado —me detiene las manos y aprieto mis labios —vamos a comer.

En toda la cena tuve un nudo en mi garganta, lo miraba comer tranquilo como si no le afectara en lo absoluto que su mujer lo deseara. Bajé mis cubiertos y me levanté de la mesa, lave mi plato y pasé a su lado sin decirle nada. Subí a nuestra habitación y me metí a la ducha, salí y él ya estaba en la cama. Me recosté a su lado y le di la espalda.

—Buenas noches, Sakura —musita y me besa la mejilla y se aleja. 

El llanto silencioso me rodea y no recuerdo cuando fue que me quedé dormida.

A la mañana siguiente es lo mismo, todo es rutina con nosotros dos.

Llego al trabajo y la mañana fue de lo mas aburrida.