𝐄𝐥 𝐅𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐌𝐀 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐍𝐈𝐒𝐀║sɪɢʟᴏ ᴍᴀɢɴɪғɪᴄᴏ

𝐄𝐋 𝐅𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐌𝐀 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐍𝐈𝐒𝐀

❝ 𝖳𝖾 𝖾𝗌𝗉𝖾𝗋𝖺𝗋𝖾 𝖾𝗇 𝗌𝗂𝗅𝖾𝗇𝖼𝗂𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝖺𝖽𝗂𝖾 𝗇𝗈𝗍𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝗍𝖾 𝖺𝗆𝗈❞

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Manisa

Alzo un poco el dobladillo de mi vestido para no tropezar, sentía cada jalón que me adentraba a aquel palacio me retorcía en las entrañas, cuando entramos muchos ojos se posaron sobre nosotras las recien llegadas esclavas, mire mal al sujeto que tenía apretando mi brazo.

En cuanto me dejo a lo que ellos llaman Hanam* muchas manos comenzaron a lavarme empiezo a gritar en mi idioma cosas horribles, en verdad horribles, comenzaron a ordenar que me callara pero sus amenazas no tenían ninguna importancia en mi.

— Callate Hatun — Gritaron desde el otro lado de la puerta.

Tuvieron que hacer mucho esfuerzo para bañarme, estaba entre lagrimas y temblorosa, quería que me devolvieran a casa, con mi padre, con Leo, las muchachas comenzaron hablar acerca de temas triviales o sin ninguna relevancia para mí. No entendía del todo su idioma, durante todo el camino se la pasaron hablándome en mi idioma natal, Griego.

Me quede sentada hasta que terminaron de lavarme, y me dieron ropa, en cuanto estuve lista me llevaron a quien sabe dónde, mire al guardia confundida.

— Este es el harem del príncipe Selim, esta es su entrada—  me explico en griego — ¿Ves esa mujer de ahí? — señaló a una mujer con ropas negras, entonces asentí — Ella es Fakria Hatun, con ella podrá hablar libremente de cualquier duda — me entrego unas mudas de ropa, libros, colchas — Ahora ve ahí — Indico señalando un lugar por una esquina — y ya no me hagas perder el tiempo.

Esa tal Fakria se acerco y me observo, comenzó  a conversar con el aga en su idioma pero observandome de arriba a bajo, dio una sonrisa de lado.

— Eres muy hermosa, serás Nuray significa  "Luna brillante" — Me hablo en griego — Se despidió de nosotros con una ademán y se fue.

"Es Angélica, mi nombre es Angélica"

El aga se esfumó y yo quede confundida, agache un poco la cabeza y las mujeres de alrededor me comían con la mirada, algunas miradas eran afiladas y venenosas otras eran de  curiosidad incluso desinterés, en cuanto llegue acomode todo, solo me encojo doblando mis rodillas sostenidas  escondiendo mi cara en ellas.

Por la noche fue peor hasta ahora nadie se me ha acercado ha hablarme más que esa tal Fakria, quien me advirtió todo acerca de vivir en un harén, me dio igual el discurso de como llegar al poder mediante meterme a la cama de un príncipe, mi padre siempre decía "Los reyes siempre son infelices" por algo los mayores les dan consejos a los jóvenes ¿no?, en fin tengo que tener cuidado de los celos enfermizos de estas mujeres en especial de la Sultana Nurbanu.

Veo el crucifijo que esta en mi mano derecha solo iluminada por la luz celestial de la luna.

— Buenas noches — Le susurro cerrando mi mano en puño apretando el crucifijo.

Mi respiración era ligera, mantenía cerrados mis ojos, sin embargo una sensación extraña me comienza a hostigar en el fondo de mi corazón, se siento sobre las colchas que me sirve como colchón, en estos casos solía llamar a mi padre para que viniera a  verme y consolarme, pero no esta, el recordatorio me hizo poner una mano en pecho al sentir el dolor que llego a mi corazón. Me levante sin llamar la atención de nadie, mis pies descalzos tocaron el  piso, pude temblar al sentir el frío del suelo, seguí caminando de manera sigilosa hasta que llegue a la entrada del harem, observe que no habia nadie, salí de ahí al escuchar los pasos, seguí el sonido de aquellos pasos y me encontré con un túnel, ¡Que bien! Es mi oportunidad. Tome el un candelabro con una vela encendida.