Doom x Demon Slayer

Capítulo 17

Apertura: Inferno 9 mm Parabellum Bullet

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El Asesino estaba en el bosque, entrenando durante el día. Necesitaba ponerse a trabajar para perfeccionar su nueva técnica de respiración de sangre con la que se topó. En este momento, todo lo que tenía era su primera forma. Desafortunadamente, la hoja de su brazo estaba rota, por lo que estaba usando la espada de Rengoku hasta que pudiera encontrar un reemplazo adecuado. Corrió a través del bosque, la sangre fluía detrás de su espada mientras cortaba árbol tras árbol sin pensarlo dos veces. Estaba tratando de encontrar una nueva forma, pero estaba atascado. No ayudó que no tuviera un buen control de sus nuevos poderes, por lo que no estaba seguro de qué base se suponía que debía estar construyendo. Además, estaba usando una espada completa en lugar de la espada de su brazo característico a la que estaba acostumbrado.

Se detuvo después de cortar una hilera completa de árboles, no estaba llegando a ninguna parte. Necesitaba averiguar su próximo curso de acción porque está bastante seguro de que acaba de reducir la población total de demonios aquí por un margen significativo. Eso le da menos posibilidades de encontrar el paradero de Muzan y una posibilidad aún menor de volver a su universo para detener al Señor Oscuro. Iba a necesitar un plan mejor.

Miró la espada de Rengoku, girándola en diferentes ángulos para observar su artesanía. Después de estudiarlo durante un tiempo, realizó un corte muy rápido en el aire. La sangre salió disparada de la hoja como un pequeño proyectil y cortó el árbol. El Asesino tuvo que hacer una doble toma después de lo que acababa de ver, realizando la misma maniobra nuevamente pero con menos éxito. Estaba intrigado por decir lo menos, hay potencial con este pequeño truco.

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Uzui llevó a los niños al Barrio Rojo de Yoshiwara, donde sospechaba que había actividad demoníaca. Había estado investigando durante bastante tiempo con sus tres esposas con las que había mantenido comunicación hasta que de repente se detuvieron. Los había estado buscando desde entonces, pero no ha encontrado ningún éxito, por lo que necesitaba que las mujeres asesinas de demonios fueran encubiertas y fueran vendidas a hogares separados como prostitutas para recopilar información. Los tres chicos tuvieron que infiltrarse a regañadientes como chicas, con nuevos alias: Tanjiro ahora era Sumiko, Inosuke era Inoko y Zenitsu se hacía llamar Zenko. Tuvieron que destruir su orgullo como hombres y maquillarse para que sea creíble que son niñas para hacer el trabajo.

Los edificios del distrito no tenían más de dos pisos, pero estaban llenos hasta los topes de clientes. Los peatones se apartaban unos de otros mientras compraban prostitutas como si fuera un mercado. Esto puso nerviosos a los niños, pero tuvieron la suerte de ser vendidos a los hogares necesarios donde Uzui sospechaba que sus esposas estaban anteriormente. Inosuke fue vendido a la casa Ogimoto, Zenitsu fue vendido a la casa Kyougoku y Tanjiro a la casa Tokito. Cada uno reunió toda la información que pudo, Tanjiro tuvo el mayor éxito en este momento cuando escuchó que algo le sucedió a una de las esposas de Uzui. Sin embargo, el niño sospechaba que era un encubrimiento hecho por el demonio para que nadie sospeche nada.