Law Of The Forbidden

04

Yoongi sintió secarse un poco con aquel mensaje. ¿Jugar a algo que quedara entre ellos? ¿Qué? Alzó una ceja y dudó un poco antes de contestar el mensaje; Jimin no estaba ya en línea así que podía tomarse el tiempo de responder. Escribió y reescribió el mensaje mil veces, ¿por qué estaba tan nervioso? No parecía ser nada malo... ¿verdad? Bufó y finalmente soltó un "te leo" con unos emojis de ojitos. Dios, eso último había estado de más.

—Tonto. — Se dijo a sí mismo, ¡siquiera le gustaban los emojis!

Se mantuvo en el chat de Jimin y cuando vio el "escribiendo", salió corriendo de la aplicación y se metió a otra. Mordió su labio un poco y finalmente vio en las notificaciones un mensaje de Jimin. No entró rápido, decidió esperar unos dos minutos antes de volver a ingresar para ver qué le había puesto el menor.

"¿Puedes venir este domingo a mi casa? A las seis de la tarde."

"De acuerdo."

No se dijeron nada más. Yoongi frunció su ceño, pero bien, no hizo preguntas en su cabeza y se desconectó para pensar en otra cosa. Supongo quedaría esperar al domingo, que ya faltaba poco... Muy poco en realidad.

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—¡Jimin! — Llamaron y el chico volteó sobre sus talones, soltando una risa. — ¿Ya te vas?

— Tengo cosas que hacer. — Dijo el menor abrazando a Hoseok con un poco de fuerza para después besar su mejilla. — Pero fue divertido.

— Deberías venir más seguido. — Dijo uno de los amigos de Hoseok que Jimin no conocía, era de otro colegio. — Todos los domingos venimos acá.

— Claro, muchas gracias. — Jimin sonrió de nuevo y Hoseok lo acompañó a la puerta, extendiéndole su suéter a lo que Jimin agradeció. — Nos vemos el lunes, ¿no?

— Afirmativo. — Hoseok asintió con una pequeña sonrisa y después vio pícaro a Jimin. — ¿A dónde vas con tanta prisa? Nunca huyes tan rápido de las reuniones... apenas son las cinco.

— Voy a recibir una persona de mantenimiento a las seis. — Explicó Jimin y Hoseok alzó más su ceja.

— ¿Alguien de mantenimiento en domingo a las seis de la tarde? — Repitió el mayor.

— Sí, ya sabes cómo son mis padres luego. Quieren que se solucione antes de que venga la gente mañana. — Jimin salió de la casa y Hoseok sintió que aquello tuvo un poco más de sentido. — ¡Nos vemos!

— ¡Cuídate! — Hoseok le hizo una última seña de despedida antes de introducirse nuevamente en la casa.

Jimin soltó un suspiro después de que Hoseok desapareció y empezó a caminar por la vereda para tomar un taxi privado hacia su casa. Lo pidió a través de una aplicación y exactamente al cuarto para las seis se encontraba en su casa, soltó un suspiro corto y a la vez nervioso, adentrándose para empezar a acomodar un poco (o mejor dicho acomodar nuevamente porque todo ya estaba impecable).

Le dio una última mirada al entorno y relamió sus labios con cuidado antes de voltear a la puerta con los ojos ligeramente expandidos cuando el timbre sonó. Se acercó a esta y respiró hondo antes de abrirla, viendo a Min Yoongi con ropa oscura y unos audífonos blancos que se quitó.

— Hey. — Yoongi levantó su barbilla ligeramente en señal de saludo. — Se me hizo temprano. Sé que aparentemente su tiempo es sagrado. —Se burló ligeramente el mayor. Jimin rodó los ojos: —Entra.

Yoongi sonrió satisfecho al verlo ligeramente irritado y se introdució a la casa enemiga, soltando un silbido notando unos maniquíes detrás de unas vitrinas con ropa excéntrica, varios reportajes hablando de la marca del padre de Jimin y muchos reconocimientos. Volteó a la derecha viendo una amplia sala con una fuente en el centro.