ENTRE TINTA [#1]

S I N O P S I S

Elizabeth White

Jamás te comprendí, jamás pude acercarme lo suficiente fue mi error, pero yo no podía hacerlo no podía decirte, estaba avergonzada ¿realmente te gustaba lo que escribía y expresaba?

Todas mis ideas y pensamientos estaban ahí, en esa maldita libreta que llego a sus manos.

Yo jamás fui lo suficientemente valiente para decirlo me aterraba el hecho de que te decepcionaras habíamos pasado por tanto que esto simplemente lo olvide, me deje caer, la capa que me protegía estaba en el piso no quería perderte no lo soportaría...

– ¿Eres tú cierto? ¡¡Eres tú!!–Me grito alterado sin despegar sus ojos de mí.

Esos ojos que había mirado tantas veces solo decían una cosa: Enojo, tristeza y lo que a mi parecer era esperanza.

Estaba completamente paralizada, quería hablar, quería decirle todo, pero mi boca no respondía simplemente estaba en shock...

¿Cómo me descubriste Baker?

–Elizabeth responde por un carajo!– grita por tercera vez, pero en un tono más calmado.

Su semblante era tenso, yo sabía que él deseaba y anhelaba encontrar a tal autora, pero ¿querías que fuera yo Baker?

Me quede en silencio el aire y la vibra que se sentía era realmente rara tenía montones de emociones juntas que no sabría describirla, ese momento no tenía una palabra definida.

Volvió a preguntar, pero esta vez con la voz más tranquila y serena como con miedo de saber mi respuesta– ¿Eres tú? –Cuando termino podía escuchar como latía mi corazón, parecía que en cualquier momento saldría de mi pecho y se iría corriendo.

"Cobarde" pensé, porque lo era, era una maldita cobarde. Todo este tiempo sabía que me estaba buscando, pero cada vez me ocultaba más, al parecer eso ya no fue suficiente, jamás me descubriste.

¿Qué mierda hiciste mal Elizabeth?

No sé cómo conteste, mi mente y mi boca coordinaron y con toda la valentía del mundo, finalmente hable.

–Si–Fue lo único que salió de mi boca, un inaudible y temeroso Si.

Para lo que para mí fueron horas tan solo fueron segundos, imaginé montones de escenarios en los que Oliver Baker se alejaba decepcionado, cabizbajo y molesto.

Pero solo... solo me abrazo, me abrazo como si el mundo se fuera acabar, como si fuera la flor más fina del campo y tuviera miedo de arrancar, en ese momento sentí como mi corazón dejaba de latir, estaba atónita.

Pasaron unos minutos, no quería que ese momento acabara, porque por muy raro que suene este chico me transmitía de todo con tan solo un insignificante roce.

Me haces sentir de todo y nada a la vez Baker

–Me alegra que hayas sido tu–Dijo finalmente en mi oído.

Su voz era tan suave y tranquila que hizo que me calmara y lo abrazara con todas mis fuerzas. En ese momento lo supe, supe que lo nuestro ya no solo se trataba de una simple y rara amistad, sino de algo inexplicable y realmente sin un título.

Cuando nos separamos nuestras miradas conectaron, tomo mi rostro delicadamente entre sus manos.

Solo duramos segundos, pero podía asegurar que habían sido los mejores segundos de toda mi vida, podía decir que, en medio de esa inmensa cancha con un hermoso pasto verde, Oliver Baker me beso.

Fue un beso lleno de emociones juntas, de sentimientos encontrados, podía jurar que mi corazón había empezado a latir con más intensidad que en mi estomago las malditas mariposas no paraban de revolotear. Cuando nos separamos nos miramos a los ojos y lo dijo, lo hizo.

–White ¿te he dicho que me gustas desde que derramaste tu jugo en mi cabeza? –Dijo con su típica sonrisa de lado.

Mierda esa maldita sonrisa...

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Bueno apenas comienza esta gran historia espero le agrade tanto como a mi me esta gustando y si es así porfi voten