Capítulo 2

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Park Jimin se encuentra en aprietos.

Después de ver la exuberante cantidad de wones que debía al hospital, más el tratamiento y los medicamentos para la recuperación de Hoseok, era imposible obviar el dinero destinado a la renta del departamento.

Aunque lo usase, no lograba cubrir todos los gastos. No tenía otra opción más que pedir prestado más dinero a sus jefes, y eso era malo, ya que estaba endeudado con ellos y anhelaba dejar ese trabajo.

Decidido y sin otra opción, hizo la transferencia de todos sus ahorros a la cuenta del hospital, quería los mejores cuidados para su hijo y del resto se encargaría luego.

—Listo —susurra para sí mismo. Un suspiro decepcionado escapa de sus labios cuando el teléfono arroja que la cuenta de ahorros ha sido vaciada, mostrando como total una cantidad de ceros.

Camina hacia la sala de espera, donde supone que Taehyung se encuentra. Los destellos anaranjados del atardecer han desaparecido por completo, mira por la ventana y es imposible visualizar el resto de las nubes, han sido reemplazadas por una cortina de neblina que acompaña la oscura noche.

En su móvil puede ver que son las siete en punto.

Guarda el celular en su chaqueta y continúa buscando al chico. Lo encuentra con el ceño fruncido y su vista enfocada en su respectivo teléfono. Se acerca despacio, no quiere ser entrometido pero la curiosidad le gana.

Parece que su yerno ha estado discutiendo. Frunce su ceño porque la cara de Taehyung refleja un poco decepción y dolor.

Mucho dolor.

No le gusta que ese bonito rostro se aflija.

—¿Pasa algo?

Pregunta tomando asiento.

—Oh... No. Bueno —alza su celular moviéndolo—. Diferencias con mi padre.

—Es tarde, debe estar preocupado.

—No creo.

El tono es bajo y un poco melancólico, sus ojitos se apagan. Jimin siempre ha tenido un don para preocuparse por la gente, entrometido sería la palabra perfecta, pero en este caso no lo considera, pues es una persona importante para su hijo el incluido en cuestión

—¿Cómo qué no? Deberías regresar a tu casa —aconseja con voz dulce. No quiere que el muchacho piense que lo está corriendo.

—Pero quiero estar aquí para cuando Hobi despierte —sus labios se abultan en un puchero.

Si funciona con el hijo debe funcionar con el padre.

—No te preocupes, de seguro lo hace mañana. Ve a casa, habla con tu padre, date un buen baño, descansa y mañana vienes, ¿de acuerdo? No acepto un no como respuesta —ordena mostrando sus impasibles facciones.

Jimin es una cosita tierna a pesar de sus años, pero cuando se ponía serio o enojado daba miedo.

Nadie se atrevía a contradecirlo.

—Siento que no tengo otra opción —musita bromista.

No era difícil agarrar confianza.

—Exacto.

Se acerca para abrazar una última vez al muchacho. Murmura unas cuantas palabras, Taehyung promete regresar temprano, y Jimin solo asiente.

Después de que Taehyung abandonara el lugar, Jimin se desparrama sobre la incómoda silla. Se encuentra cansado, demasiadas emociones en un solo día.

La noticia de su hijo fue como una bomba que lo desestabilizó para volver a reconstruirse con la confirmación de que este estaba fuera de peligro, la bomba se desactivó sin causar una explosión en su corazón.

Unintentional Love » YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora