En esta primera parte de la última temporada todo a estado inusualmente tranquilo.
Cuando de la nada aparece la cacería salvaje.
¿Qué está pasando? ¿Las personas están desapareciendo? ¿Quién es Stiles?
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Intentaba dormir pero sentía que algo no estaba bien. Era un sentimiento extraño en mi pecho.
- ¿Lo ves?- Escuché una voz familiar.
Me levanté de golpe. Sentí como todo se sacudía y escuché el sonido de un tren. Miré alrededor alterada. Me cubrí los oídos y prendí la lámpara rápidamente.
Todo se quedó silencioso.
- Lia, ¿qué pasa?- Preguntó mi madre entrando a mi habitación.
- ¿Lo escuchaste? Dime que lo escuchaste.-
- Te escuché gritando.- Respondió y fruncí el ceño.
- No, había un tren y...y la voz. Yo...yo conozco esa voz.- Titubeéz
- Cariño, fue una pesadilla.-
- No, mamá, no era...-
- Bueno, no hay un tren, y no fue un terremoto, así que, debió ser una pesadilla.-
Ella sonrió y salió de mi habitación cerrando la puerta.
- No estaba dormida.- Susurré.
[...]
Guardaba mis cosas en mi mochila rápidamente mientras comía una barrita. Se me hacía tarde.
Tomé mi cuaderno azul y al hacer un movimiento apresurado este cayó al suelo. Bufé y me agaché a recogerlo. Fruncí el ceño al ver un sobre. Había caído de mi cuaderno.
Lo tomé y leí lo que decía en el frente.
De: Para: Lia
No venía nombre. Lo abrí y saqué el papel que estaba dentro. Al leer el papel una gran sonrisa se formó en mi rostro.
Nos alegra informarle que su inscripción a nuestra escuela de actuación en Nueva York fue exitosa. Nos pondremos en contacto en cuanto recibamos su video.
Me cubrí la boca con la mano en shock. ¿Quién me había inscrito? ¿Cómo sabía que era mi sueño?
Le di la vuelta al sobre tratando de ver si venía alguna pista de quién me había inscrito. Abrí el cuaderno y lo sacudí tratando de encontrar algo pero tampoco había nada.
Suspiré y al girar la vista vi como algo brillaba en mi cama. Fruncí el ceño y me acerqué para tomar un collar que tenía un pendiente de fénix.
- No importa si no te gusta no es un buen regalo y por eso no te lo iba a...- Escuché
- Ya deja de balbucear y ponme el bonito collar.- Susurré.
Miré el collar fijamente.
- ¡Lia se hará tarde!- Escuché la voz de mi madre.
- ¡Voy!- Exclamé guardando el papel en el sobre y dejándolo sobre mi escritorio para después ponerme rápidamente el collar.
