Giros

Comienzos

CAPITULO 2

Talia Hale y Carla Lahey eran amigas desde jóvenes por lo que no era extraño que se vieran cada cierto tiempo para platicar, así fue como Derek y Camden se conocieron, pero a Derek no le caía bien aquel niño, era ruidoso, molesto y se reía por todo, por eso lo ignoraba por mas que el chico le rogaba que jugaran aunque fuera un rato. No fue hasta que los dos entraron al kínder que se hicieron amigos: todo sucedió unos días después que empezaran las clases, Derek solía sentarse en una banca solo a comer su almuerzo, entonces unos niños mayores se le acercaron para molestarlo, le tiraron del pelo y lo empujaron, de pronto una cabellera rubia muy conocida para el se acerco corriendo para tirar al suelo a sus agresores, haciéndolos llorar y escapar, Camden le dio una sonrisa orgullosa y le tendió la mano. Desde ese momento fueron inseparables, jugaban todos los días, compartieron sus dulces y sus juguetes, pasaron los años y su lazo se estrecho mas, luego nació el pequeño Isaac y Camden lo nombro hermano mayor honorario para cuidar y proteger a Isaac cuando el no pudiera.

Derek obtuvo lo que no tenia con sus dos hermanas, luchas en el lodo, guerras de almohadas, concursos de eructos y caza de insectos. Los años pasaron y Derek permaneció a lado de Camden cuando su madre murió, con diez años no entendía muy bien lo que pasaba solo sabia que aquella señora tan alegre que solía hacer reír mucho a madre no volvería y que su amigo estaba desconsolado con su partida, un brazo lo ocupaba para abrazar a Camden y con el otro abrazaba al pequeño Isaac que no paraba de llorar.

Los años pasaron aunque Camden no sonreía tanto como antes el permaneció a lado de Derek, juntos descubrieron los sentimientos que les surgían cuando veían a una chica linda y con ellos los cambios en sus cuerpos como el crecimiento repentino de su cuerpo, el vello que apareció en lugares extraños y su voz se volvió gruesa. Pasaron de intercambiar dulces y juguetes a intercambiar revistas, que veían a escondidas en el cuarto de Derek mientras Isaac jugaba con el Gameboy que le regalo Camden.

Los años pasaron y Camden permaneció a lado de Derek, un día Peter estaba de buen humor por lo decidió llevar a Derek, Camden y sus hermanas a un paseo al pueblo vecino, cuando regresaron a la mansión Hale todo se derrumbo, los bomberos luchaban por apagar en fuego mientras otros trataban de sacar a algún sobreviviente... No encontraron ninguno. En el funeral de la Familia Hale, Camden abrazaba a un Derek inconsolable, mientras Peter se aferraba a sus sobrinas que no paraban de sollozar.

Los años pasaron Derek se volvió frio y distante, pero siguió a lado de Camden cuando los problemas con su padre aumentaron, volviéndose insostenibles para el, cada semana el rubio llegaba al departamento que compartía con Peter y sus hermanas con un nuevo moretón. Los años pasaron y Derek estuvo a lado de Camden cuando este cumplió 18 y se enlisto en el ejercito, el ultimo día que estuvieron juntos olvidaron las heridas de cada uno, se divirtieron y recordaron viejos tiempos hasta que llego la noche y era tiempo de partir para Camden, lo llevo al autobús que lo transportaría a una base militar donde lo entrenarían, se dieron apretón de manos y un largo abrazo prometiéndose que se volverían a ver.

Las semanas pasaron y lo que quedaba de la familia Hale decidió que ya no había nada que los atara a aquel pueblo, hicieron las maletas y se dirigieron hacia Nueva York mientras el pequeño Isaac se despedía de ellos con lagrimas en los ojos. Los años pasaron y los chicos siguieron a lado del otro aunque fuera por medio de cartas. Camden termino el entrenamiento en seis meses, para después ser enviado a Irak, Derek termino la preparatoria en Nueva York y entro en la universidad, su vida estaba ocupada en su mayoría por los estudios y se olvido de aquel pueblito donde se crio. Eran las diez de la noche del 11 de marzo cuando una llamada entro en su celular, era Isaac quien lloraba incontrolablemente, con voz quebrada le conto que paso.