[5: Cita]

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Maratón 1/3

— ¡¿Dónde carajo estabas?! — grito aquel alfa gruñón, asustándome en el proceso.

— Yo... este... pues...

— ¡Habla! — Uso su voz de mando, asustándome aún más, estaba por responder cuando la puerta se abre y en eso entra un beta, era alto y delgado, ojos cafés y pelinegro.

— ¡¿Qué quieres jay?! — grito el alfa.

¿Él es Jay? El beta lo mira unos segundos para después hablar.

— Pues... alfa, ha surgido una fuga de la cárcel — dijo mirándome, inconscientemente mordí mi labio inferior, él alfa se volteó como el exorcista y me miro, parecía saber exactamente quienes eran los que se habían escapado.

— Vete Jay — dijo

— Pero... — Protesto el beta, pero el alfa interrumpió.

— ¡Vete! — el beta asintió y se fue, el alfa se acercó a mí yo solo agache la cabeza.

— ¿Ayudaste a tus padres a escapar? — dijo un poco más calmado.

— ....

— Responde, o usare mi voz de alfa contigo.

— Si, yo los ayude...

— Bien, pensaba darles una condena corta, pero me veo obligado a tomar acciones, a partir de ahora tus padres serán casados por la manada — Sentencio, yo abrí los ojos y me sentí terrible.

— ¡No, por favor no, te lo suplico! — dije rogando, el solo me miro y parecido pensarlo.

— Bien, te propongo un trato — dijo, yo solo escuche lo que decía ¿Un trato?

— Pero... yo no tengo nada que darte — él sonrió.

— Tienes todo lo que quiero Hoseok.

— ...

— Escúchame porque no lo repetiré ¿Bien?

Asentí.

— Voy a perdonar los crímenes de tu familia, los devolveré a la manada y haré como si nunca pasó nada — lo interrumpí.

— ¡Gracias!

— ¡Déjame terminar! Bueno, yo haré todo eso, siempre y cuando tú me dejes marcarte

Abrí mis ojos como platos ¿Dejar que me marque? ¡Alfa maldito!

— ¿Dejar que me marqués? — dije tomando mi cuello

— Si, piénsalo, te lo estoy pidiendo, sabes que si quisiera marcarte lo haría y tu no podrás hacer nada, es un trato justo, considerando todo lo que tu familia me debe — cerré mis ojos y apreté mis puños, él tenia razón, si él quisiera marcarme, solo lo haría y no habría fuerza en la tierra que lo pueda tener.

— Acepto — esas palabras salieron tan rápido de mi boca que solo noté que las había dicho, por que al abrir los ojos vi la cara de sorpresa del alfa.

— ¿Aceptas? — dijo incrédulo.

— Si, dejaré que...me marques — él sonrió y otra vez me dejó ver su sonrisa "lindo" volví a pensar, pero luego me di una cachetada mental ¿Enamorado de mi secuestrador? ¡Jamás Ese alfa tendría mi cuerpo, pero nunca lograría tener mi corazón!

— Puedes irte a tu habitación, tengo cosas que hacer

Yo asentí y me fui, llegué a la habitación y me senté, comencé a pasear estaba muy aburrido, luego la puerta se abrió y por ella entro Kai, traía una caja en sus manos.

El Último Omega | VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora