CATARSIS |JJK|

Once

23 de Diciembre

Hacía frío, quizá demasiado, sin embargo por primera vez en su vida, Jungkook estaba agradecido de poder sentir como sus pies parecían estar a punto de congelarse.

Como es que sin notarlo, había aprendido a agradecer detalles como esos, el cosquilleo y lo agradable que podía sentirse las sabanas bajo su piel.

Quizá por eso había empezado a ser más consiente de las emociones que llegaban a su cuerpo, y hasta de cierta manera lo mucho que le gustaba ver a Sky sonreír.

Y como en aquella tarde mientras anochecía, estuvo parado a su lado.

Las muletas después de un poco de práctica ya no le molestaban, había aprendido a usarlas y de vez en cuando se balanceaba como forma de juego.

Pronto incluso podría correr. A demás que tenerlashacía que ambos pudieran subir a la terraza sin que las enfermeras los notaran y que la silla de ruedas llamara la atención, así que se habían esforzado lo suficiente como para que Jungkook empezara a acelerar su curación y más que eso, el mismo se había sentido motivado, como es que ella caminaba frente a él, sin dejarlo caer, y con esa sonrisa que llenaba su alma.

-Tu puedes- replica Sky cada vez que Jungkook volvía a dudar.

Pero lo había logrado, había llegado a aquella terraza contra viento y marea, sólo para ver la nieve.

Como aquel lugar había quedado totalmente cubierto por una fina capa de nieve blanca, hacía frío, demasiado frío, pero Jungkook dejo de sentirlo o al menos disminuyó cuando Sky tomó su brazo, cuando había sacado un pequeño termo y le ofrecía café.

-Olvidaste las galletas- había replicado Jungkook mientras sonreía y bebía, como aquello había calentado su estómago y a partir de ahí cada uno de sus huesos.

-En este lugar las galletas son como la droga en las prisiones, y las tarifas suben en época navideña así que quizá debemos ahorrar provisiones- quizá así era, pero al igual que dicho recuerdo de su infancia, Jungkook sabía que más que galletas había sido la compañía, el momento o las circunstancias, ella en sí.

-No le puedes decir eso a un adicto- había replicado mientras optaba por abrazar su cuerpo.

Porque Jungkook sabía que en un pasado el afecto corporal siempre había sido su punto débil, aquello por lo que las mujeres lo acusaban de frío, pero hasta ese momento no había entendido que quizá más bien debía encontrar a alguien a quien realmente deseara abrazar.

-Sin embargo, tengo más trucos bajo la manga- expreso ella arrimando su cabeza sobre el hombro de Jungkook -Mira lo que he traído, tuve que hacer un par de tratos, y favores pero lo vale- había sacado un pequeño reproductor de música.

Fue ahí cuando después de mucho tiempo Jungkook había vuelto a escuchar música.

Realmente ni siquiera conocía la canción, pero aún así había quedo fascinado, al ver como la nieve caía frente a él, beber café de un termo compartido, y escuchar dicha melodía.

Fue ahí cuando sus ojos se había cerrado por un par de segundos, había tratado de guardar dicha imagen, grabar cada una de las sensaciones importantes.

Y sin darse cuenta había empezado a tararear dicha canción, seguir el rimo, que no conocía, y decir una letra que nunca antes había escuchado.

-Despierta-

-¿Que?- había cuestionado, regresando a ver a la chica.

-Hace frío... deberíamos regresar- concluyó mientras tomaba su mano y las calentaba, como había soplado sobre ellas buscando darles vida.

-Aún quiero estar un poco más aquí- dijo Jungkook quien realmente deseaba quedarse unos minutos más, sintiéndose de aquella manera.

-Eres muy fuerte- replicó mientras la canción volvía a reproducirse -Se que lo lograrás- sin embargo quizá había sido el frío, o lo cansado que estaba que ocasionó que Jungkook sintiera que aquella no había sido su voz.

Por esa misma razón optó por dejar de analizarlo, y sólo disfruto de los minutos que aún le quedaban.