Surrounded by Darkness [Klaus] [The Originals]

7: "No más manadas"

El paso siguiente de los originales para eliminar el vacío fue dar una fiesta para celebrar una alianza falsa entre ellos y Marcel Gerard. Invitando a varias personalidades importantes de la ciudad para identificar a quienes pertenecían a su culto. Vincent había dado cierta información al respecto, como que tal espíritu había intentado varias veces volver a la vida, siempre manifestándose con cuatro asesinatos crueles para absorber la energía de sus muertes pero el vínculo de los ancestros lo habían mantenido. Por eso se había liberado, Esther rompió el vínculo y la cosa aprovechó la oportunidad para buscar aliados, gente que creyera en su causa, como una religión.

La última parte me consternaba porque mis hijos habían mencionado que Inadu era su amiga, culpando a ese ente de las luces azules.

Por eso y la relación que mis hijos tenían con Marcel, acudí a la casa Mikaelson para tener una conversación civilizada.

Tenían al vampiro en el calabozo, dentro de un círculo tras una reja, atrapado con magia. Apretó los labios evitando una sonrisa irónica cuando entre, estaba sentado en una roca.

-¿Qué, viniste a burlarte de mí? -preguntó arrogante. -Porque estoy en un calabozo pudriendome.

-No voy a negar el encanto, Marcel. -sonreí maliciosamente observando el panorama. -Ya sabes, mal hijo, mala madrastra.

Soltó aire haciéndose de paciencia.

-¿Qué quieres?

-Información. -me crucé de brazos. -Has pasado cinco años con mis hijos, debes conocerlos o saber sus trucos... ¿El nombre Inadu te dice algo?

-Heather lo mencionó una vez, como a un fantasma. -respondió. -Pero siempre habla de muchos fantasmas, no sé la diferencia. -fruncí el ceño. -Son brujos, su magia es sensible a espíritus y fantasmas, interactúan con ellos y dicen que son sus amigos pero nada más, no sé, podría ser su imaginación también.

-Hmn, entonces no sabes nada. -concluí al suspirar.

-Son niños complicados. -dijo. -Ya debiste darte cuenta.

Su enojo era más que celos, estaba preocupado y mi dosis de sensatez diaria decía que debería comprenderlo. Tenía miedo de perderlos.

-Hubiese amado que las cosas fueran diferentes, que tú no te los hubieras quedado por tanto tiempo -solté con sinceridad. -pero eso ya no importa, ellos sí. Y por ellos, vine a ofrecerte la paz con mi familia.

-Tenerme aquí encerrado no es muy pacífico.

-No fue mi idea pero me conviene, le dará tiempo a mi familia de conocer a Darrell y Heather.

-Para ponerlos en mi contra. -corrigió. -Y alejarlos de mí.

-Ellos vivirán donde ellos quieran vivir, Marcel. -aclaré y su mirada se suavizó. -Si tengo el honor y se quedan conmigo, podrás verlos, pensaremos en un acuerdo pero si te eligen a ti, espero que no me des guerra porque te va a pesar.

-¿Y Klaus? -preguntó. -¿Le gustó la idea y olvidó sacarme de aquí?

-Por más retorcida que sea tu relación con él, no es mi problema o el de mis hijos. -respondí. -Ellos no van a involucrarse.

Guardó silencio un segundo y respiro hondo.

-De acuerdo. -accedió. -Pero si todo esto es una trampa...

-Ay, cállate. -lo corte impaciente.

Arreglar las inseguridades e ideas paranoicas de Marcel no estaba en mi lista de cosas por hacer, así que salí del calabozo.