11: "La manada"

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-Aún veo una limitación en tu plan, madre. -dijo Elijah después de un rato en el que le ayudamos a Esther a dibujar un gran círculo de sal en el suelo del vestíbulo, alrededor de este colocamos un camino de hierbas que ellas nos dió. -Darrell y Heather no han aparecido en horas.

-Estoy consciente de eso. -respondió al terminar de mezclar otras hierbas con unos aceites, los frotó en las palmas de sus manos y se colocó fuera del límite del círculo. -Niklaus. Sarah. -nos llamó. -Los necesito dentro. -señaló el centro y tras intercambiar miradas, hicimos caso. -Dylan y Alice, a los laterales, fuera de la línea.

-¿Qué estás haciendo? -preguntó Klaus sin comprender.

-Esos niños están vinculados a ustedes como manada, el círculo potenciará ese poder místico y los atraerá aquí. -explicó. -Aunque... necesitan un incentivo, son lobos y los lobos siempre responden ante su manada.

-Depende del estado del lobo. -aclaró Dylan. -No sabemos si siguen transformados.

-Tendrán que transformarse. -dijo Esther y la miré mal. -Puedo forzarlos.

-¡Eso duele, madre! -replicó Rebekah. -Vas a torturarlos.

-Puedo evitarles el dolor. -siguió. -Pero el lobo que los mande a llamar tendrá que sentir ese dolor por ellos, es un balance.

-¿Que los mande a llamar? -pregunté. -¿Cómo aullando o...?

-El líder de la llamada. -dijo Dylan. -Los lobos siempre responden ante su alfa.

-Sé que no tienen una estructura sólida de su manada pero los niños responderán ante cualquiera de sus padres. -explicó. -Así que... ¿quién va a hacerlo? Va a doler mucho.

-Yo estoy bien con el dolor. -musité sin darle mucha importancia.

-Yo lo haré. -dijo Klaus al mismo tiempo que yo.. -No lastimaras a Sarah nunca jamás.

Ah, lo amo.

Esther guardó silencio, perpleja ante aquella exigencia de su hijo. Quizás dentro de su cabeza el no lastimar a sus hijos se refería directamente a ellos y que le pidieran que se controlara por alguien más era algo revolucionario, podía dimensionar sus errores por completo. Sin mencionar las múltiples veces que me utilizó creyendo que le haría un bien a Klaus pero topando con pared por la solidez de nuestra relación.

-Bien. -accedió al pestañear un poco, abrumada de progresar. -Sigamos.

Cerró los ojos y alzó sus manos, pronunciando palabras extrañas el ambiente dentro del círculo cambió, se sintió algo agobiante, como cualquier transformación lobuna. Observé a Klaus algo ansiosa, nunca lo había visto transformarse y de hecho, el mundo solo lo había visto un par de veces.

El gran híbrido original.

Naturalmente se quejó cuando uno de sus brazos se rompió de forma involuntaria. Después fue la espalda y una de sus piernas, haciéndolo perder el equilibrio. En automático me acerqué a hacer presión en su espalda, apoyándolo.

-No. -pidió algo abrumado, reaccionando con cierto miedo de mi tacto. -No puedo lastimarte.

No había caído en cuenta de que yo estaba encerrada ahí con él y que iba a transformarse sin mucha práctica. Iba a partirme en dos y no de la forma que me gustaba.

-¿Por qué la pusiste ahí dentro? -preguntó Dylan dándose cuenta también.

-Necesito a alguien que lo contenga. -respondió la bruja. -Podría pasar el límite del círculo, tú tienes que distraerlo.

Surrounded by Darkness [Klaus] [The Originals]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora