Capítulo 01

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Joaquín y Emilio estaban en la habitación que compartían ambos, se encontraban sentados en un costado de la cama llorando, diciendo que no se separarian que siempre estarían, que se amaban, aún abrazado

Emilio: (dice) esta bien

Joaquín: (sollozando habla) por favor, no me dejes... (decía separándose un poco pero quedando cerca de él) (con lágrimas en su ojos, y su rostro reflejando tristeza)

Emilio: (dice) lo siento... (le acariciaba con suavidad la mejilla del contrario) te amo, recuerda eso, ¡Te amo mucho! (dice)

Joaquín: (llorando) no me digas algo como eso, no digas que vas a dejarme. Estaremos juntos. Yo siempre estaré contigo.

Se miraban fijamente con tristeza. Ambos se acercaron al otro para así darse un beso lleno de amor pero sintiendo una gran tristeza en sus corazones, pero en ese momento llega el padre de Joaquín abeiendo la puerta y verlos besándose, lo separa bruscamente de Emilio.

Umberto: Ey! ¿qué es esto? (Grita asustandolos)

Joaquín: papá... (dice sorprendido separándose del beso)

Umberto: ¡no toques a mi hijo! (dice enojado)

Joaquín: papá.

Umberto: ven acá (lo jala )

Emilio: (Joaquín logra soltarse de su papá, quedando al lado del Emilio) ¡Joa!

Joaquín: papá.

Umberto: ¿en qué estás pensando? (Habla)

Joaquín: lo amo (Emilio lo miró) nos amamos el uno al otro.

Umberto: "¿nos amamos?" (Repite) ¿lo amás más que a tú propio padre? (Gritando decía)

Emilio: padre.

Umberto: ¿cuál es tu excusa para esto?

Emilio: Es mi culpa. Lo siento (dijo mientras se arrodillaba frente a él)

Umberto: ¿por qué me estás pidiendo perdón a mi? (Grita molesto) yo no soy tu padre. No es de tu incumbencia. (Jala a Joaquín hasta él)

Joaquín: ¡papá!

Umberto: ven aquí

Emilio: ¡no lo lastime!

Umberto: no vuelvas a molestar a mi hijo otra vez (le dice)

Joaquín no dejaba de llorar, el aroma de su padre lo asustaba demasiado.

En ese momento entra a la habitación el padre de Emilio llamándolo.

Juan: ¡Emilio! (Grita) ¿Qué es esto?, ¡ven aquí! (Levantando bruscamente a Emilio) ¿cuántas veces te lo dije? ¡No te involucres con este chico! (Su mirada fue hasta el padre del otro chico).

Ambos padres se miraban con odio

Juan : Así que, ese es su padre

Umberto: ¿y qué? Nunca le enseñé a mi hijo a involucrarse con matones como tú. (Diciéndole al padre de Emilio) ¡No lo mires!

Emilio miraba a Joaquín y luego desvió la mirada hasta su padre, y fue arrodillandose de a poco

Emilio: Papá! Lo siento. (Decía cuando su padre lo volteó a ver)

Umberto: ¡no lo mires! No tienes nada que ver con él. ¿Por qué te involucraste con alguien cómo él?  (Le reclamaba)

Joaquín: papá, nosotros nos amamos. Lo amó. (Le decía entre lágrimas)

Emilio miraba con tristeza a Joaquín y al voltear pudo observar que su padre cargaba una pistola consigo. Veía como el padre de Joaquín, lo regaña y de pronto agarra el arma, apuntándose a él mismo en un costado de la cabeza

Juan: Emilio! Dame la pistola ahora

Joaquín: Emilio!, no...

Juan: no lo hagas, Emilio... (dice) Emilio (repetía)

Joaquín: (solo lloraba, trataba de acercarse pero su padre se lo impedía)

Juan: Devuelvemela (decía)

Joaquín: por favor! No (le suplica)

Juan: Devuelveme el arma! Emilio

Joaquín: por favor, no...

Juan: dame el arma Emilio

Joaquín: Déjame ir (le decía a su padre para que lo soltara)

Emilio: Joaquín... Lo siento... ¡Te Amo! (dice antes de cerrar los ojos y dispararse a él mismo, cayendo al suelo al instante)

Joaquín: Por favor, no lo hagas... (decía llorando) ¡EMILIO! (grita viéndolo caer, corriendo llorando sobre el cuerpo del rizado) no me me dejes solo. Por favor quédate conmigo. Emilio, levántate. (Decía entre lágrimas moviéndolo) Respóndeme. ¡Te Amo! ¡Dijiste que nunca me dejarías! ¿por qué resultó de esta manera?, Nosotros nos amamos ¿Por qué me hiciste esto?

Joaquín al ver a su amado sin vida, sentía que le falta su otra mitad, su complemento y sin una razón para vivir, tomó el arma de entre las manos del rizado. Llorando lo veía. Se apuntó la cabeza para después decir mirándolo

Joaquín: ¡Te amo!

Umberto: Ey! No lo hagas (grita,  pero fue en vano)

El sonido de un segundo disparo resonó en la habitación, y cayendo el cuerpo del castaño sobre el del rizado. Dejándolo perplejos a los dos padres.

Por la decisión tan repentina de acabar con sus vidas drásticamente, sólo para no separarse uno del otro. Ambos chicos no podían vivir sin él otro en está vida.

Murieron por ese amor que sentían, pero antes de eso se prometieron estar juntos. Y esa promesa no se rompería nunca. Sin saber que ese amor tan fuerte  lograría prevalecer con el tiempo.

Continuará...

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