Camila ya había cumplido una semana de haber despertado. Ya había salido del área de cuidados intensivos, pero aún la querían mantener otra semana en el hospital por si había algún problema con su nuevo corazón.
Clara iba a visitarla casi a diario, pero Camila la seguía notando triste cada vez que la veía.
Hoy al fin la habían visitado sus amigas, bueno sólo Ally, Normani y Dinah... Alexa, Lucy, Keana y Vero ni siquiera se habían aparecido, pues según ellas estaban con mucho trabajo de la universidad, pero habían mandado mensajes alegrandose porque Camila hubiera salido bien de la operación.
-No sabes el gusto que me da verte bien, Chancho- dijo la rubia más alta con una sonrisa, pero Camila ya no sabía sí alucinaba o veía tristeza en los ojos de todos.
-Hierba mala, nunca muere- dijo la castaña encogiéndose de hombros.
-Eres más buena que el pan- le dijo Normani rodando los ojos.
-Solo porque ya sé que Lauren ya te metió mano, sino diría que eres casi tan santa como la enana-
-¡Dinah! - exclamó la más pequeña.
-¿Quieres callarte, idiota? - preguntó la castaña, con el color rojo quemando sus mejillas - mis papás están afuera -dijo más bajo - no necesito que ni ellos, ni los doctores o demás pacientes, sepan que he hecho con mi novia...-
-Tranquila, Mila - dijo esta vez Normani - con una novia como Lauren, lo raro sería que no hubieran hecho nada - la morena, trató de que el nudo en su garganta no se formará al pronunciar aquel nombre.
-Si te sirve de consuelo, Mila- dijo una voz a la entrada de la habitación - muchas enfermeras, doctores e incluso otros pacientes piensan que la chica de "linda mirada verde", es sexy - concluyó Ariana haciendo comillas en el apodo que le daban en el resto del hospital a Lauren.
Normani, Ally y Dinah no pudieron evitar comenzar a reír al ver la cara de vergüenza que puso Camila al darse cuenta de que había sido escuchada por Ariana. Pero pronto esa pena se transformó en un ceño fruncido.
-¿Dije algo malo?- preguntó una preocupada Ariana acercándose a la Camilla.
-¿De verdad piensan eso de Lauren?- en la voz de Camila había algo que todas rápidamente identificaron como celos.
Ariana sonrió - Claro- dijo asintiendo - incluso yo lo pensé la primera vez que la vi- respondió y Camila se cruzó de brazos - pero estate tranquila... tu novia está loca por ti. Creeme cuando digo que ella daría su vida por ti- dijo segura la pelirroja - y todo el hospital sabe que es tu novia. Le habla de tí a quien se le atraviesa-
Camila sonrió. Sabía que cuando ella se quedaba dormida en las tardes, Lauren solía salir a caminar por el hospital. Una vez le contó sobre una pequeña niña que estaba a unos cuantos cuartos del suyo. Se llamaba Amber, tenía 7 añitos y necesitaba un hígado. Había nacido con una enfermedad que lo iba deteriorando. La madre de la pequeña había encontrado en la chica de ojos verdes un hombro para llorar, pues sí no llegaba un riñón en menos de un mes... el sueño de la pequeña rubia de ser una gran doctora, quedaría congelado en su inocente sonrisa.
Otra ocasión llegó contándole sobre una pareja de mayores. El señor Estrada era un hombre de 68 años, de pelo cano y corazón de niño. Lauren, uno de los días que Camila tuvo un ataque, no resistió más y salió a llorar al pasillo luego de que los médicos lograron controlar el corazón de Camila.
El señor Estrada caminaba con su bata y sus sueros colgados en un portasueros que era empujado por su esposa, una mujer de hermosa mirada azul y hermoso cabello castaño, que aunque ya reflejaba algunas canas, se veía igual de reluciente que el de una adolescente.
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Dueles (Camren)
Fanfiction"- Quiero que seas lo primero que vea al despertar- dijo la castaña que reposaba entre los brazos de su novia en aquel cuarto frío de hospital, estaban acostadas en la camilla y aunque quien las viera pudiera decir que era una posición bastante inco...