Dueles (Camren)

La carta de Lauren

Nota de autora: 

Te recomeindo volver a leer la historia. Hice algunas modificaciones ayer.

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Clara acababa de colgar la llamada con Sinu. Le explicó rápidamente lo que sucedía a su marido y de inmediato tomaron sus cosas para salir a buscar a la novia de su hija. Lo que Clara no se esperaba es que cuando abrió la puerta para dirigirse a su auto, Camila venía llegando, con lágrimas cubriendo todo su rostro y la respiración muy acelerada.

- ¡Camila! - exclamó aliviada Clara cuando vio a la joven acercarse a su puerta.

-Dime que no es cierto- le suplicó la castaña con la voz débil, pero sobre todo... rota- dime por favor que Lauren está bien, dime que no me dejó... ¡Dímelo! –

Clara juraba que nunca en su vida había sentido un dolor más grande que el que sintió aquella madrugada, cuando la Doctora April Kepner la llamó para decirle que su hija mayor, la niña que le había robado el corazón desde la primera vez que la sostuvo en sus brazos hace 19 años... había decidido terminar con su vida. Pero ver a Camila, la razón de las sonrisas de Lauren y la joven a la que había aprendido a querer como una hija, verla desesperada, suplicando que todo fuera una mentira... Ella volvió a sentir ese mismo dolor.

-Camila...- apenas murmuró con la voz rota y las lágrimas haciendo presencia en sus mejillas – Camila... lo siento- dijo atrayendo a Camila para abrazarla. Mike sólo observaba la escena tratando de contener el llanto. Lauren era la niña de sus ojos, su princesa y aunque amaba a Taylor y a Chris tanto como a Lauren, con su primogénita había tenido un lazo muy especial, pero ahora necesitaba ser fuerte de nuevo, por su esposa y por su nuera.

Camila se separó del abrazo de Clara de manera apresurada, su llanto era notorio – No es cierto... ¡LAUREN! ¡LAUREEEEN! – gritó con la voz desgarrada mientras pasaba a lado a Clara y entraba corriendo a la casa.

-Mike, llama a los Cabello- le gritó su esposa, mientras corría detrás de la castaña.

- ¡LAUREEN! – Camila corrió subiendo las escaleras, haciendo el recorrido que conocía perfectamente; el recorrido que algunas veces había hecho inundada de lujuria junto a su ojiverde. Pero esta vez, la desesperación no se debía a sus hormonas, esta desesperación era su corazón aferrándose a la esperanza de Lauren estuviera en su habitación, leyendo como le gustaba hacer. Camila estaba aferrada a la esperanza de que, al cruzar esa puerta, se encontraría con la sonrisa cálida de su novia, diciéndole que todo estaba bien, que nunca la dejaría.

Pero cuando Camila cruzó esa puerta, su corazón casi dejó de latir... Su Lauren no estaba ahí.

-Camila...- susurró Clara detrás de ella.

Camila no dijo nada, las lágrimas seguían bajando por sus mejillas, pero se acercó lentamente a la cama de su novia. Sobre ella un solitario animal de felpa reposaba sobre las almohadas perfectamente organizadas. Un unicornio verde que ella le había obsequiado a Lauren hace unos años. La castaña tomó el pequeño animal entre sus manos, jamás olvidaría el día que se lo dió...

FLASH BACK: DOS AÑOS ATRÁS

Lauren y Camila corrían contentas por el parque de diversiones, estaban celebrando su primer año de novias. Mientras la comida había corrido a cuenta de Camila, la ojiverde había invitado a la menor a la feria, porque era uno de los lugares favoritos de su novia.

Camila cada día se enamoraba más de Lauren, era imposible no hacerlo: sus detalles de dejar flores en su casillero, las visitas sorpresa, el simple hecho de que Lauren dejara aún lado su temor a las alturas para subirse con ella a los juegos mecánicos... Era oficial, ella estaba totalmente enamorada de Lauren.