-¿ya tenemos que volver? ¿No es así?-pregunta la pequeña Lucy con tristeza mientras acaricia el inerte cuerpo del león.
-Mira Lu, yo tampoco quiero dejar aquí solo a Aslan, pero se que a él le gustaría que lucháramos con los narnianos-dijo la mayor tocándole el hombro a su hermana-pero debemos hacer que se sienta orgullosos, de todos nosotros.
-es cierto estará orgulloso de nosotros-dice la pequeña mientras se seca las lágrimas.
-Lucy prométeme que no te separarás de mi lado, por nada del mundo.
-Lo prometo Susan-dijo Lucy mientras tomaba la mano de su hermana para irse.
Empezaron a bajar los escalones de la mesa de piedra apenas habían bajando cinco escalones, cuando la tierra comenzó a temblar, la tierra se movió tan fuerte que las dos niñas cayeron en el piso. La menor de las dos se dio la vuelta a la mesa y se sorprendió por lo que vio.
-¡Susan!-grita la menor llamando a su hermana.
Ambas se pusieron de pie rápidamente para admirar el lugar donde hace unos segundo habían dejado a Aslan.
-¿Para donde se fue Aslan?-pregunta Susan sorprendida al no encontrar el cuerpo del león,en cambio encontrándose con la mesa de piedra partida en dos.
Ambas se quedaron en silencio mirando con determinación el lugar ¿que había sucedido? Era lo que pasaba por sus mentes, sentían una rara mezcla entre curiosidad y preocupación por lo recién sucedido.
Su pregunta fue contestada rápidamente, ya que una potente luz detrás de la gran mesa,dejándolas momentáneamente sin visión, para luego pasar a una figura que ellas reconocieron a la perfección.
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-¡ASLAN!- Gritaron las dos niñas con emoción, mientras corrían hacia el gran león para darle un fuerte abrazo que los tiro al piso.
-Pero vimos el cuchillo y la bruja-dijo Susan con lágrimas en los ojos,luego de separarse del abrazo.
-Si la bruja supiera lo que significa realmente el sacrificio, ella hubiera interpretado la gran magia de otra manera- comenzó a explicar el gran león, mientras guiaba a las hermanas por el alrededor de la mesa- cuando una víctima dispuesta e inocente, muere en vez de un traidor, la mesa de piedra se romperá y hasta la misma muerte se invertirá.
-Pero ya dimos la noticia de tu muerte-dijo con arrepentimiento Lucy.
-Peter, T/n y Edmund marcharon con los ejércitos a la guerra- dijo Susan a la vez que la menor sacaba de un golpe su daga.
-Tenemos que ayudarles- dijo Lucy en el tono de toda una guerrera
-Les ayudaremos, querida.-dijo Aslan mientras bajaba la mano con la que Lucy sostenía la daga- pero no solos. Móntense a mi lomo, tenemos mucho que recorrer en muy poco tiempo-dijo mientras se agachaba para que las futuras reinas se subieran- y quizás deban taparse los oídos.
