dream | lee heeseung.

25

En el departamento de ENHYPEN.

─ Jungwon hyung ─ nombro el rubio menor llamando a su líder y amigo.

El japones se encontraba aun recostado en la cama, sus energías eran muy pocas para levantarse.

─ Que necesitas Niki.─ en algunos minutos el peli negro apareció en su habitación.

─ Noona es líder ahora, como tú. ─ confeso en un tono tierno.

─ ¿Ah? ─ cuestiono confundido aquel mayor.

Jungwon se acerco a la cama del contrario y tomo el teléfono del menor donde allí le mostraba una noticia perteneciente a la agencia de aquella rubia.

─ Oh. ─ sonrió al saber sobre la noticia de su nueva amiga, ahora ambos compartían un vínculo cercano; el ser lideres de sus grupos pertenecientes.

─ Le diré a los hyung. ─ rechino emocionado aquel japones a lo que su mayor asintió.

Niki corrió hasta la sala donde estaban sus hyung mirando televisión junto a su líder.

─ Niki, estos no son horarios de levantarse.─ ordeno el mayor del grupo.

─ Lose hyung pero tengo una noticia sobre noona. ─ ignoro por completo aquella queja de Heeseung.

Los demás rieron ante las travesuras del menor y en poco tiempo se acercaron al maknae para ver la tan emocionante noticia.

Sunoo lo tomo como una buena señal para invitar a su nueva amiga y felicitarla por su posición. Jay se encargaría de preparar la cena dado que se le da muy bien la cocina y Boyoung ama la comida del rubio.

Todos saltaban de felicidad al enterarse sobre el plan del peli negro, la rubia había aceptado su invitación y estaría en casa de estos siete esta misma noche.

Para la mala suerte el pequeño no podría ir ya que estaría de visita en casa de su abuela por esta semana junto a su Nana, quien cuidará de el muy bien.

─ Tenemos que ir al supermercado por alimentos. ─ aclaro Jay hacia sus amigos.

─ Iré contigo. Quiero comprarle algo bonito a Boyoung. ─ murmuró el líder haciendo notar sus hoyuelos.

─ Yo también lo haré hyung. ─ musitó Sunoo.

Jay, Jungwon y Sunoo salieron del departamento para hacer sus compras, mientras que los demás se quedarían para ordenar un poco su calido hogar.

Inocentemente Heeseung sostenía una sonrisa en su rostro, tal vez esta seria su noche y su oportunidad para hablar con ella.

No importaba que tan mala se pondrían las cosas entre ambos, solo quería hacerlo, quería desahogarse de una vez luego de tanto tiempo.

No estaba seguro si la rubia la cual se había enamorado en algún tiempo aun sintiera algo por él, ese era su mayor miedo; perderla para siempre.

─ ¿En que tanto piensas, ah? ─ un australiano interrumpió los pensamientos del castaño mientras se adentraba a la cocina.

Heeseung le dedico una sonrisa y le explico lo que estaba pasando ahora mismo con su pequeña cabeza.

Jake por otro lado lo escucho atentamente y le dio un par de consejos a su amigo, para nada lo juzgo o rechazo su plan, al contrario. Le confesó que pase lo que pase, estaría para el si lo necesitase; como buenos amigos que eran.

─ Gracias Jake-ah. ─ agradeció el castaño dedicándole un abrazo al australiano.

─ Eran muy felices juntos, solo por eso pienso que deberían de regresar. ─ susurro bajo aquel extranjero.