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Horas antes de que la rubia fuera de visita al departamento de aquellos miembros.

─ Necesitamos hablar ─ murmuró bajo hacia la muchacha.

─ No tenemos nada de que hablar Geonu. ─ ordeno un tanto dura ─ ya no.

El castaño se acerco a ella logrando que la rubia negara su paso.

─ Por favor perdóname ─ suplico bajo.

─ Te perdono. Pero ya nada volverá a lo de antes. ─ aclaro la muchacha quitando el seguro de la puerta y adentrándose al departamento con total rapidez.

Una vez allí dentro, cerro la puerta con seguro, apoyo su espalda sobre la puerta y dejo caer su cuerpo en el suelo.

El contrario se acerco a la puerta sin saber si ella estuviera escuchando sus palabras, la rubia lo hacía perfectamente; escucho su dulce voz otra vez.

─ Sabes, cuando te conocí te veías tan bonita, tan frágil y tan delicada, no me imagine que con el tiempo me volvería loco por ti; aun creo que lo estoy. ─ el castaño soltó un suspiro pesado ─ me aleje porque algo en mi cabeza me decía que no estuvo bien lo que hice, el te ama mucho y la culpa me invadía por completo.

Boyoung comenzó a soltar lagrimas en silencio sin que el contrario la escuchara.

─ Tal vez no logre estar a la altura del amor que te dedico Heeseung, porque el cambio tu vida por completo. No soy nadie en tu vida para obligarte a que lo olvides y tengas ojos para mi, eso no es el verdadero amor. ─ el castaño hizo una pausa un tanto larga que hizo creer a la rubia que ya no estaba del otro lado ─ quiero que siempre seas feliz, incluso si no es conmigo.

En algunos segundos Geonu ya no se encontraba en el piso contrario, el se había marchado y dejando a la rubia con el corazón agitado. Sus palabras de despedida fueron hermosas.

Boyoung se había duchado para luego ponerse ropa muy cómoda y casual.

Busco su teléfono celular y las llaves de su departamento para empezar a dirigirse hacia el lugar correspondido.

Observo el bonito cielo, aun no caía la noche y el atardecer estaba siendo presenciado por toda la ciudad de Seúl.

El reloj marcaba las 7:14 p.m, la rubia comenzo a recordar las ultimas palabras de aquel castaño de hace algunas horas.

"Si aun lo amas corre por él, estoy seguro que no es tarde aun. Y si así lo fuera, el estaría feliz de saber que has vuelto"

¿Debería de hacerlo?

Dio un golpe a la puerta indicando a los contrarios que su visita ya estaba presente.

La puerta fue abierta por aquel castaño junto con una sonrisa que adornaba su hermoso rostro.

Sus mejillas se ruborizaron luego de escucharlo decir que estaba muy bonita hoy, eso indicaba que el aun pensaba en ella de buena manera.

...

Jay abrazo a la rubia con total sinceridad, como los buenos mejores amigos que fueron estos años.

─ Es bueno tener conmigo. ─ susurro bajo hacia el rubio quien sonrió al escucharla.

Estos mayores ocuparon solo unos minutos para poder hablar, la rubia le contó con detalle todo lo que había pasado estos últimos días desde que tomaron distancia con ella.

La ruptura con Geonu y las palabras que le había dicho hace algunas horas.

─ ¿Y tu . . . que piensas sobre eso? ─ pregunto hacia su amiga quien le dedico una mirada al instante.

─ No hubo un día que no dejara de pensar en el. Me aterra la idea de saber que Geonu estuvo involucrado en esto y que por mi culpa, el salio lastimado. ─ confesó mordiendo sus labios.

─ ¿Entonces, me estas diciendo que nunca . . ─ El rubio se detuvo para asimilar la palabra que estaba por decir, la rubia simplemente asintió apenada.

─ ¿Que mas podía hacer? ─ se cuestiono a si misma.

─ Lo usaste para olvidar a Heeseung, Boyoung.─ sobresalto el rubio muy confundido por la situación ─ y ahora dices que no pudiste olvidarte de él.

─ Jay, por favor, no seas duro conmigo. ─ murmuró triste.

El rubio observó por un momento a su amiga y pudo notarla muy triste, si estaba siendo muy dura con ella.

Tenia mucho miedo por ella, quería que ya no se sintiera de esta manera; la ayudaría sin juzgarla.

─ Princesa ─ el rubio levanto su mirada muy suave ─ ve por tu príncipe azul.

Boyoung sonrió muy feliz, en pocos minutos se tiro sobre su amigo para abrazarlo muy fuerte.

Jay sostuvo su mano y camino con ella hasta la sala donde estaban algunos miembros, estos al notarlos fruncieron su ceño confundidos.

El rubio le dio un empujoncito a su amiga para que se dirigiera a la cocina donde estaría seguramente el castaño mayor junto a otros miembros.

Sunghoon sonrió al verla dirigirse atemorizada hacia el castaño, como si recordara la primera vez que ambos se conocieron.

Boyoung se adentró silenciosamente al lugar llamando primero la atención del australiano, este miro confundido hacia ella, la rubia muy rápido le hizo una seña para que los dejaran a solas.

Jake sostuvo un extremo de la sudadera del peli negro y dio un jalón quitándolo del lado del castaño. Jungwon miro confundido al notar el brusco jalón pero el australiano le susurro unas palabras y pudo sonreir satisfecho.

Boyoung observo como estos dos muchachos salieron en silencio de la cocina, con sonrisas en sus rostros.

Jake le susurro un pequeño "estoy feliz por ambos" antes de salir completamente del lugar. Boyoung se sentía muy feliz al saber que sus amigos también apoyaban la idea de ambos adolescentes.

─ Jungwon aun no terminaste de lava-r . . . oh, Boyoung ─ sus labios formaron una sonrisa tímida al notar que la rubia estaba a su lado.

─ Te ayudare. ─ comento la muchacha mientras sostuvo los platos que recién había lavado el castaño, solo tenia que enjuagar estos con un poco de agua.

Heeseung asintió sin mas que decir, solo le dedicaba miradas mas de una vez mientras ella hacia el trabajo de aquel peli negro.

Seis pequeños ojos curiosos observaban desde la puerta de la cocina hacia la pareja, quienes charlaban animadamente mientras terminaban aquella tarea doméstica.

─ Ellos están enamorados ─ susurro el australiano con una sonrisa.

─ Lo estuvieron siempre ─ aseguró el rubio antes de ordenar a que los miembros dejaran a la pareja a solas.

dream | lee heeseung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora