Capítulo 3

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Alexa Hamilton

Luego de recuperar el aliento empeze a nadar al borde de la piscina, salí del agua y con paso firme me dirigí a la chica que estaba de la mano con Evan.

—Bien ahora dime niñata, ¿Quien eres y que hacias dandole la mano a mi novio? —la chica me escaneo lentamente sin pronunciar palabra alguna.

—¿¡Que dices!? Tu no eres nada de Evan, creo que te pasaste con el tequila. —decía mientras hacía un gesto con su dedo como su estuviera loca.

-Me hirvio la sangre-

—¿¡Como te atreves!? —no podia retenerme y acabe tirandome en sima de aquella zorra.

Empecé a pelear con ella como si mi vida dependiera de ello, los jalones de pelos y cachetadas no paraban.

No podia escuchar la música, estaba echa una furia, solo alcanzaba a oir mi propia respiración y los sonidos de los golpes que la chica me propinaba.

Alguien intentó separarnos, pero yo no pararía hasta que no acabara con aquella tonta, asi que aparte de mí con un empujón a quien intentó detener mi lucha y después de hacerlo se escuchó el sonido seco de un golpe justo a mi espalda.

Solo me bastó observar la reacción de la otra chica para detenerme y volver a la realidad.

Algunos gritaban y otros solo entraron en pánico frente el cuerpo inmóvil de Evan, que sangraba con un fuerte golpe en la cabeza.

— ¡Que alguien llame a una ambulancia! —grité.

Evan Pride

La Rubia comenzó hablar con Carla, yo estaba aun en la piscina por lo que no alcanzaba a escuchar lo que se decian, pero sabia que no se agradaban, ambas se miraban como si quisieran arrancarce los ojos.

-Esto va salir mal, tengo que detenerlas-

Empecé a nadar para salir del agua y tratar de calmar el ambiente hostil que había entre aquellas dos.

Ya iva a salir de la piscina cuando noté la increíble erección que tenía.

-Putas hormonas-

No podria salir en esta condición, asi que empecé a tratar de calmar mis "emociones".

- Estan super buenas las gemelas, ¿Te acuerdas como se movían? -

Era difícil controlarme con aquellos inoportunos comentarios de mi subconsciente, sacudí la cabeza para apartar esas ideas de mi, cuando el grito de los chicos de la fiesta hizo que me alejara de mis lascivos pensamientos y me centrara en la pelea que habia empezado.

-Mierda estaban peleando-

Salí del agua rápidamente y me acerqué a las dos chicas para separlas. Con el objetivo de calmar la pelea traté de detenerlas y pararme en medio de la disputa. Pero en el momento en que estaba dispuesto a intervenir, las chicas forcejearon conmigo por lo cual en poco tiempo fui arrojado fuera de la pelea y gracias a un suelo mojado caí en el duro pavimento recibiendo un golpe que me nublo la vista.

La pelea se detuvo y lo último que recuerdo es el grito de una chica pidiendo ayuda.

                          •••

Empecé a recuperar la consciencia y el sonido de una máquina de hospital inundó mis oidos.

Traté de encontrar algo o alguien que me permitiera saber que ocurrió en la fiesta.

— ¡Abrió los ojos! —escuché la voz de Jonh.

La luz me molestaba en gran menera haciendo que me costara enfocar el lugar y las personas que empezaron acercarse luego del anuncio de mi amigo.

Todos empezaron a preguntar si me sentía bien, había tanta mezclas de voces que no logre entender mucho de lo que decían.

Logré acostumbrarme a la iluminacion del lugar y me sorprendió la cantidad de gente que estaba en la habitación, recordé algunos chicos de la fiesta y otros que nunca los había visto en mi vida. Aunque aquello me llamó la atención yo solo pensaba en la chica por la que estoy aquí.

— Eh chico volvieron a pelear. —le anunció una enfermera a Jonh.

— Parece que tus dos grandes fans estan echas unas fieras hoy. —dijo en tono cansado. —Es la quinta vez que tengo que ir a separarlas. —pronunció para luego desaparecer por la puerta de la habitación, seguido de él la multitud salió también.

-Empiezo a sospechar que no estan aqui solo para verme a mi-

Se escuchan gritos y vitoreos al otro lado de la puerta, hasta que en la habitación entró Carla que de un portazo alejó las miradas curiosas.

— Oh Evan. —dejó escapar un sollozo.

— No llores, sabes que no me gusta verte así. —le señalé para que se sentara en la cama junto a mí.

— Es mi culpa, te golpee en medio de mi furia y por eso estas en este estado. —decía lamentándose.

— Que dices, no fue tu culpa. —traté de tocarla pero mi cuerpo no se movía, no se si por el golpe o por mis nervios de tenerle tan cerca.

— Evan, tengo que decirte alguno. —me miró directo a los ojos.

Empezo a reducir la distancia que nos separaba.

Pero antes de poder pronunciar lo que por su mente rondaba hizo su entrada, la chica imprudente que solo me causaba problemas.

— Lo sabía, eres una aprovechada. —señaló a Carla.

— Lo dice la que fingió ahogarse para darme un beso. —la ataque yo a ella.

— No estas en condiciones de criticar mi beso, Evan. —

La mirada de Carla se dirigió al piso y pareció adoptar una postura pasiva frente al comentario de aquella chica.

— Tampoco fue la gran cosa. —traté de quitarle importancia.

Me miro maliciosa. — En serio piensas eso, porque tu cuerpo dijo lo contrario. —soltó una risita. — ¿No crees Carla? —

— ¡Cállate Alexa! —salte ante el grito de la chica que estaba justo a mi lado.

-Hmm así que ese es su nombre-

— ¿A que se refiere, Carla? —traté de aclarar la situación.

— Uy si, cuentale Carla. —animó Alexa.

La mire con mala cara.

— Evan tu... —no logró terminar la frase. — Tu saliste de la piscina y estabas... —volvió a detenerse.

— Excitado. — completó Alexa.

En ese momento casi en cuenta de lo que se referían, salí tan rápido del agua para detenerlas que no recordé la erección que tenía.

— Vez yo le gustó tanto como el a mi, así q es tu momento de irte. —le comunicó a Carla.

Traté de explicarme pero no pude, la hermana de Jonh se levantó de la cama y con paso aportado salio como una bala de la sala.

Alexa se sentó triunfante.

— ¿Quién dijo que me gustas? — pregunté.

— Esta claro, no puedes ocultarlo, por lo menos tu cuerpo no lo hace. —me señalo a mi entrepierna.

— Alexa tienes que parar esto —la miré a los ojos. — Yo no te quiero y tienes que dejar de tratar de meterme a la fuerza ese sentimientos, no te metas mas en mi vida y dejame llegar vivo a los 80ts. —empezó a sollozar. — Busca otra persona que joder y puede ser que mi cuerpo dijera que le gustó, pero en realidad no quiero repetir ese beso nunca más, entendiste. —no respondió, solo comenzó a caminar lentamente hacia la puerta, giró el picaporte y salió llorando de la habitación.

- Felicidades acabas de hacer llorar a una chica que solo quería tu cariño -

Esta Chica Esta LocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora