PRÓLOGO

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HACE DOCE AÑOS ATRÁS...



Estoy decidida a conseguir una jugosa lombriz para molestar a esa fea de Sophie Cullen. Una malvada niña de mi salón que me las pagará por echarme en la cara su asqueroso jugo de ciruelas hecho por su madre ¿Por qué motivos? Porque un niño supuestamente llamado Jace, perteneciente del colegio, estaba interesado en mí, y lo peor es que ni sé quién es ni cómo luce. Pero en fin, eso da igual, de todas formas me voy a desquitar por su atrevimiento.  


<< Oh Oh... Cuídate Sophie >>


Corro a toda prisa mirando con atención en cada calle del pequeño pueblo de Food, pequeño en comparación con otros lugares de Londres, este pueblo siempre ha sido muy apartado de la ciudad, es como si estuviera fuera del mapa, pero eso en cierta forma, a mi parecer, lo hace más especial. 


No deseo que me atrapen en mis fechorías, y necesito alejarme de aquí para poder buscar en el bosque la más desagradable y gelatinosa oruga, o quizás un ciempiés, o tal vez una llamativa lombriz de tierra, o mejor todavía... una cucaracha voladora. De solo pensar en su cara asustada al ver pegada a esa cosa en su cuerpo, siento una gran  satisfacción correr por todo mi cuerpo, como un torrente lleno de energía.


(...)


Comienzo a alejarme del pueblo, hasta casi no verlo, y los nervios comienzan a revolverme el estómago


<< Tranquila. Respira >>  Me riño a mí misma.


Cierro mis ojos e inhalo profundo para no asustarme y seguir adelante,  los abro después de unos segundos de silencio, con determinación continuo mi caminata a paso firme hasta llegar a la entrada de aquel panorama boscoso. Es la primera vez que pongo un pie en esa zona, no permiten a los niños venir a jugar aquí. Una parte de mí está asustada, pero la otra está extasiada de poder experimentar algo nuevo... quizás una aventura.


El bosque está abriéndose paso frente a mí, es algo sombrío, pero no me dejare asustar con facilidad. Trato de no pensar demasiado en la poca luz que se filtra en lo alto de las copas de los árboles, ni en lo silencioso que se encuentra todo, todo está en completa tranquilidad, demasiado para mi gusto, no se ve ni un alma a la vista, ni ardillas, ni mariposas, ni orugas... ni nada. Mis pasos se hacen más temerosos a medida que paso más tiempo dentro de ese obscuro bosque, me rebato varias veces si realmente vale la pena mi venganza hacia Sophie, por el precio de tener que permanecer más minutos de lo que mi salud mental resistirá dentro de este lugar.


Hago un último intento por encontrar algún insecto a la vista, cualquier cosa asquerosa que sirva para asustar. Pero mis ánimos van disminuyendo cada vez que muevo alguna roca o tronco y no hallo nada. 


El panorama es bastante desalentador, no es justo ¿Sophie si puede salirse con la suya y yo no puedo devolver el golpe? ¿Dónde está el Karma? ¿Eh? Todo este esfuerzo tirado a la basura. Bufo molesta ¿Desde cuándo los bosques no tienen insectos ni seres vivos? No. Algo no anda bien aquí.


- Demonios – Musito con resignación


Perdidos en un RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora