Capitulo 4.

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"Nunca digas nunca."

De regreso a mi casa no hago mas que quejarme por Justin, no le mencionaba el nombre a mi mamá pero siempre solía preguntarme después de llegar acerca del chico rubio alto.Acostada en mi cama, pienso en él. Mala idea. Porque descubro que tiene un lado perverso, uno del que me gustaría saber y participar, siempre con su campera larga color azul a rayas, su celular y algunas veces contaba con sus auriculares. Después de dar la "fachada", para que me entiendan, yo creo que él no es el chico que resulta mostrar, siguiendo con lo anterior, cuando se despide de sus amigos en la esquina del colegio, sigue su camino, solo. No mira hacia atrás y parece como si se adentrara al infierno, su cabeza va agachada y las manos en el bolsillo. Me sorprendo de mi misma por como lo he observado tan detalladamente. Cierro los ojos y veo su imagen con la chica hablando el día del empujón. Carajo. Pestañee al menos unas diez veces con rapidez y me relaje, cerré los ojos y me quede dormida. 

Nuevo día en el colegio y admito que siento una punzada de nervios por saber que se sentara delante mío. Evelyn, por si no lo recuerdan mi compañera de banco, me cuenta que comenzó a sentir un interés y curiosidad hacia Justin, me ahorro de decirle que me ha pasado casi o lo mismo que ella y la escucho. Entre preguntas que nos hacíamos acerca de la vida de Justin, lo busco con mi mirada y estaba en el banco detrás mío.Desde la puerta en donde estaba apoyada era un lugar justo para ver como sus rodillas rozabas la de su compañera, de ella sí me acuerdo, Florencia, una chica que me recibió con poco animo, no sugiero que deberían que hacerme una fiesta por haber entrado al Instituto pero al menos sí no negarme el saludo o ignorarme como hizo ella, a varios intentos de empezar a tener una buena relación con ella, lo deje de intentar, supimos con Evelyn que había reprobado algunas materias y le pusimos de apodo Toy, me resultaba gracioso porque Evelyn lo eligió por el motivo de identificarla con un perro, no por su belleza, sino por la raza. Mi chica mala reía a carcajadas dentro de mí, mi demonio, sí. El pelo de Toy era color castaño oscuro con unas puntas rojas, lo tocaba a cada minuto, a veces creía que la mano se le caería de tanto que lo volteaba hacia tras y volvía a caer para adelante, repetía el proceso todo el día durante clases. Sus ojos eran marrones y tenía un cuerpo que muchas envidiarían pero no por tener grandes tetas o culo, sino por su flacura. Sí, era extremadamente flaca. Usaba la pollera del uniforme demasiado corta que dejaba a la imaginación de muchos que tal sería por allí abajo, se escuchaba algunos murmullos cuando pasaba al frente, así son los hombres y prefería no pensar en ella más. Pero antes por ultima cualidad ella era gran amiga de Justin, tan cercanas que era la envidia de muchas. Eso lo sabía cualquiera.Se rumoreaba que eran novios, lo describían como la pareja del año y por lo que se veía, ella era muy dominada por él. Cosa que yo nunca jamas en mi vida sería y menos si se tratase de él.

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