Glicinas

HIMEJIMA

Kagome observó su jardín con orgullo, tenía en su mano una regadera llena de agua y en su otra mano tenía una pequeña pala para poder sacar las malas hierbas. Sonriendo alegremente se dio palmaditas a sí misma imaginariamente mientras daba un paso atrás para seguir con la otra parte del jardín

Estaba por recoger las cosas necesarias para seguir el resto cuando vio que alguien aparecía en la entrada de la casa. Al instante sonrió al notar que era himejima, alegre lo saludo con la mano notando con un poco de vergüenza lo sucias que estaban

"himejima"

Kagome lo miró alegremente al ver como se acercaba a ella con pasos tranquilos antes de que repentinamente él la tomara por la cintura haciendo que pusiera sus manos contra los antebrazos de himejima, en consecuencia, terminó tirando las cosas que tenía en las manos

"vamos a rezar kagome"

Bufando un poco divertida observó a donde iba antes de mirar su ropa y manos

"estoy sucia, déjame limpiarme y entonces puedo rezar contigo"

Himejima solo siguió caminando aun sujetando a kagome. Se dirigió hasta la sombra de un árbol y entonces se sentó en el suelo con las piernas cruzadas, poniendo a kagome en su regazo quien lo miró con el ceño fruncido. Era algo usual en él, desde hace un par de semanas iba a recogerla solo para escoger un lugar tranquilo para rezar mientras la tenía en su regazo

Sonriendo tranquilamente cerró los ojos mientras se apoyaba contra el pecho de himejima solo para poner sus manos en forma de rezo. Himejima quien se dio cuenta del cambio de kagome también sonrió suavemente mientras alzaba sus manos ligeramente en forma de rezo. Empezar a rezar con kagome lo hacía sentirse mucho más tranquilo después, había tomado una buena decisión el haber ido por ella cada día