𝚌𝚘𝚖𝚎, 𝚋𝚎 𝚖𝚢 𝚝𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 •𝘀𝗮𝗻𝘄𝗼𝗼•

•39•

La cita.
Pt4.

ㅡ Bueno, busquemos otro lugar entonces. ㅡ San salió de adentro, encontrándose con Wooyoung.

ㅡ ¿Te dijeron algo?

ㅡ Sólo me regañaron, y por supuesto que estaré al final de la lista si llego a pedir otra reservacion ㅡ se alzó de hombros ㅡ Nada grave, Wooyoung. Continuemos ㅡ caminó.

Quizás no debió afectarle el hecho de que lo llamara Wooyoung, pues ese era su nombre, pero con los apodos que venía diciéndole, sí se sintió algo mal.

ㅡ Lo lamento... ㅡ alcanzó a susurrar.

ㅡ ¿Eh? ㅡ se detuvo, mirando hacia atrás al cabizbajo pelinegro.

Se acercó, sujetando suavemente su mentón, haciendo que lo mirara ㅡ Qué lo siento mucho, San. Arruiné toda tu noche, ¿verdad?

San hizo un sonido tierno y después sonrió ㅡ Pero, Wonnie, ¿cómo piensas eso? Lo único que podría arruinar mi noche es que tú no estuvieras haciéndome compañía.

ㅡ Tan cursi, por dios.

ㅡ No puedo evitarlo, lo siento.

ㅡ ¿Por qué no gritarme o enojarte conmigo? Te hice quedar mal ahí adentro.

ㅡ Yo no podría hacer eso jamás.

ㅡ Pero en el parque, cuando actuaste así... ㅡ desvió la mirada. "Me gustó" quería decir, pero no le daría ese lujo a San. ㅡ Nada, sigamos. ㅡ deshizo el agarre y siguió.

San quedó un poco atrás, así que trotó hacia él. Wooyoung iba a pasos apresurados y eso sólo le causaba gracia.

Pero en la mente de Wooyoung nada le sonaba chistoso, se supone que Sab debía caer rendido por él, ¿entonces por qué...? La gente con sus intenciones no debería tener siquiera corazón, porque estas cosas podrían pasar.
— Quizás podamos conseguir algo de comer en ese bar ㅡ señaló para intentar distraerse.

ㅡ ¿Quieres ir a un bar? Sí o sí tendríamos que comprar bebidas.

ㅡ Estoy a nada de cumplir 19, no te atrevas a tratarme como niño.

ㅡ No era por eso ㅡ abultó su labio. ㅡ Sí vamos.

ㅡ♥ㅡ

Ya en su mesa, con una pizza a medio terminar y un par de cervezas, San miró hacia afuera, notando por primera vez aquel salón de árcade.

ㅡ ¡Dios, eso es nuevo! ㅡ gritó de repente, haciendo saltar a Wooyoung en su lugar.

Alguno de ellos dos terminaría matando al otro del susto.

ㅡ ¿Qué es nuevo? ㅡ miró hacia dónde él veía y vio las luces del lugar. ㅡ Ah, los jueguitos. ㅡ dijo sin importancia. Pero al voltear y ver de nuevo a San, notó sus ojos brillantes de emoción. Se mordía el labio con una mueca que evidenciaba las ganas de saltar que estaba reprimiendo.

ㅡ ¿Acaso tú quieres ir?

San pegó su mirada en Wooyoung, como si estuviera pidieron realmente su permiso ㅡ ¿Podríamos?

ㅡ Eh... ㅡ miró la comida que aún seguía en la mesa, qué pena, pero... ㅡ No veo porqué no.

ㅡ ¡Gracias! ㅡ Tomó su mano y se levantó, casi arrastrandolo hacia afuera, para cruzar corriendo al frente.

Sólo había unos cuantos chicos, y cuando San quiso entrar, fue detenido por un joven.
ㅡ Lo siento, estamos por cerrar. La gente de adentro aún tenía tiempo en las máquinas.

San entristeció y miró hacia adentro, él también quería.
ㅡ Por favor, por favor. Aunque sea para ver qué juegos hay.

El chico hizo una mueca y revisó la hora en su reloj. ㅡ Sólo quince minutos, y sólo puede jugar en alguno que no lleve tiempo ㅡ advirtió, moviéndose de la entrada para dejarlo pasar.

ㅡ ¡Promesa! ㅡ gritó, tironeando de Wooyoung, que se moría un poco de vergüenza al ver a esos chicos de no más de quince años mirando a uno de 26 más emocionado que ellos aún.
ㅡ Sin dudas vendré aquí mañana ㅡ habló maravillado.

Wooyoung observó su rostro, en verdad parecía un niño. Entonces sonrió, si estas cosas ponían una expresión tan hermosa en su rostro, entonces no tenía porqué avergonzarse.

Amaba las pizzas, y lamentaba haberlas abandonado, pero esto sin dudas superaba cualquier promo de pizza libre que pudieran comer.

del~