Siento como algo frío aterriza en mi cabeza y me muevo tratando de quitarlo, pero solo logro que mi cabeza de un vuelco enorme y un gran dolor se aloje en ella, suelto un gran gemido de dolor al volver a sentir esa cosa fría.
- Quédate quieta cariño -Dice una anciana pero no logro ver porque tenía los ojos cerrados- Si te quedas quieta te irás más rápido.
Ni siquiera podía abrir los ojos, todo el cuerpo me dolía un montón y no sabía donde estaba en este instante. No recuerdo haberme quedado en la casa de una anciana ni mucho menos de haberme dormido en su cama.
- ¿Quién eres? -Digo con dificultad tratando no hacer el mayor ruido posible ya que mi cabeza daba muchas vueltas-
- No es relevante eso ahora -Dice y se levanta de la cama- Déjame ir a por algo.
Me deja sola en la habitación y con dificultad me siento en la cama, ahora si podía sentir cinco veces peor el dolor. Respiro hondo y olvido por un segundo el dolor, concentrándome solo en abrir los ojos para ver por lo menos algo.
Lentamente abro los ojos pero el sol era demasiado fuerte, ni me inmuto en cerrarlos hasta que las lágrimas por ver la luz salen, maldigo mi cuerpo débil por ser tan así.
La anciana, por lo que veo, trae una termo dorado con inscripciones extrañas. Poco a poco logro ver y mi vista deja de estar borrosa, podía ver perfectamente que estaba en una habitación parecida a la de los asilos pero con un toque moderno.
- Abre la boca querida -Dice seria. No se que se traía entre manos pero no iba a tomar eso ni de broma- Anda no es veneno.
- Si usted piensa que voy a tomar eso esta equivocada señora.
- ¡Señora su abuela! -Exclama furiosa- Abre la boca niña que estás colmando mi paciencia.
- Ni de chiste, no voy a confiar en alguien como ust-
De repente la anciana hace un movimiento con las manos diciendo cosas extrañas y abro mi boca de una forma forzada. Trato de cerrarla pero me es imposible, no se que mierda hizo pero quiero cerrar la boca de nuevo, no me gustaba tenerla abierta ¡ni menos que me la abran!
Chasquea los dedos cuando ya tengo el líquido en mi boca y esta se cierra, haciéndome tragar toda esta cosa espesa con un sabor horrible pero a la vez delicioso.
El dolor de mi cuerpo de alguna manera ya no estaba y me sentía bien, no se que mierda tenía eso pero quería más. Debería estar aterrada, quizá era veneno disfrazado de jugo o que se yo... espero no morir pronto.
- ¿Te sientes mejor? -Arquea su ceja y me sorprendo, ¿esto era algún tipo de magia?-
- Sí... eso creo.
- Trata de levantarte -Dice con una sonrisa y asiento con mi cabeza-
Con dificultad estiro mis piernas hacia el piso y en un intento de levantarme me caigo sobre la cama. Era como no sentir las piernas, o como no saber caminar.
Vuelvo a intentar y esta vez lo consigo, estoy orgullosa de mi misma.Pero aun así la cabeza me dolía a horrores al igual que mi cuello que no tenía más la bufanda y dejaba al descubierto mi enorme cicatriz.
- Veo que te has recuperado.-Me sonríe y trato de hacer lo mismo pero me sale una mueca- Ven, quiero mostrarte algo.
La sigo hasta salir de la habitación. El pasillo por el que estábamos atravesando estaba lleno de fotos de gatos negros y alguna que otra persona desconocida, me entró la curiosidad de saber quién era esta mujer y por qué la necesidad de tener mil trescientas fotos de gatos negros.
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The Princess and Her Wolf. Adaptación.
Fanfic"Nadie creería que Myoui Mina, una humana, se encontraría con la leyenda de aquel bosque helado" Chaeyoung G¡P Esta es una adaptación del libro de softijendeuk del mismo nombre, todos los créditos a ella.