The Princess and Her Wolf. Adaptación.

Pequeño Favor.

Nada más lindo que quedarse una tarde, cuando hace más frío en casa con la calefacción prendida tomando una chocolatada tibia. Me encantaba sentir la sensación del líquido caliente caer por mi garganta y luego llegar a mi estómago para calentarlo. Amo, también, estar bajo de mis sábanas mientras allí afuera hace, no se ¿Cuatro o cinco grados? La cuestión es que estoy en mi cama viendo como me las apañaré cuando tenga que salir a comprar algo o visitar a Yongsun, o quizás a mamá.

Mi teléfono comenzó a sonar, ¿A quién se le ocurre llamar a estas horas de la tarde? Espero que sea algo importante para interrumpir mi siesta o sino asesinaré al que esté detrás del teléfono.

-¿Hola?.- Dije sin ganas, porque la verdad no las tenía en absoluto.

-¿Mina? ¡Querida!.- Esa voz la reconocería hasta muerta. Y por el tono en que lo dijo, quiere que le haga otra vez un favor, ugh.

-Interrumpiste mi siesta.

-¿Estabas durmiendo? Disculpa linda.- Su tono sigue siendo falso, pero en fin, no me puedo rehusar a lo que dice ella porque la quiero mucho.- ¿Cómo estás?

-Estoy bien, gracias por preguntar. ¿Cómo está el tonto de Jimin?.- Realmente me preocupaba mi gran hermano, será un idiota en todos los sentidos pero es un buen chico.- ¿Y como va con la universidad?

-¿Jimin? Oh, él está más que contento con sus nuevos estudios.- Se escuchó una pequeña risita.- Además está conociendo a un chico muy apuesto llamado Yoongi.

Nuestra madre saber acerca de su sexualidad, o más bien, de toda nuestra sexualidad porque somos 3 hermanos... ¿Homosexuales? Yo soy bisexual, por así decirlo, pero estoy segura de que me gustan ambos géneros. Ella es increíble, ninguna madre hace lo que ella hizo, ¿Qué fue?, aceptarnos y apoyarnos porque nuestra felicidad iba antes que la de ella, bueno, eso es lo que repetía siempre. Con el tiempo se acostumbró a que Yongsun trajera chicas o que Jimin traiga chicos, en fin, no le importaba mucho.

-Me parece perfecto que empiece a relacionarse con los demás. Bueno ¿Para que me llamaste?.

-Yongsun me llamó hace media hora diciendo que se encontraba enferma, al parecer no escuchó lo que Moonbyul y yo le dijimos sobre andar descalza por la nieve. Ay está chica, igual de infantil que tú.

Realmente nos parecemos mucho, Yongsun y yo, sacando la parte de que somos hermanas porque sería muy obvio. Tenemos tantas cosas que nos gustan a ambas, como el chocolate caliente o el pollo. Lo último es más de mi preferencia pero nos encanta a las dos. Recordar los buenos momentos que tuvimos cuando éramos pequeñas me hizo reír

-Ya sabes como es ella, cabeza dura igual que Jimin.- Rió.- ¿Y entonces que quieres que haga?

-Quería pedirte un pequeño favor, si es que no te molesta.

Y ahí es a dónde quería llegar.

-A ver, dime de una maldita vez que tengo que hacer.- Dije soltando todo y repito, no tenía ganas de nada.

-Ella me pidió si por favor le puedes llevar algo para comer o ayudarla a que su fiebre baje.

-¿Y por qué Moonbyul no lo hace?¿Por qué no vas tú?.

-Mina, vivo al otro lado de la ciudad. Además, Moonbyul está trabajando y me dijo que hasta la noche no llegaría ¿Qué dices?¿Harías ese favorcito por mamá?¿Por Yongsun?

-Lo haré porque Yongsun está enferma, no lo hago por ti.

-Muchas gracias, Mina.- Puedo jurar que soltó una sonrisa, pero como no la veo no puedo jurar nada.

-¿Y qué es exactamente lo que tengo que llevar?

-Algo que tu quieras. Hasta también puedes prepararle sopa de pollo de la que les gusta a ella y a ti.

-Está bien, adiós.- Corté la llamada.Levanta ese culo, Mina. Tienes trabajo que hacer.