Cita con Momo y Dahyun

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¿A dónde vas? -Preguntó Jimin mientras me acomodaba mi abrigo.

Debo estar lista en quince minutos para ir a la supuesta "cita" que Dahyun organizó para que Momo y yo nos conozcamos mejor. Preferiría no ir, quedarme aquí en casa mientras veo televisión y tomo un café, pero como todos sabemos, Dahyun es muy insistente con el tema de "amistarme" y sus fetiches raros con Momo.

- ¿Y Dubu?

- Ella está abajo con una chica rubia y rara.-Sí, ella era Momo- Ahora, contesta mi pregunta ya mismo.

- Dahyun quiere que salga con ella para conocer a una chica.

- ¿Así que una chica eh? -Dijo sonriendo pícaro mientras subía y bajaba sus cejas rápidamente. Me dió un poco de risa su rostro pero realmente se lo quería quitar ya que ni en un millón de años vería a Momo de ese modo, asi que le di un golpe en la cabeza- ¡Auch!

- ¡Idiota! No creas que con solo verla ya me enamoraré, no señor.

- Bueno, luego me cuentas como te fue en tu cita.-Volvió a sonreír pícaro, ¿quiere que le de otro golpe o qué?- Y me dices si te robó el corazón eh.

- Sal de mi habitación antes de que te tire la silla por la cabeza.

- Bueno bueno tranquila niña enamorada.

Até mi cabello en una coleta mientras colocaba un pequeño listón rojo, me maquillé levemente (porque no quería parecer una de esas muñecas plásticas típicas de instituto) y bajé rápidamente antes de que Jimin haga un comentario sobre mí maquillaje o mi vestimenta. Tomé mi celular por si acaso y salí de mi casa para encontrarme a Momo a punto de besar a Dahyun... ¡Dios santo!

¡No me digas que ya caiste en sus redes! Dubu dime que no te lo suplico por el amor de lo que sea que viva en el cielo.

- ¿Qué están haciendo?

Ambas se separaron bruscamente mientras miraba a Dahyun con reproche por lo que hubiese pasado si no intervenía a tiempo, me alegro de estar aquí mismo porque si no ya estaría agarrando los cabellos rubios de Momo.

- ¡U-Unnie! -Exclamó sorprendida, tapando su rostro con sus cabellos- N-no sabía q-que estabas allí...

- Buen día Mina.-Saludó Momo y la miré fulminante por tratar de comerle la boca a mi mejor amiga, ¡¿quién se cree?!

- Mejor vayamos a donde sea que quieran antes de que las mate a las dos. Entré al auto sin permiso alguno (obviamente que en los asientos traseros porque me imaginaba que Dahyun iría adelante con la ladrona de corazones de mejores amigas).

Ambas trataron de entablar conversación conmigo pero yo las ignoraba o simplemente contestaba con monosílabos. Todavía no puedo creer que Dahyun y Momo casi cometieran tal atrocidad, osea, no es que esté mal ni prohibido ni nada de eso pero ella... no sé, viéndola así me da cierta sensación rara en mi corazón; de esas cuando ves una película y la vuelven a pasar pero tú las sigues viendo como idiota porque te encanta y la verías una y otra vez solo para pasar el rato, ese tipo de sensación extraña me pasa, también, cuando veo a Dahyun con esa cara de boba -para no decir enamorada- al mirar a Momo y sus acciones, hasta podría decir que se le cae la baba por ella, gracioso ¿no?.

¿No será que estoy celosa de que ella tenga a alguien en su corazón? ¿Pero por qué lo estaría? Delirar es malo, más para una persona como tú Mina.

- ¡Llegamos!.-Exclamó Momo felizmente. ¿Ya habíamos llegado?

Observé aquel lugar mientras salía del auto lujoso. Habían varias personas que entraban y salían como si fueran hormigas rápidas, el olor a comida invadió mis fosas nasales y en efecto, estábamos en un restaurante que nunca ví en mi vida y creo que ni en el pueblo se encuentra.

Al adentrarnos más se me caía la boca de lo lujoso que era apenas siendo las tres de la tarde, se supone que Momo nos llevaría a un lugar para gente con pocos recursos como Dahyun y yo, ¡pero mira! Llevándonos a un lujoso restaurante en un lugar que jamas en mi jodida vida he visto, genial.

- Buen día mademoiselle Hirai~ su mesa está esperando arriba.-Habló un tipo raro con acento francés que me provocó una carcajada.

- Gracias.

Me di cuenta que había pedido una de esas salas con entrada VIP porque era más lujosa y no había tanta gente como abajo. Madre mía si Jimin viera esto se caería, moriría y resucitaría en el mismo instante que yo.

- En serio Momo no tenías que pedir en este lujoso restaurante.-Habló Dahyun sorprendida mientras yo seguía impactada, osea, ¡tienen candelabros con diamantes! ¿Quiere matarme o qué?- ¿Es eso un diamante? ¡DIOS SANTO ES UN DIAMANTE!

- Mi familia es dueña de este restaurante así que me es muy fácil conseguir este tipos de cosas y sí, ese es un diamante.

- De verdad te luciste.-Hablé observándola, al menos si servía para algo- Una simple cita y mira, candelabros con diamantes, fuentes enormes de chocolate y de seguro los baños son de oro.

- De hecho no son de oro pero tendremos en consideración tu petición.-Rió, lo decía con sarcasmo...- Oh, pueden ordenar lo que se les plazca que nadie paga más que mi familia.

Abrí el menú y casi me caigo de la silla al ver los precios tan elevados que ni cinco años de mi trabajo podría pagar. Decidí por un simple pollo frito, Momo me insistía en que podía pedir cualquier cosa pero me rehusé ante ello repetidas veces hasta que aceptó el hecho de que yo pida algo simple.

Nos la pasamos hablando de, literalmente, toda nuestra vida. Desde los momentos que pasamos juntas Dahyun y yo hasta la actualidad. Nos contó que su familia es dueña de una cadena de restaurantes muy famosos y que por eso fue fácil conseguir una reservación VIP aquí. Tiene tres hermanos; Yuta era el hermano mayor, mientras que Sakura era la menor convirtiéndola a ella en la hermana del medio. Básicamente nos relató su vida desde Japón, su país natal, hasta la actualidad donde solo busca tener un lugar cómodo en la sociedad.

De verdad la juzgue mal, Momo es una chica encantadora pero, no todo lo que brilla es oro, tiene sus típicas características que me ponen a pensar: ¿estaré haciendo lo correcto en dejar mi "odio" hacia ella y hacer las pases?. No es que sean malas ni nada pero tiene bastantes cosas que me ponen nerviosa hasta tal punto de querer irme corriendo, como por ejemplo, estar olfateandome como si fuera un perro o observarme detalladamente cuando iba al baño y volvía.

Tal vez sean imaginaciones mías y son hábitos que ella usa normalmente.

- Disculpen debo ir al baño.

Es la novena vez que me levantaba para ir al baño. Me lavé el rostro y me observé atentamente en el espejo al notar dos pequeñas bolsas debajo de mis ojos, ¿estaba cansada o eran ojeras? Traté de borrarlas o taparlas con el maquillaje que llevaba a mano ¡pero era imposible!. Escuchaba pasos, no me interesaban saber hasta que la figura de Momo se posó a mi lado.





























"Espero que hables, pequeña mocosa"

The Princess and Her Wolf. Adaptación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora