La noticia sobre el embarazo de Mikasa corrió como agua entre los dedos, después de un par de semanas, más de la mitad de la ciudad ya se había enterado, incluso llego a creer que él había sido el último en enterarse.
Después de observarla detenidamente por mucho tiempo pudo al fin notar esos cambios que había tenido su esposa y la verdad nadie podía juzgarlo, era la primera vez que veía a una mujer embarazada o una que le importara y precisamente él no sabia mucho acerca de esas cosas. No sabia como reaccionar o que debía hacer y muy a su pesar se sentía muy inútil, hablo con ella pidiéndole que dejara el trabajo y se dedique a descansar pero ella lo rechazo.
Entendía su posición y la aceptó aunque eso acarreara a un hombre ultra molesto.
Cuándo ella le habló y le pidió que se tranquilizara, él le confeso todas sus preocupaciones y al fin lograron llegar a un acuerdo mutuo.
Ella dejaría a su grupo de reclutas y se dedicaría al papeleo por el tiempo en que ella de a luz a su bebe y él dejaría de ser tan molesto, según sus propias palabras.
Cuándo le comentaron que debía cuidar a su esposa, complacerla y sobreponer sus necesidades a las suyas, realmente se preocupó.
«Acaso ella ¿se sentiría mal?»
Se preguntó eso por muchos dias.Pero muy por el contrario, Mikasa se veía radiante y mucho mas sensual si eso podía ser posible.
Si alguien le hubiese advertido que su esposa se iba a volver juguetona, él no lo hubiese creído pero vaya sorpresa fue el tener a una Mikasa completamente desinhibida y con un apetito sexual voraz, aunque eso le encantaba, no sabía exactamente que pasaba pero sin dudas ella se veía hermosa, su cabello brillaba mucho más y su rostro se veía mucho mas suave de lo normal, estaba completamente sensible y receptiva, le gustaba tanto verla en buen estado y él se sentía realmente pleno, nunca creyó que un hijo lo haría feliz y ahora solo anhelaba que naciera pronto.Los días pasaron y con ellos Mikasa lentamente fue cambiando o mas especifico su cuerpo, no se notaba aún su vientre de embarazada que el pensaba que todas las mujeres tenían pero aún así se veía linda. Se preguntaba constantemente si su bebe ¿Seria varón o si sería una linda mujercita como su mamá?
Cuando observó su vientre se dio cuenta que ya no tenia abdominales y quizás por eso su vientre aún no aparecía, el doctor le dijo que debía disfrutar y que los cambios llegarían solos y en silencio.
Una tarde en la cuál volvía del trabajo la vio beber su té y alimentarse con mucho entusiasmo mientras contemplaba el atardecer en un banco que había en el exterior de su vivienda. Ella al notar su presencia lo llamó.
—Ven aquí cariño —pidió ella mientras extendía sus brazos —, está demasiado lindo el día para estar en la casa.
Sin siquiera pensárselo fue a donde se encontraba ella, se sentó a su lado y la acurrucó en su costado.
—Sabes hoy sentí por primera vez un movimiento —dijo ella completamente perdida en su mundo —, aunque no ha vuelto a moverse.
—Quizás este dormido —respondió él mientras la acomodaba en su pecho —aunque debería ser mas activo o será un perezoso.
—Estoy casi segura que en cuanto de sus primeros pasos, tú le enseñaras a luchar —dijo entre risas fuertes que resonaban a su alrededor —pero si lo asustas, tendremos muchos problemas.
Su voz cambió a una mas ronca y por un momento pensó que estaba hablando enserio, hasta que la observo. Sus ojos brillaban y su mano cubría su boca evitando reírse de él.
—Que graciosa —dijo sarcástico —, a propósito, ¿que crees que será? Tenemos que comprarle cosas, como sabré que color elegir.
—Compremos ropa blanca, después podemos comprarle más cosas —susurró perdida en sus pensamientos — ¿Que dices?
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𝙿𝚘𝚛 𝚎𝚕 𝚛𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊𝚜 𝚟𝚒𝚍𝚊𝚜
Fanfiction𝚂𝚎𝚌𝚞𝚎𝚕𝚊 𝚍𝚎 𝚏𝚒𝚌 "𝙽𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝙿𝚎𝚚𝚞𝚎ñ𝚘 𝙸𝚗𝚏𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘' 𝙵𝚒𝚗𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚍𝚘. 𝙳𝚎𝚜𝚙𝚞é𝚜 𝚍𝚎 𝚜𝚞𝚙𝚎𝚛𝚊𝚛 𝚝𝚘𝚍𝚊𝚜 𝚕𝚊𝚜 𝚙𝚛𝚞𝚎𝚋𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚎𝚜 𝚙𝚞𝚜𝚘 𝚎𝚕 𝚍𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚘, 𝚕𝚕𝚎𝚐ó 𝚕𝚊 𝚑𝚘𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚘...