𝙿𝚘𝚛 𝚎𝚕 𝚛𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊𝚜 𝚟𝚒𝚍𝚊𝚜

Por el resto de nuestras vidas.

Este capitulo contiene lemon 🍋
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Esa mañana él despertó junto a su pequeño y al ver lo relajada que dormía su mujer decidió dejarla dormir un poco más, así que vistió a su hijo y se lo llevo a desayunar al pueblo, dejándole una nota a Mikasa para que no se preocupe al momento de despertar.

Sabía que ella tenia muchas cosas que hacer con sus amigas y le daría una tregua por lo que quedara de espera para la dichosa fiesta.

Fue a visitar a Erwin y decidió pasar el día con él, aún debía pensar en que es lo que haría para vivir en ese lugar ya que no podía darse el lujo de vivir sin trabajar, pero Erwin se encargo de tener todo un plan para su vida al parecer.

—Sigues teniendo tu puesto aquí, además eres el mejor en lo que haces y aunque ahora no hay titanes, la nación debe tener protección sobretodo ahora que estamos tan expuestos al exterior.

Erwin entendía perfectamente cuál era la manera para convencerlo y aunque a él le costará reconocerlo, su vida giró tanto tiempo alrededor de la guerra que se había terminado por convertir en un excelente soldado y por que negarlo, el poder y la gloria siempre eran bien recibidos sobre todo ahora que tenia una familia y un hijo que merecían todo lo que él pudiera otorgarles.

—Esta bien —dijo él aceptando aquella oferta —, aunque me gustaría tener un tiempo de descanso y tambien para poder hablarlo con Mikasa.

—Por supuesto, eres libre de volver cuando quieras.

×°×

Las semanas fluyeron de forma veloz y su esposa se encontraba más ansiosa que la mismísima novia, solo quedaba una noche para la tan esperada boda y Mikasa llevaba más de una hora en el baño arreglando su piel y bañándose para estar completamente lista, no dejaba de causarle gracia la ilusión que destilaba por sus poros cada vez que ella  hablaba de sus amigas.

La mañana fue aún mas agitada, prácticamente los vistió a él y a su hijo como unos novios de pastel, los peino y los mando a la iglesia para ella quedar vistiéndose con la tropa de lunáticas. Se Encontró a antiguos cadetes, entre ellos a Eren, Mike y Nanaba, estos últimos ya casados y con los años sobre sus hombros como todos los que se encontraban ahí, la guerra había sido cruel y se había llevado a muchos, pero a pesar de todo, se alegro de  encontrar aquella puesta familiar y acogedora que mostraban los sobrevivientes.

Muy a su pesar, lo único que le interesaba de la dichosa fiesta era ver a su mujer en vestido, ni siquiera lo había dejado ver aquella dichosa tela que esa noche él destruiría, después de todo continuaba disfrutando el verla desnuda y sin nada que le estorbara en su camino.

—¿Que estas pensando degenerado? —cuestionó la rubia entrometida mientras se burlaba de él a su lado.

—No creo que sea de tu incumbencia o ahora aparte de ser impertinente eres entrometida —respondió él con cara de fastidio —, ¿Qué haces aquí despues de todo? ¿Donde está mi mujer?

—Sigues siendo el mismo bast...

No alcanzo a soltar la sarta de idioteces porque fue sorprendida por un rubio con cara de niña que llego a abrazarla posesivamente, mirándole a él con cara de pocos amigos.

—Oh así que tu eres el pobre desgraciado que cayo en las garras de la loca —soltó Levi con sorna antes de resonar una fuerte carcajada al ver la cara descolocada de Annie.

—¿Quien diablos eres tú? —dijo él acercándose peligrosamente a Levi.

Su cara de niña le estaba irritando y sobretodo al ver su altanería al hablarle.