" La cruda Realidad "

" Ayuda "

“Nuestras decisiones marcan un principio y un final”

Acá estoy otra vez, pensando en quién soy realmente acaso un espíritu libre o un eterno prisionero de mis pensamientos. Me siento y tomo un tiempo a solas donde tantas veces me he refugiado, en esta cosa que todos llaman “ahora”, esa que marca la angosta brecha entre el vivir y morir, donde te cuestionas o te buscas nuevas soluciones. Es aquí donde siento mis lágrimas correr.
Hay muchos días en que el silencio habla por mí, cuando toda la respuesta que ofrezco es una inclinación de cabeza, donde el dolor ha sabido vencer cada una de mis fuerzas; días donde la respiración se me acelera, mis ojos se abren y se cierran para verlo todo en cámara lenta. Hay días que mis palabras se ahogan en un letargo inconsciente pero también momentos donde la soledad sofoca los pequeños retazos de paciencia que me quedan, noches en las que el espejo me susurra ideas absurdamente exquisitas y mis lágrimas caen invisibles resquebrajando lo que resta de mi alma… mis propias manos abrazan el cuerpo al que pertenezco, pero nunca es suficiente para acallar al monstruo que me consume…. Tal vez por eso esta decisión la he tomado sin mirar atrás… lo mejor de todo es que lo decidí mientras cumplía cada uno de mis deseos:
Bailar en la lluvia mientras sentí cada ínfima gota en mis mejillas
Trazar el retrato de la única persona que supo conquistar mi vacío corazón
Disfrutar los últimos segundos de alegría con mis amigos
Haberme tomado el tiempo y la valentía necesaria para escribir esta historia… mi historia
Cuando estas líneas sean visibles a los que me rodearon alguna vez y me quisieron apoyar sé que se sentirán mal porque pensarán que debí haber dado más, lo cierto es que el único culpable de todo fui yo… aprendí muy bien a evadir la pregunta ¿cómo estás? Ya sé que fui un egoísta chicos, por no dejarme escuchar, por no desahogarme cuando aún podía, por desconfiar y no sacar lo que realmente sentía frente a ustedes… lo cierto es que tenía miedo que vieran lo cobarde que realmente soy, desmontando así la fachada de chico sonriente que tanto me costó contruir, me dejé guiar por palabras y máscaras que despojaron de su hogar al verdadero rostro de lo que fui. Nunca pretendí que esta fuera una historia feliz porque mi vida nunca lo fue, mi intención al dejar estas líneas fue dar a conocer lo roto que se puede estar por dentro y aun así no darlo a conocer, por no estropear el momento. Las cosas que muchos creen insignificantes valen oro cuando no se cuenta con todo el tiempo que quisiéramos. Las mejores sonrisas provienen de las personas más heridas…
Esta es mi decisión…. Porque tal vez no supe callar mi cruda realidad a tiempo….
No pude pedir ayuda, ni supe o no quise… Lo siento, para todos aquellos que me llevaban dentro….
Benjamín.