SECUESTRO

PARTE IV

El celo de Tony se había adelantado y hora su cuerpo ardía y su miembro dolía, hace un tiempo había logrado desatarse y trato de calmar su calor por su propia cuenta, pero era en vano, no podía necesitaba a Rogers para eso.

———Maldito——— se quejó entre dientes mientras apretaba su miembro levemente y movía su mano de arriba hacia abajo en un intento desesperado por calmar su calor ———Steve...——— susurro al momento de culminar, pero su miembro aun seguía erecto, el castaño gruñó disgustado, se paró de la cama y caminó de un lugar a otro desesperado ———¡ROGERS!——— comenzó a gritar con desesperación, pero nadie respondía ———¡ABRAN LA MALDITA PUERTA!——— exigió, pero nadie abrió.

Mientras que Hydra se encontraba en su habitación calmando su calor con dildos de distintas formas y tamaños, pero nada de esto lo ayudaba, definitivamente necesitaba a Tony, pero no sé la pondría así de fácil, tenía que hacerlo sufrir y fue ahí cuando escuchó los gritos del genio preguntando por el, Steve rio complacido, pero quería hacerlo sufrir aún más. Las horas pasaron y Steve ya podía sentir el aroma de las feromonas del Alfa llamándolo y sin pensarlo más se dirigió hasta la habitación del Alfa. Al entrar noto al castaño acostado boca arriba, Steve cerró la puerta con pasador, con pasos lentos y silenciosos se acercó a la cama, noto que el castaño parecía dormido, pero al instante abrió los ojos, tomó al rubio por las muñecas y lo jaló hacia su cuerpo y comenzó a besarlo con hambre y mucho deseo, Steve se dejó deshacerse por aquellos labios que había anhelado con probar hace meses.

———Hare que te arrepientas de esto——— advirtió el castaño sobre los labios del Omega.

———Buena suerte——— respondió con algo de burla en su tono.

Tony estaba comenzando a gustarle ser retado por aquel Omega y sin pensarlo más lo recostó sobre la cama y exploró por completo cada rincón del cuerpo del Omega y este gemía con cada caricia y beso que el castaño le daba. Steve estaba completamente cegado por el calor de su celo mientras que Tony se embriagaba con el aroma del rubio, colocó su rostro sobre la glándula Omega de este y comenzó a lamerla y mordisquear.

———Tony...——— gimió cuando sintió que el Alfa tomaba un buen pedazo de piel entre sus dientes y mordió con suavidad ———Hazlo——— ordenó más que pedir,  pero el castaño se controló soltandolo y después seguir besándolo.

El Alfa llevó su mano justo a la entrada del rubio notando lo húmedo que se encontraba gruñó complacido, metió su dedo índice en la entrada de este ganando un gemido, Tony comenzó a dar simples embestidas con su dedo escuchando el dulce sonido del chapoteo que hacía su mano al momento de chocar con las nalgas húmedas del rubio, el castaño aguanto así un rato más hasta que metió un segundo dedo haciendo gritar al Omega, pero quería escuchar más gemidos por parte de él y metió en miembro del rubio en su boca, Steve gimió por la sorpresa y no paró de hacerlo al sentir el tercer dedo siendo introducido en su interior, Tony succionaba con desesperación el miembro del rubio mientras que lo penetraba con sus dedos. Steve sentía que tocaba el cielo, jamás en su vida había sentido tanto placer como en ese momento.

———Tony...——— dijo con dificultad cuando sintió el orgasmo acercarse ———Tony… por favor...——— suplicó y el genio aumentó la velocidad de sus penetraciones con sus dedos hasta hacerlo correrse en su boca.

———Date la vuelta——— ordenó mientras observaba el desastre que era el rubio, pero con movimientos perezosos hizo caso ———Te cogeré cómo nadie lo ha hecho——— susurro en el oído del rubio mientras alineaba su miembro con la entrada húmeda de este.

———Suerte con eso——— dijo de forma burlona.

El Alfa gruñó ante aquel comentario y sin previo aviso introdujo su miembro de una sola estocada en la entrada del rubio haciéndolo gritar y sin dejarlo acostumbrarse al tamaño Tony comenzó a dar fuertes y erráticas estocadas tocando ese dulce punto del rubio haciéndolo gritar mucho más fuerte. Steve jamás lo aceptaría, pero Tony era el único con el que había estado, jamás se había sentido tan atraído por un Alfa, hasta que lo conoció en aquella emboscada, su aroma lo volvió loco y adicto a él y ahora lo tenía justo donde quería.

Tony daba fuertes embestidas en la entrada del rubio, jamás había sentido tanto placer en su vida, definitivamente ese Omega sería su perdición, pero se preocuparía por eso después ahora lo que le importaba era complacer a ese Omega que gemía tan placenteramente su nombre. La entrada de Steve comenzaba a estrecharse y apretar aún más el miembro de Tony dándole a entender que el Omega estaba por correrse así que aumentó la velocidad de sus embestidas.

———Tony… Tony...——— gemía el rubio ———Ah… Tony…!——— gritó una vez alcanzó el orgasmo y Tony aprovechó la estrechez del rubio para seguir embistiendo con mucha más fuerza hasta que también se corrió en su interior ———Dejalo, lo quiero——— pidió el Omega.

Tony obedeció dejando su miembro dentro de él mientras el nudo se hacía presente, al principio el Omega se quejó, pero no tardó mucho en acostumbrarse y mover sus caderas con sutileza, Tony sabía que no podía ninguna clase de momento brusco cuando tenía el nudo, pero el rubio lo estaba alentando tanto que empujó más su miembro en el interior de este haciéndolo gritar de dolor y placer, siguió moviéndose con un ritmo lento, quería parar al escuchar los gemidos lastimero del Omega, pero sentía tanto placer que no lo pudo evitar el seguir moviéndose. A pesar de que Steve se retorcía de dolor no quería que el Alfa parará así que también movía sus caderas en busca de esa fricción invitándolo a seguir con sus movimientos.

Esa noche ninguno de los dos durmiendo complaciendo sus más bajos instintos, duraron así un par de días más hasta que el celo del Omega se calmó, si es cierto Tony no se quería marchar, pero tenía que sino quería levantar sospechas, pero había llegado a un acuerdo con el rubio de verse cada cierto tiempo incluyendo pasará sus celos juntos, si es cierto que en esa ocasión Tony no marcó a Steve, pero lo prometió hacerlo la próxima vez dándole su completa devoción...