IV

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- "-Me tengo que ir - dijo con una dulce sonrisa.

-Está bien. Nos vemos pronto.

-Claro.

Y salió a la calle. El día estaba soleado, nada que ver con el anterior, quizás los días fueran acorde con su estado de ánimo.

-¡Eh, espera! ¿No decías que estabas sola en casa?

-Si.

-¿Vamos al parque?

-¿Al parque? Si... Vamos.

Estaba relajada, y Bradley lo sabía, pero se inquietó un poco cuando le rozó los dedos con la mano.

-Me gustas, Clara Styles.

-Yo... Tú a mi también. Mucho.

-Me alegro.

Otra vez esa sonrisa, la verdad era que a Brad le encantaba, le gustaba de verdad.

-¿Y tu hermano?

-Harry está en Noruega. Una escapadita, ya sabes, para desconectar.

-Soy fan de él.

-¿De mi hermano? ¿Y luego? Jaja.

-¿Has visto sus fotos? Nació para la fotografía. Yo las he visto en el blog de la universidad.

-Ya las han quitado, no quería que siguieran ahí.

-¿Por que? No lo entiendo.

-No le gustaba, quería hacer él mismo famosas sus propias imágenes, no a través de nadie.

-Ah, vale... ¿Y tu hermana?

-En Irlanda. Trabajo...

-Y tú en casa, jajaja.

-Contigo.

-Conmigo.

Ya habían llegado.

-No hay nadie.

-Mejor, ¿no?

-Sí, mejor.

Se fueron a los columpios,y hablaron de un millón de cosas.

-¡Brad!

-¿Que pasa?

-¡Son las dos!

-¡Mierda! Clara lo siento, me tengo que ir, te llamo luego princesa.

-No te preocupes. ¡Chao!

Y se quedó mirando como se alejaba,corriendo. Cuando lo perdió de vista, se dirigió al Starbucks, le apetecía un café.

-¡Luke!

-¡Ei, Clara! ¿Que tal?

-¡Genial!

De verdad que no se esperaba esa respuesta, últimamente estaba triste, silenciosa, deprimida. Estaba preocupado por ella, sin embargo no sabía que hacer para animarla. Clara notó que no sabía que decir, más que nada porque se había quedado sin palabras, entonces siguió ella.

-Ayer me encontré a Brad.

-¿A Brad, Bradley?

-Sí, jaja, a Bradley.

-¿Y que hacías con él?

-Había salido a dar un paseo y él estaba jugando en el campo.

-¿A que hora? Porque ayer llovió casi toda la tarde...

-Ya.

-¿Saliste con ese tiempo? Clara...

Le había cambiado la expresión de la cara, ahora estaba serio, y parecía algo molesto, tal vez enfadado.

-Necesitaba despejarme. No me encontraba bien.

Suspiró, eso ya lo sabía, pero no debió salir de casa con ese temporal.

-Bueno, ¿y que pasó?

-Fuimos hasta su casa, empezamos a ver una película y luego subimos a su cuarto.

-¿Lo hiciste?

-¡Luke, por Dios! Claro que no.

-Ah...

-Sólo nos dormimos. Y hoy por la mañana... Me besó.

-¿Que? ¿Tu primer beso lo das con un gilipollas?

-Brad no es ningún gilipollas,¿te quedó claro?

-Clara no te enfades, pero Bradley Simpson es un mujeriego. No te ilusiones tanto. Sabes que te lo digo por bien.

Parecía que hubiera cogido una goma enorme y le hubiera borrado la sonrisa.

-Clara...

-Conmigo es diferente. Es más, me dijo que me quería.

-Clara, qué inocente eres...

-¡Qué sabrás tú!

-Mira, aunque me duela te lo voy a decir. Haz lo que quieras, es tu vida, pero cuidado, porque somos muchos los que estamos en ella, así que no la destruyas. Pero anda con cuidado con ese, vigila lo que haces, por ti, para no hacerte daño.

-.... Te lo prometo.

-Gracias.

-No hay de que. ¿Starbucks?

-Por favor.

Pidieron un café cada uno ; Clara de vainilla con un muffin, Luke de caramelo con un brownie.

-¿Que tal Harry?

-Bien.

-¿Cuándo llega de Noruega?

-El sábado. Lo echo de menos, lleva una semana fuera.

-Yo también, no puedo estar tanto tiempo sin tocar el piano.

-Sin tocarlo, ya... Jajaja. Eres principiante.

-Shh...

-Jajaja. Por cierto, ¿que tal va Miley en ingeniería?

-Bastante bien, la verdad. Pero me parece que ahí atrás tuvo un pequeño problema con una demolición. Con una bola de demolición, más bien.

-¿Y luego?

-Ni idea, temas de trabajo.

-Llevo tiempo sin ver a tu prima. La extraño.

-¡Ah, si! Me a dado saludos para ti el otro día.

-¡Vaya, Luke! Que responsable eres, te has acordado... - Dijo mientras ponía los ojos en blanco.

-¿Que vas a hacer hoy?

-Nada. ¿Quedamos?

-No puedo, lo siento. Tengo que ir al entrenamiento.

-Bueno, no pasa nada,ya quedaremos otro día.

-Sí. ¿Tienes hora?

-Las tres menos veinte y cinco.

-Me voy, a las tres en punto tengo que estar en la playa.

-Vale, adiós.

-Adiós, Clara.

Pagaron y se fueron, cada uno por su lado.

Como no tenía nada que hacer, decidió ir a la montaña, así se relajaba un poquito después de la charla que había tenido con Luke sobre Brad.

Cruzado en mi caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora