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Artemisa

Lunes 22 de febrero. 07:15 PM

Despacho del director

—¿Y bien? —El director mira a la madre de Artemisa.

—Artemisa, ¿estás segura de que quieres ir, cariño? —la bella mujer mira a su hija y le acaricia su espalda.

—Sí, mamá. —La chica le da un beso a su madre en la mejilla.

—Entonces vayamos a conocer a tu compañera, sois muy parecidas.

El director Tyler le indica la puerta de su despacho a la joven.

—Cuídenla. —La madre de Artemisa clava sus oscurecidos ojos en los del director. Se gira hacia su hija y le sonríe. —Diviértete, pequeña. Te vendré a ver cada semana.

La mujer de pelo largo y negro sale por la puerta del despacho.

Helmer

Lunes 22 de febrero. 11:50 PM

Habitación de Hunter en el Área 0

—¿Y? —Helmer se apoya en la pared de la habitación de Hunter.

—Es más fuerte. Su poder aumenta cada día. —Hunter pasa una mano por su cabello.

—Pues habrá que aumentar el nuestro aún más.

—Hardin, no sabes cómo de rápido aumenta su fuerza. Nosotros tres tendríamos que doblar nuestro poder para alcanzar el suyo.

—Oh, venga Hunter. —Helmer se acerca a su hermano. —No será para tanto.

Hunter lo mira con sus ojos blancos.

—¿Quieres comprobarlo?

—¿Quieres comprobar tú lo fuerte que soy yo? Seguro que puedo contigo y ella juntos.

Hardin suelta una carcajada.

—Me das risa, Helmer. Tienes el ego demasiado alto para ser lo que eres.

Helmer le sonríe.

—Veamos si es verdad. —Se gira hacia Hunter. —¿Qué dices, Hunter? ¿Lo comprobamos?

Hunter suelta una risa seca. Y sin avisar su cuerpo se torna blanco y lleno de escarcha, con su dedo índice le apunta y de él sale un rayo azul que deja congelado a su hermano desde el cuello hasta los pies.

Helmer suelta un quejido.

—Hijo de puta, no has avisado.

—¿Y crees que ella te avisará antes de hacerte cenizas?

El hielo que envuelve a Helmer se rompe por la fuerza que él hace.

Delora

Lunes, 22 de febrero. 02:02 PM

Comedor del psiquiátrico en el Área 2

—¡Alexander! —lo llama entre todo el ruido del comedor.

—¡Delora! —se levanta a abrazarla.

Es un poco más alto que ella. Tiene el cuerpo muy fino, producto de su mala alimentación, y la ropa le queda holgada.

—¿Qué tal estás? —le pregunta Delora sonriente.

—Bien, hablé con algunas personas aunque no hice más amigos como tú.

—Al menos hablaste con gente.

Él sonríe.

—Me encantan tus hoyuelos. —Le dice Delora.

Delora [SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora