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Carmín se tira en la cama, agotada. Guillermo sale del baño y la mira.

—¿Cansada?

—No, es que la cama se sentía tan sola y quería compañía. 

Guillermo ríe. 

—Pues tienes toda la tarde para descansar. 

—¿Y Marcus?

—Dijo que vendría mañana, así que no te preocupes. —asiente. —Mara está en otro cuarto conmigo, hay dos camas separadas antes que quieras reclamarme algo, pensamos que era mejor que tengas tu espacio esta vez.

—Muchas gracias enserio. —Guillermo se dirige a la puerta.—No quiero ser tía, ¿eh?

—Serás pendeja. —responde él riendo y sale, cerrando la puerta. 

Tras la salida de su mejor amigo, abre su maleta y saca una blusa algo suelta y unos shorts. Se dirige a ducharse para relajarse un poco, y al cambiarse deja el bonito aunque incómodo conjunto que se había puesto en la mañana. 

Se secó un poco el cabello con la toalla y se sentó en la cama, encendió la televisión con el control sobre la mesa de noche y comienza a cambiar de canal, esperando que haya algo interesante de ver. En más de la mitad de los canales eran noticieros, por lo que la apaga y toma su celular.

Abre el WhatsApp y ve mensajes sin leer de Agus e Isa, por lo que contesta con una videollamada y las dos responden al instante.

—Hey, hola —saluda alegre.

—¡Amiga! Nos preocupamos cuando no avisaste que llegaste pero al verte en el canal supimos que estabas viva. —bromea Agus. Carmín ríe.

—¿Qué tal tu tarde? —pregunta Isa.

—Bien agotada.

—¿Estás en el cuarto? ¿Qué tienes en mente?

—Si Agus, acabo de llegar, estoy muerta pero no tengo ganas de quedarme  aquí. Sería genial que estuvieran ahora.

—Lo estaremos en unos días, no te desesperes. Más bien, te propongo algo. —dice Isa sonriendo.

—Dime.

—Mi amiga Julia está en la ciudad, sabe de un lugar buenísimo, es como un café. ¿Le digo que me pase la dirección?

Carmín asiente. —Obvio, mas bien gracias. Lo que menos necesito es estar encerrada aquí.

—Bueno amiga, te dejamos, cuídate mucho, nos vemos pronto —se despiden las chicas y cortan.

Se seca el pelo nuevamente, se peina en una sencilla trenza y se maquilla muy natural. Al asomarse por la ventana, ve como el sol se esconde, pero al mismo tiempo la cantidad de personas afuera del hotel gritando su nombre le parecía irreal.

Se aleja de la ventana e intenta descansar, pero no puede. Le suena el celular; una dirección del número de Isa. Decidida, se coloca una casaca negra algo larga, unos pantalones sueltos y su celular. La hora en el reloj digital de la mesa marca casi las 8 pm. Se lleva la tarjeta que abre la puerta del cuarto y sale, bajando por el ascensor hasta el garaje.

Solo necesitaba sentirse normal. Tan solo un día. En cuanto Marcus llegase todo se pondría de cabeza.

Recuerda que Guillermo le mencionó algo de autos prestados. Con rapidez se dirige hacia uno de los botones del hotel que se disponía a subir.

—Disculpa, ¿hay algún auto que pueda tomar prestado?

—Si, ahi hay llaves. Tenga cuidado señorita, a esta hora de la noche puede ser un poco peligroso. 

Cristina ;; A short Carmilex storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora