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—Hey, Carmín, despierta. —la mexicana se remueve en el asiento. —Ya vamos a aterrizar dormilona.

—Buen día para ti también Guillermo. —murmura ella.

El chico sonríe, ella lo imita. Por el pasillo del avión pasan las aeromozas, indicando que tienen que enderezar los asientos para el aterrizaje.

Carmín asiente, él toma la casaca que cubría a la mexicana mientras ella se acomodaba de vuelta. Se coloca la casaca y sube la ventana, por esta se ven las nubes y el cielo azul.

—Dormiste casi todo el vuelo.

—¿Si?

—Y ni te diste cuenta. —ella ríe. —¿Descansaste algo?

—Algo, tengo mil cosas en la cabeza —Apoya su cabeza en el hombro de Guillermo.— ¿Cuánto falta?

—Para acabar el día mucho. —suspira. —Para aterrizar, menos de quince minutos.—informa mirando la pequeña pantalla frente a él. 

Una castaña sentada en el lado derecho de la misma fila que ellos dos comienza a buscar algo de su mochila.

—¿Mara? ¿Qué buscas?

—Maquillaje Guillermo, tengo que retocar a Carmín.

—No es necesario.

—¿Pero y la prensa? ¿Y los fans?

Genial. Otra preocupación para Carmín. 

— Pasaron un dato falso del vuelo, no te preocupes. —Responde Guillermo con paciencia. Toma la mano de Carmín con cariño —No te estreses aún, ¿si? No queremos terminar de nuevo en la clínica.

Ella asiente. Se sienta derecha y se quita la liga que ata su pelo. Este cae y se lo acomoda un poco. 

—Les habla el capitán del vuelo, estamos llegando a la ciudad de Buenos Aires, Argentina, con una temperatura de aproximadamente 25 grados y cielo despejado. Ya iniciaremos con el descenso, por favor mantener los cinturones abrochados. 

Carmín no quitaba la vista de la ventana. A medida que descendía el avión se sentía como si uno fuera en una montaña rusa, y la expresión de nervios de Mara era clara muestra de ello. Los pequeños puntos negros y arreas verdes comenzaban a agrandarse a medida que se acercaban a tierra, y cuando menos lo esperaban ya había aterrizado el avión. 

—¿Qué tenemos de aquí? 

—¿Yo? Nada. Tú si, de acá nos recogen, vamos al hotel, tienes exactamente 10 minutos para cambiarte y salimos directo a un canal que al saber de tu llegada no se resistió en pedirte como invitada. —ella asiente.— En la semana tenemos fotos, pero hoy regresaremos a las siete casi, por lo que tendrás harto tiempo para descansar.

El avión frenó, y mientras daban indicaciones que todos se bajaran con cuidado, tengan precauciones con los compartimentos superiores y todo eso, un grupo de chicas de algunas filas adelante no dejaban de mirarla. No todos los días por mera casualidad te encontrabas en el mismo avión que Carmín Laguardia. Ella las saluda y ellas gritan emocionadas, los adultos alrededor no entienden el porque.

Guillermo se levanta al ver que el pasillo se despeja y baja su maleta guinda, la maleta negra de Carmín mientras que Mara aprovecha que el avión está algo vacío para retocar con rapidez el maquillaje de su amiga. 

Guarda todo en su mochila en cuestión de segundos y ella también se levanta, se acomoda bien la casaca y tiene unos lentes oscuros a la mano. Al comenzar a salir del avión los tres, para frente al grupo de chicas que la esperaban en la puerta.

Cristina ;; A short Carmilex storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora