AGUSTÍN
DÍA 1Abril no había estado presente en todo el día porque estaba secuestrada. La gente que había secuestrado al Instituto se habían encargado de secuestrarla a ella, pero porqué. ¿Por qué alguien se esforzaba en secuestrar algo con tan poco valor? Personalmente creo que no tiene valor secuestrar un Instituto lleno de niños y maestros. Nada de lo que estaba pasando tenía sentido. Se hacía muy difícil mantenerse de pie luego de haberme enterado del verdadero motivo por el que mi mejor amiga había desaparecido. El verdadero motivo por el cual el guardián de mis secretos estaba ausente en el momento en que más necesidad de un consejo tenía. Parecía una prueba. Una prueba que desafiaba mi capacidad de tomar decisiones.
El lugar donde mi grupo y yo nos estábamos quedando era la cancha de deportes, personalmente veía ventajas y desventajas. Las ventajas podrían ser que las colchonetas y el gran espacio con el que contábamos harían más amena la convivencia con mis compañeros, sea por cual sea el tiempo que nos quedemos encerrados. Secuestrados. Seguía sin poder creerlo.
En el lado de las desventajas, que eran más considerables que las ventajas, tenemos el olor a transpiración y sudor que estaban impregnados en las paredes y superficies de la instalación. Sencillamente, cualquier comodidad era reemplazada por la desventaja de estar encerrado en un lugar donde se corría, saltaba, jugaba, gritaba, bailaba; un lugar donde siempre se estaba en movimiento. Pero nosotros ahora estábamos encerrados. Estábamos encerrados en algo que se suponía debía permitirnos movernos. Como si estuviéramos dormidos.
Luego de haber estado un rato pensando en eso pude notar que Federico estaba más tranquilo de lo que normalmente estaba en situaciones de tensión. No terminaba de definir si su tranquilidad me tranquilizaba a mi por igual o, por el contrario, me terminaba de empujar al borde de mis nervios. Sin querer quedarme con la duda me acerqué más hacia donde él estaba y apoyé mi cabeza en su hombro. Definitivamente me tranquilizaba."Tengo miedo" dijo Federico luego de un rato de haber permanecido con mi cabeza en su hombro.
"Yo también, pero apuesto que Abril debe estar pasándola peor que nosotros" decía y me preguntaba a la misma vez, cómo habían llegado a ella y por qué ella.
"Sí, tenés razón. Seguramente ella la debe estar pasando peor. ¿Cómo estás vos?" preguntó Federico tomando mi rostro entre sus manos y obligándome a mirarlo.
"Estoy preocupado por Abril. No tengo miedo a la situación, mi mejor amiga ocupa gran parte de mis preocupaciones" dije y al siguiente pude pensar en mis voces e imágenes, estaban en silencio hace un rato. Gracias. No hubiera sabido cómo manejar las dos situaciones al mismo tiempo. No sabía cómo manejar una.
"Entiendo. Tranquilo, todo va a estar bien. Yo estoy contigo y cuando termine todo podemos ir juntos a ver a Abril." dijo Federico dejando mi cara libre de su agarre y esta vez, en vez de apoyar mi cabeza en su hombro, decidí que estaba muy cansado y opté por apoyarme en sus piernas. Noté como se tensó por mi contacto pero, rápidamente, acarició mi cabeza y supe que iba a estar bien.
Nos quedamos en esa posición por un rato hasta que llegaron dos hombres armados y nos hicieron sentarnos en fila. Por un momento me había olvidado de la situación en la que estaba, Federico se sentó más rápido de lo que lo hice yo y con esa acción me mostró un lado que yo nunca había visto en él. Por el contrario, uno que yo siempre le había mostrado. Vulnerable. Estaba vulnerable y asustado. Y por el contrario a lo que cualquiera pudiera pensar, esos sentimientos lo hacían verse mil veces más atractivo. Más humano. Más accesible. Más yo y menos él.
Por el contrario, yo estaba más tranquilo de lo que pensaba que podía llegar a estar en una situación como esta. Lo único que me preocupaba, como sentimiento primordial, era lo que estaba pasando con mi mejor amiga. También me preocupaba no poder volver a ver a mi familia, abuela, madre y hermana. Pero había algo que me preocupaba aún más, si este llegaba a ser el final de alguno de nosotros, ¿Cómo había vivido mi vida realmente? ¿Había hecho todo lo que quería? y esas preguntas corrían por mi cabeza como en maratón. Realmente, siendo sincero conmigo mismo, sabía que no. Pero no conocía a nadie que lo haya hecho, no me molestaba no haber hecho todo lo que siempre quise. Pero ahora que estoy encerrado en un gimnasio me cuestiono en qué utilicé mi tiempo. Qué cosas hice y cuáles no; por qué no las hice, que esperaba que pasara.
Ahora estaba encerrado con unos hombres armados y mis compañeros, que no se me hacían la mejor compañía, en un gimnasio. Era el peor momento para pensar en todo lo que quería hacer. Pero era inevitable. Tenía la compañía de Federico y, por primera vez en mucho tiempo, me preguntaba si realmente me gustaba. Qué quería hacer con mis sentimientos y hasta qué punto me permitiría ser vulnerable para él.
Eran muchas preguntas y por suerte el hombre armado me arrebató toda posibilidad de seguir pensando. Se robó mi atención cuando empezó a hablar."Bueno, Buen día para todos. Buen día, el primero de algunos que vamos a compartir" dijo y por primera vez desde que había empezado todo pude tener verdadero miedo. No dudé en agarrar la mano de Federico, solo para sorprenderme al darme cuenta que él estaba buscando la mía antes. Coincidimos en un agarre y una mirada que no tuvo que concurrir al habla. Nos estábamos diciendo todo. Mis dudas iniciales se habían disipado. Parcialmente.
"Va a ser una estadía larga y espero que sepan entender que no traemos ropa para que se cambien. No podrán bañarse recién pasados dos días. Espero que traigan antitranspirante en sus mochilas. La comida será brindada por los policías que están rodeando las instalaciones y las llamadas van a estar prohibidas. Normalmente dejamos que se comuniquen pero, tratándose de adolescentes, tenemos miedo de que comiencen un vivo en Instagram y nos veamos en la obligación de arrebatar algo más que su teléfono. Sepan entender." dijo y yo no podía estar más confundido. Primero, que imagen tan baja tienen de los adolescentes. Segundo, bien por mi porque había dejado mi teléfono en casa. Tercero, no puedo creer que no vamos a poder bañarnos por dos días. De todas formas, parecen estar organizados. Me da miedo que mi estadía en el colegio se haga más larga y tortuosa de lo que normalmente lo hace.
Los hombres armados comenzaron a pasar uno por uno con una bolsa en donde pondríamos nuestros teléfonos. Cuando llegaron a mi yo no sabía que decirles.
"Hola señor, yo me dejé mi teléfono en casa y por eso no pongo ninguno en la bolsa" dije casi temblando y casi gritando.
"Bien, pero lamento que vas a tener que venir con nosotros para poder revisarte" dijo el hombre y podía notar como estaba él tan sorprendido por lo que había dicho como yo por lo que había escuchado. Qué adolescente no lleva su teléfono a todos lados. Me estaba arrepintiendo de haber puesto como ventaja no haber traído mi teléfono.
"Okay, no tengo problema" dije más para mi que para ellos.
"Yo voy con él" dijo Federico parándose de golpe asustando más al hombre que teníamos enfrente que a mí. Y yo realmente estaba más preocupado que asustado.
"Bueno, por lo que veo nos vamos a llevar a la parejita de paseo" dijo el señor con un tono que no lograba descifrar.
Yo quería responderle y decirle que no éramos pareja. Que solo éramos amigos y que Federico por una razón que no entendía estaba actuando de forma irracional. No había necesidad de que me acompañara. Iba a estar de vuelta rápido. Pero no dije nada, me quedé en silencio, mi silencio parece que alentó a mi compañero. En vez de agarrar mi mano en señal de fuerza y comprensión, agarró mi cintura en señal de afirmación. Certeza y validación.
Habían varias cosas que me estaba perdiendo, pero en cuanto decidí ponerme en marcha para comprenderlas las voces en mi cabeza comenzaron a sonar nuevamente. Más fuertes que nunca.
ESTÁS LEYENDO
Cayendo por un, ¿heterosexual?.
Teen FictionDonde Agustín está enamorado de Federico. Donde el mundo entero de Agustín gira entorno a Federico. Donde no hay mejores encuentros que los desencuentros.