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Extra.

Virgo solto una suave risa cuando su ahora esposo le dió un casto beso en los labios.

—mañana iremos de visita con acuario, que no se te olvide.— le recordó capricornio.

—¿cuando se me a olvidado algo a mi?— cuestionó virgo en tono altanero, sacándole una sonrisa a su marido.

—tiene razón majestad.— le tendió la mano, sintiendo casi de inmediato como el adverso la agarraba con suma confianza.

Mientras caminaban, virgo contemplo en silencio a su amado.

—¿que película quieres amor?—

—la que sea está bien.— respondió con simpleza.

después de un rato estando abrazados, virgo quedó completamente dormido.

—buenas noches cariño.— capricornio lo cubrió con una manta y lo apego más a él.

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Aries removio levemente a su esposa para que se despertara.

—¿Mhm?—

—tengo hambre...—

Cetus se froto los ojos medio adormilada, para esoued mirar a aries con incredulidad.

—es madrugada.—

—no hay horario para comer.—

—pues hazte algo de comer y ya.— cetus se volvió a acostar.

—¡Lo se! pero necesito tu ayuda... sabes que puedo volver a quemar la cocina.—

inmediatamente después de decir aquello la chica se levantó y fue a prepararle algo sencillo.

—¡Te amo cariño!—

—¡Solo cierra la boca y ven a comer!—

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Geminis cayó de la cama por quinta vez.

—¡Leo! ¡Tu tonto gato me tumbó!— grito ya fastidiado.

—en realidad fui yo.— contesto el chico, acariciando a su pequeño felino.

—no puedo creer que lo prefieras a él, me dueles...—

—ya cálmate exagerado. Ven, acuéstate aquí.— con su mano libre palmeo la cama.

—¿no moriré, verdad?—

—no, ya nadie te va a tumbar.— prometo el león.

el de gemelos se volvió a recostar.

—descansa.— sintió un beso en su cabellera de parte de Leo.

sonrió levemente.

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—deberias ir a dormir.— le dijo piscis.

—no quiero contarte.— lloriqueo acuario.

el pescadito hizo una mueca de fastidio y después sonrió.

—pero te hará daño no dormir, ya es muy noche.— lo incito a descansar.

—¿mañana vendrás a visitarme?—

—si me acuerdo, lo haré.— contesto el pescadito burlón.

—¡Eso es muy cruel de tu parte!—

—claro que no. ya, vete a dormir.—

—bueno... Adiós pescadito.— se despidió con una pequeña sonrisa.

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Libra miraba preocupado a su pareja.

—¡te prometo que ya casi termino!— dijo cáncer al sentir la insistente mirada del otro.

—son las tres de la mañana, cáncer.— le recriminó libra.

—Lo se, pero necesito terminar esto.— continuo con su labor.

—te ayudo a terminarlo mañana. por favor, anda a dormir.— tomo la manos del cangrejo, acariciandolas levemente.

—pero...—

—nada de peros.— le tapo la boca.

Cáncer quitó con cuidado la mano del contrario, sonriendo un poco. Dejo un beso en su frente, yéndose a la habitación.

Libra sintió sus mejillas arder.

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—me estoy muriendo de sueño.— la chica tallo uno de sus ojos, medio adormilada.

Tauro paro de hacer lo que sea que estaba haciendo.

—ve a dormir.— comento algo cansado.

—pero tú también debes dormir.— reprendió ofiuco.

—te prometo que cuando cuelgues iré a dormir ¿Si?—

—mas te vale que sea así.— y con eso termino la llamada.

tauro suspiro, acurrucándose en su camita.

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Sagitario se despertó asustado, con la respiración entrecortada.

—todo está bien, cariño, aquí estoy.— Escorpio lo atrajo de inmediato hacia él, abrazándolo.

—¿fue una pesadilla...?—

—Sí, fue una pesadilla.— respondió el Escorpión, dejando cortos besos en los labios del adverso.

—preferiria ir a ver cómo se encuentra...— en su voz se notaba la preocupación.

—ire por él.— Escorpio se levantó de la cama para poder salir del cuarto.

camino por el pasillo hasta llegar a otra habitación, abriéndola con sumo cuidado.

—¿Estás despierto, corazón?— se acercó con lentitud hacia un lugar en específico.

sonrió cuando se dió cuenta que si estaba despierto.

—Ven mi amor, papá te quiere ver.— cargo con cuidado al pequeño bebé, que se encontraba soltando balbuceos.

camino de regreso a su cuarto, viendo a Sagitario extender rápidamente sus manos.

el arquero tomo con cuidado a su bebé en brazos, escuchando sus leves risitas.

sus piecitos y sus manitas se movían con felicidad al ver a sus padres hablándole.

—¿tuviste una pesadilla con Eros?— pregunto escorpio.

—sí... pero ya ví que no hay nada que temer.— respondió, viendo cómo el pequeño ser entre sus brazos poco a poco iba quedando dormido.

—hay que dormir cariño.— el escorpión se acostó en la cama, atrayendo a ambos hacia él, para poder abrazarlos otra vez.

en menos de cinco minutos, los tres estaban completamente dormidos.