「 𝕺𝖈𝖍𝖔 」

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Y un disparó hizo eco por todo el lugar

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Y un disparó hizo eco por todo el lugar.

Una bala cayó, y un cuerpo también.

— ¡Hyunnie! —El gritó alarmado de JiSung alerta al pálido que miró su propia camiseta manchada de sangre, sangre que era suya. Abre la boca intentando decir algo pero sus ojos no resisten más, el oxígeno comienza a faltarle de manera torturosa, cae directamente al suelo en cuestión de segundos.

— ¡No, no! ¡Por favor, Hyunnie!

JiSung toma el cuerpo de HyunJin con cuidado abrazándolo mientras lágrimas comenzaban a bajar de sus preciosos ojitos.

— HyunJin hyung... por favor, abre tus ojitos. ¡Te... prometo que ya no pediré más helado de fresa! –Le dice sacudiendo su cuerpo en busca de algún movimiento, al no obtener respuesta aprieta consigo el cuerpo como si eso detuviera que su hyung se fuera.

MinHo mira la escena sin ningún rastro de culpabilidad en sus sádicos ojos azules.

— Dame la mano, JiSung —La voz ronca del pelinegro le ordena, la gente no tardaría en acercarse por el sonido de la bala y no podía ser atrapado.

No de nuevo.

— ¡Déjame en paz! ¡Le hiciste daño a mí Hyunnie!

— ¿Tu Hyunnie? —MinHo le mira con ese destello de rabia en sus ojos para luego sonreír cínicamente dejando ver esa cicatriz en su mejilla—. Y carajo, si que lo disfruté tanto. Ahora dame la puta mano.

— ¡No, estás loco! Aléjate, por favor —El castañito niega varias veces aferrándose al cuerpo que estaba entre sus brazos, no lo dejaría.

— Vamos, Hwang no era un ángel. El hijo de perra hizo muchas cosas para que yo te perdiera, una de esas cosas fue meterles a tus padres la idea de que yo era un acosador. ¡Me alejó de ti también!

— ¡Mientes, mientes! No te conozco.

— ¡Si me conoces, mierda! Yo te ví nacer, JiSung. Toda la maldita vida he estado detrás de ti —MinHo se acerca hasta el chiquillo que lloraba desconsoladamente con seriedad—. Ahora dame la mano, no lo repetiré de nuevo.

— ¡Ayuda, ayuda! Le hicieron daño a mi hyung —Grita fuertemente sin soltar el cuerpo del chico pálido que parecía mancharse cada vez más de sangre por toda la camiseta, la herida en su abdomen era dolorosa.

MinHo lo mira furioso.

— Ven aquí ahora —Elimina la poca distancia entre ambos y toma el bracito del menor bruscamente obligándolo a caminar—. Eres jodidamente mío, bebé. Eso recuérdalo permanentemente.

— Por favor, déjame ir. ¡Te prometo que no te acusarte! Déjame estar con HyunJin.

— Hwang me importa un demonio, por mi que se muera y si tengo suerte que sea rápido.

ᴍᴇɴᴛᴀʟ sᴀɴᴀᴛᴏʀɪᴜᴍ / ᚒ໑᮫۫ຳེ᳕ᴍɪɴsᴜɴɢ༣᮫ࣤᤳᚒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora