Invisible [Shinomiya y tu]

🌻17🌻

«pijamada»

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❁•—•❄︎❀ 𝐼𝑛𝑣𝑖𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 ❀❄︎•—•❁

—libertad condicional — sonriente admiro a mis compañeros quienes suspiran.

— ¿por qué tenías el arma Tn? — la mirada sería de Kae me confunde, sus orbes parecían haber perdido su brillo.

— tengo licencia para portar un arma, me la gane luego de ayudar sin querer a un policía — mi mirada se posa en sus manos temblorosas — se que es difícil de creer pe-.

    Antes de que acabará mi oración sus brazos rodearon mi cuerpo, la calidez de sus brazos me reconforta — te creo, se cuando mientes, solo ten cuidado.

— ¿que tal si para celebrar hacemos una pijamada? — la propuesta animosa de la peli cían aturde un poco a los chicos.

— ¡yo me uno! — animada la peli lila sonrie tiernamente causando una sonrisa en mi ser.

— ¿podemos ir? — el castaño que hace segundos estaba a mi lado ahora me abraza por la espalda acurrucado su rostro en el hueco de mi cuello — te podemos protejer.

— creo que yo tengo más fuerza que tu, princesa — me burló, sus mejillas se calentaron a tal grado de transmitir el calor a mi cuello — pero podemos dormir juntitos — le coqueteo sintiendo como su abrazo hace un poco más de presión.

— ¿nos controlaremos? — susurra preocupado.

   Aunque suene una exageración, cada tacto, caricia, beso, es una mezcla absurdamente fuerte para mí propio corazoncito. Todo esto es tan nuevo como adictivo, por lo que no era de extrañarse que ambos como inexpertos en el tema nos dejemos llevar con facilidad.

— si me amarras no me quejo — bromeó con picardia sintiendo como su cuerpo queda estático junto al de mis amigos que sin querer escucharon la conversación — ¿lo dije o lo pensé?

— N-no sa-sabia que tenias... Esos... Gustos — murmuró un castaño completamente sonrojado.

— sólo te molesto, aun deseo ser virgen hasta el matrimonio — con dulzura giro mi cuerpo besando sus labios de forma suave — bien, ¿vamos al departamento?

— ¿Puedo acompañarte? — la oji lila ofrece su ayuda dispuesta a no dejarnos solos.

Tick, tack.

— ¿que es ese ruido? — murmuró entre sueño abriendo con dolor mis párpados.

— buenos días, hermanita — su voz me hace temblar y cada partícula de mi cuerpo duele.

— ¿hermanita? — la peli lila logra dejarme completamente pálida — ¿no es mejor escribir Kae? — consulta viendo la pantalla de mi móvil.

— ¿ah? — aún completamente paralizada siento la mano del peli rojo abrazar mi cuello con un poco de brusquedad.

— me alegra al fin tenerte — sonrie con dulzura calmandome una vez más.